Alimentos, medicinas y compañía: así ayuda Cruz Roja a Hilda - Ahora
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- Hilda es una usuaria de Cruz Roja en Aldaia que prácticamente no puede salir a la calle. Cuando vio la lluvia y el fango desde su ventana, supo que sería especialmente difícil conseguir alimentos y medicamentos. Gracias a Cruz Roja, tiene sus necesidades cubiertas, también una de las más importantes, como es el acompañamiento en momentos de soledad.
En el edificio de Hilda Cremades la lluvia y el fango entraron en el portal, pero afortunadamente no sobrepasaron ese punto. Desde el primer piso, esta usuaria de Cruz Roja, con doble grado de dependencia e imposibilidad de salir de casa, reconoce que hubiera sido un “desastre” si el agua hubiera alcanzado su vivienda. “Voy con bastón, pierdo el equilibrio, me estoy quedando ciega…”, sostiene. “Estoy medio tonta, pero al menos entera”, añade con una media sonrisa para restarle importancia a su situación.
Hilda es una de las personas usuarias de Cruz Roja en Aldaia (Valencia), una de las localidades afectadas por una DANA histórica y devastadora que, según datos provisionales del Cecopi, podría haber afectado a 70 municipios de la provincia de Valencia. Debido a un problema neurológico que le impide desplazarse Hilda cuenta con la ayuda de Cruz Roja. Una voluntaria (Érika) la visita en casa y antes, cuando podía llevarla en silla de ruedas, acudía con ella de vez en cuando al local de Cruz Roja en Aldaia. De la mano de la Organización, suele trabajar en su memoria y otras habilidades; “deberes” que está deseando retomar lo antes posible.
“Me han dicho que la sede está destrozada…”, lamenta Hilda, y Lorena Abelle, técnica y voluntaria de Cruz Roja en Aldaia, lo confirma: “No ha quedado nada, todo está arrasado, perdido”. Pese a ello, Lorena mantiene el optimismo, y evidencia que lo más importante son las vidas de las personas más allá de las pérdidas materiales: “Desde el miércoles pasado he estado llamando a todas las personas que atendemos desde Cruz Roja. El jueves, el viernes. No he parado hasta dar con todas”, expone. Un ejemplo de una Humanidad que no entiende de horarios ni días festivos.
Hilda, además, llegó a Cruz Roja derivada del ayuntamiento de Aldaia por su situación de soledad. Tiene 3 hijos, pero por distintas circunstancias, viven lejos o no pueden estar con ella tan a menudo como les gustaría. Por eso Lorena, cuando logró contactar con ella, no dudó en preguntarle si necesitaba algo. “No tenía ni agua”, menciona, e Hilda, que vive en un piso sin ascensor, expresa que no quería molestar, más todavía cuando había tantas personas con tantas necesidades a su alrededor.
“Me iba apañando con la ayuda de los vecinos”, cuenta, pero reconoce que la ayuda de Cruz Roja ha sido esencial para ella, no solo por los alimentos e incluso los medicamentos que le han podido facilitar, sino por el acompañamiento: “Me han ayudado mucho. Y a mí es que me encanta hablar… y son personas tan buenas, maravillosas. Son un sol. Me hacen sentirme tranquila”, confiesa.
“Ella no quería molestarnos”, explica Lorena, que añade que “hemos estado en todo momento en contacto con todas las personas usuarias a las que sabíamos que podíamos ayudar, a las que podíamos informarles sobre algo, o acercarnos… Ahora mismo estoy con Jose, un usuario de Catarroja, y le acabo de acompañar a la farmacia a buscar sus medicamentos”, pone como ejemplo al otro lado del teléfono. A Hilda le toca ir al médico en dos semanas, y Lorena también lo tiene anotado en la agenda para acompañarla. En esta línea, el papel de Bárbara, psicóloga de Cruz Roja, ha sido clave para realizar una primera atención psicosocial en los hogares visitados y con las personas que lo han requerido.
“Ojalá todo pueda volver pronto a la normalidad”, expresa Hilda tras reiterar su agradecimiento. Poco a poco. Calle a calle. Puerta a puerta. Volver, seguro que volveremos.
Facilitar el acceso a los medicamentos, una cuestión clave
Muchas personas como Hilda necesitan seguir con su medicación. Por ello, el Ministerio de Sanidad, Cruz Roja y el Colegio de Farmacéuticos de Valencia han habilitado un teléfono (965918658) para facilitar el acceso a los medicamentos de pacientes crónicos.
A través de este teléfono, Cruz Roja se encarga de explicar a las personas que necesitan la medicación donde se encuentran las oficinas de farmacia abiertas más cercanas a su ubicación. En el caso de que los y las pacientes no pudieran acceder, se les comentaría la posibilidad de un servicio domiciliario, así como los pasos a seguir para que en cualquier circunstancia pudieran adquirir la medicación requerida, teniendo en cuenta también la posible pérdida de documentación como el DNI o el SIP. Una labor esencial que mira más allá de las necesidades inmediatas de la catástrofe.
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