Autoempleo en época de COVID-19: por qué es más necesario que nunca - Ahora
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- El Proyecto Impulsa, que nació hace más de 10 años, está presente en 14 provincias españolas y, hasta ahora, ha ayudado a 16.000 personas y 1.7000 empresas a labrarse un futuro.
Los momentos de crisis siempre han sido épocas de reinvención. De buscar alternativas, nuevas opciones, y de arriesgarse. Y la pandemia de la COVID-19 lo ha puesto más de relieve que nunca.
Hace trece años, en plena crisis económica del 2008, Cruz Roja lanzó el Proyecto Impulsa en apoyo al autoempleo con propuestas de negocio a través de microcréditos. Un proyecto que desde entonces está presente en 14 provincias españolas y que hasta ahora ha ayudado a más de 16.000 personas a labrarse un futuro, integrarse en la sociedad y ser capaces de ser económicamente independientes, a través de las 1.700 empresas que el Proyecto Impulsa ha ayudado a poner en marcha.
Javier José Pérez, coordinador del Plan de Empleo de Cruz Roja a nivel estatal, explica que “este Plan de Empleo, que engloba el Proyecto Impulsa y la línea de autoempleo, está dirigido a personas que tienen barreras suplementarias a la hora de acceder a un puesto de trabajo. El objetivo es que todas estas personas o familias lleguen a tener un puesto estable en el tiempo y que eso pueda redundar en salir de sus dificultades”.
¿Todo el mundo es capaz de emprender?
La labor de Cruz Roja dentro de este ámbito va encaminada a que cualquier persona, gracias a la orientación y formación que les brinda la organización, pueda conseguir un empleo estable con el que tener una vida digna. Lo que ocurre, como explica Javier José es que “el autoempleo muchas veces se descarta por los clichés. Todo el mundo podría montar su negocio siempre y cuando se tengan las competencias emprendedoras y el debido asesoramiento, información y asistencia”. Y todo esto es lo que se ofrece desde Cruz Roja. “Nosotros siempre animamos a que todo el que tenga el gusanillo, al menos que reciba la parte de información”.
Dentro de este proyecto, hay un grupo de gente que tiene competencias emprendedoras y quieren emprender. “Del total de personas a las que atendemos con interés por emprender, un 60% de ellos son personas inmigrantes que ya han tenido negocios en sus países de origen y quieren replicarlos en España porque consideran que tienen un hueco en el mercado”. Son muchas las personas que se lanzan a crear un negocio en nuestro país por vocación, porque tienen una experiencia previa y ese ímpetu emprendedor. Mientras que, para otras personas, el autoempleo se convierte en la oportunidad de encontrar la estabilidad a través de su propio trabajo al tiempo que aprenden cosas nuevas.
El camino hacia el autoempleo
Lo primero que se hace desde el Proyecto Impulsa: apoyo al autoempleo y microcréditos es ofrecer a las personas que quieren emprender la información básica y necesaria a la hora de crear un negocio. Qué significa emprender, qué requisitos hay que tener en cuenta para hacerlo, qué tipos de negocios u oportunidades existen o cómo hacerse autónomo son algunas de las primeras nociones que se explican. Son los primeros pasos para comenzar con el autoempleo. También se les forma en diseño web, venta online, marketing digital y gestión de facturación y contabilidad para pequeños negocios. Otro punto importante al que se presta atención desde Cruz Roja es el trabajo de las competencias emprendedoras de la persona: autonomía, análisis, resolución de problemas, habilidades comerciales, comunicación y negociación. “Todas ellas son fundamentales a la hora de montar un negocio. Además de todo lo relacionado con el mundo online, porque si antes ya era importante, ahora te puedes imaginar. Todo el mundo ha tenido que adaptarse a una nueva manera de relacionarse con los clientes, algo que se va a quedar con nosotros”, señala Javier José Pérez.
