Cada segundo cuenta: así debemos actuar ante un ictus - Ahora
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- La información es poder y en muchos casos puede ser crucial. Saber cómo reaccionar en caso de un ictus o infarto cerebral es decisivo para minimizar las secuelas y salvar vidas. La asamblea provincial de Cruz Roja en Madrid acaba de recibir dos sellos que reconocen su labor de prevención en este sentido.
Un ictus es una alteración de la circulación cerebral que compromete la llegada de sangre al cerebro. Supone la segunda causa de muerte en España y la primera en el caso de las mujeres. También es la primera causa de discapacidad en personas adultas. Alrededor de 120.000 personas se ven afectadas cada año en España por un ictus. A esta situación se suman otros datos; uno de ellos, que una de cada dos personas no se recupera de un ictus. Se estima, además, que una de cada seis tendrá un ictus en algún momento de su vida.
En Cruz Roja son conscientes de todo lo que implica este accidente cerebrovascular. Por ese motivo, llevan un tiempo desarrollando campañas para tratar de difundir herramientas y recursos para reconocer un ictus y saber enfrentarse a él. Por su labor, Cruz Roja en la Comunidad de Madrid ha recibido el sello ‘Brain Caring People’ y la certificación de ‘Espacio Cerebroprotegido’, ambos reconocimientos concedidos por la Fundación Freno al Ictus. A través de estos se reconoce la voluntad de Cruz Roja de formar a su plantilla con el objetivo de prevenir, detectar y actuar frente al ictus, así como identificar y estabilizar a personas que puedan padecerlo.
¿Cómo podemos detectar un ictus?
Estos son algunos de los rasgos más comunes de un ictus:
- Se “cae” un lado de la cara.
- Pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo.
- Problemas de expresión o de entendimiento.
- Alteración de la visión.
- Dolor de cabeza inusual.
“Lo más común que podemos detectar es que nos empiece a dar un hormigueo en las extremidades o que no podamos moverlas; que se nos altere el habla, nos cueste pronunciar o articular palabras, o que se nos olviden”, confirma Laura Magán, técnica de Salud de Cruz Roja.
¿Cómo podemos actuar?
Cuando creemos que una persona puede estar sufriendo un ictus hay una serie de comprobaciones que podemos llevar a cabo que nos pueden ayudar a identificarlo. Para ello, tenemos que pedirle a la persona:
- Que sonría.
- Que levante los brazos.
- Que responda a alguna pregunta.
Estos tres patrones se definen desde Cruz Roja como “camaleón: cara, manos, lenguaje”. “En cuanto a la cara, le pediremos que sonría; respecto a las manos, que alce los brazos (habrá que ver si los dos están arriba o si alguno se queda más abajo); y, relativo al lenguaje, le hacemos preguntas concretas”, explica Laura Magán.
Si en alguno de estos tres casos los comportamientos no son “normales”, habrá que llamar a los servicios de emergencia del 112. El tiempo es muy importante y cada minuto cuenta, por lo que conviene darse mucha prisa. “Las primeras horas son fundamentales”, confirma la técnica de Salud de Cruz Roja. “Mientras esperamos a la ambulancia, no le daremos nada de comer ni beber, y vigilaremos cualquier cambio que haya. Si pierde la conciencia, verificaremos si respira, y de ser así le pondremos en la posición lateral de seguridad. Si no respira, realizaremos las compresiones RCP hasta que llegue la ambulancia”, agrega.
Factores de riesgo y cómo prevenir un ictus
Hay, además, algunos factores de riesgo que pueden empujar a algunas personas a sufrir un ictus. Son los siguientes: hipertensión; colesterol elevado; tabaco, alcohol y otras drogas; diabetes; arritmias cardiacas; obesidad; inactividad física; vida sedentaria; y estrés. ¿La parte positiva? Se considera que el 90% de los casos son prevenibles, es decir, que si seguimos algunos consejos y recomendaciones podremos reducir las posibilidades de sufrir un ictus.
Entre las sugerencias más repetidas, destacan las siguientes:
- Baja el consumo de sal y grasas, es decir, procura tener una dieta sana y variada.
- Haz ejercicio moderado y huye del sedentarismo.
- Deja el tabaco y reduce el consumo de alcohol.
- Controla tu peso, tensión y colesterol.
- Realiza controles médicos periódicos.
- Tómate la vida con calma.
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