Aprender un idioma como herramienta de inclusión - Ahora
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- Cuando llegas a un país nuevo, el idioma es una de las primeras barreras a las que te enfrentas. Conocerlo y tener la oportunidad de aprenderlo es clave para desarrollarse de forma autónoma y comenzar a vivir en comunidad. Desde Cruz Roja en Fisterra (A Coruña) llevan dos años realizando un programa de inmersión lingüística para fomentar la inclusión social de un grupo de pescadores senegaleses residentes allí.
Un tiempo de conversación y otra parte de práctica de caligrafía y estudio de gramática. Esta es la dinámica del programa de inmersión lingüística que realiza la Organización con el apoyo de la cofradía fisterrana, que cede el local donde se imparten las clases. “Éramos conocedores de que maestros de manera altruista les estaba brindando apoyo a una colonia de senegaleses en Fisterra, pero tras la pandemia la atención se redujo y ahí decidimos intervenir desde Cruz Roja y ponernos manos a la obra”, apunta Santiago López, coordinador de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Fisterra.
Las voluntarias Chelo e Inés son las encargadas de impartir las clases dos días a la semana durante el curso escolar. “La verdad es que el grueso del trabajo lo llevan ellas que son unas joyas, sin ellas todo esto sería imposible, hacen un trabajo espectacular”, se sincera Santiago. Chelo estuvo 10 años en Noia, municipio de A Coruña, llevando a cabo un proyecto similar e Inés es una profesora jubilada. “Quien mejor que ellas para llevar a cabo una actividad de este tipo, da mucha tranquilidad saber que el proyecto está en sus manos”, apunta el coordinador de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Fisterra.
El programa comenzó hace dos años y no ha dejado de crecer, ahora el grupo lo forman una media de 20 alumnos y alumnas. “Hasta ahora eran solo senegaleses, pero este año, debido al buen funcionamiento de la actividad se han incorporado nuevos perfiles, sobre todo gente que llega a Fisterra haciendo el camino y deciden quedarse a vivir por una temporada o de manera definitiva”, apunta Santiago.
El objetivo del programa es que se acerquen al idioma, lo comprendan y aprendan a hablar, leer y escribir. Pero, a su vez, el programa de inmersión lingüística va más allá. “Queremos que esto también sirva para ayudarles en su proceso de integración y que el programa sea un referente en la comarca, se ha creado un grupo humano muy valioso y esto nos sirve y nos anima a seguir adelante”.
Cruz Roja también brindó durante varios meses esta formación a familias de refugiados que, a causa del conflicto en Ucrania, fueron acogidas en Cee, municipio fisterrano.
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