Una vez identificada una oportunidad real, “el siguiente paso desde Cruz Roja es el de orientar a la persona para ayudarle a concretar su idea de negocio y crear un plan de empresa. Algo que puede llevar hasta un año”, comenta Javier José Pérez aclarando que no todas las ideas son factibles y que, de hecho, hay algunas que se descartan o que incluso se reconvierten. Pero a partir del momento en que existe una idea viable sobre la mesa y un plan de negocio, comienza la parte de mediación en la que desde Cruz Roja se les ayuda en diferentes aspectos como buscar subvenciones, solicitar microcréditos, ver si es necesario buscar un local para instalarse o los pasos para darse de alta como autónomos.
Sin embargo, el problema frente al que se encuentran todas las personas que quieren autoemplearse es la falta de inversión. “Una de las grandes dificultades de estas personas es que no tienen accesos a créditos, por eso, desde este plan de empleo contamos con un convenio con Microbank, la línea de negocios sociales de CaixaBank, que concede préstamos de hasta 30.000 euros”, aclara Javier José explicando que todo lo que se apoya desde Cruz Roja son micro-negocios. “Los hay de todas las ramas, desde un pequeño bar o un pequeño puesto de comida hasta una tienda de complementos o una empresa de repartos. Todo esto es posible gracias a la colaboración que tenemos con Microbank, porque al final si tienes un plan de negocio y buen asesoramiento, pero no tienes dinero para hacerlo, arrancar es complicado”. Además, una vez la persona ha emprendido, desde Cruz Roja se sigue haciendo ese asesoramiento y guía de dos años. “Muchas veces dejamos de llamar porque nos dicen que el negocio les va muy bien. Aunque siempre intentamos que como mínimo se les dé una asistencia de dos años de forma preferiblemente presencial, aunque este año todos hemos aprendido a trabajar online”.
Emprender en tiempos de crisis
En 2020, a causa de la pandemia, muchas personas con pequeños y grandes negocios han tenido dificultades para salir adelante. Desde el Plan Cruz Roja Responde se ha dado respuesta a diferentes necesidades, entre ellas, personas autónomas con pequeños negocios que se han visto en situaciones de vulnerabilidad. El objetivo era que quienes habían puesto en marcha un negocio, y les era rentable, pudieran seguir con él. “De hecho, toda esa actividad que hacíamos de información, orientación y asesoramiento en el Proyecto Impulsa se ha reforzado con el Plan Cruz Roja Responde -lanzado por Cruz Roja a raíz de la COVID-19-, hasta el punto de haber podido dar ayudas directas para pagos de suministros, compra de mercaderías o alquileres”, apunta Pérez.
Desde el Plan Cruz Roja Responde se ha dado respuesta a diferentes necesidades, entre ellas, personas autónomas con pequeños negocios que se han visto en situaciones de vulnerabilidad
A pesar de la crisis sanitaria y social, muchos de esos negocios que anteriormente eran rentables están logrando salir adelante poco a poco gracias a la ayuda de Cruz Roja. Pero no solo eso, sino que en plena pandemia han surgido ideas que se han materializado en negocios viables, porque en épocas de crisis surgen nuevas necesidades como talleres para confeccionar mascarillas, empresas de transportes y mercancías que dan respuesta al auge de compras online y diferentes proyectos centrados en el ámbito rural y en la agricultura ecológica. Si hablamos en números, desde el comienzo de la pandemia más de 2000 personas se han interesado por este proyecto, entre el Plan Responde y el Proyecto Impulsa. Se han creado 140 empresas y 260 han sido apoyadas en su consolidación y creación.
Entre ellos están los finalistas y ganadores de los primeros Premios Impulsa al Autoempleo, que promueve el Plan de Empleo de Cruz Roja, “con los que se reconoce toda la valía de estas personas autónomas, que son la columna vertebral de la economía, al tiempo que se apoya económicamente a aquellos negocios un poco más innovadores que han podido crearse y reactivarse durante esta época de pandemia”, destaca Javier José.
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