“Llevo más de diez años como voluntario de la Organización atendiendo a personas sin hogar. Siempre quise hacer algo por los demás, hay gente fuera de nuestra realidad que necesita mucha atención y ayuda”, apunta Juan Oliete, voluntario de Cruz Roja en Zaragoza. Según la Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar, la cifra de personas sin hogar en España supera los 33.000.  

Un acompañamiento en noches de celebración 

“Durante las salidas que hacemos por las calles de Zaragoza nos acompaña siempre una trabajadora social, existen cuatro rutas establecidas y a pesar de que siempre solemos encontrarnos a las mismas personas, cada noche es diferente”, comenta el voluntario. 

Desde Cruz Roja se trabaja en el Proyecto de Atención Integral a Personas sin Hogar en todo el territorio, a través de las Unidades de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja, actualmente desplegadas en 32 provincias y conformadas por equipos que integran distintas disciplinas como el trabajo social, la asistencia sanitaria, la psicología, etc. A esta compleja y delicada situación que viven las personas sin hogar, desde Cruz Roja se le presta una atención añadida en momentos de emergencia, temperaturas extremas, ya sea calor o frío, o festividades.  

Sean fiestas o no, las preocupaciones de las personas sin hogar siguen siendo las mismas

Juan, a pesar de llevar 10 años como voluntario atendiendo a personas sin hogar, nunca había tenido la oportunidad de salir a hacer seguimiento en diciembre, durante las fiestas. “No había tenido ocasión hasta esta vez. Supongo que la ruta será similar, pero la sensación nuestra de estar acompañando estos días de alguna manera y la de ellos y ellas de sentir ese calor humano en estas fechas, no dudo que será muy emotivo y reconfortante para ambos”, dice Juan Oliete días antes de la salida.  

Atender o estar al lado de colectivos vulnerables requiere voluntad, ganas de querer aportar y una sensibilidad que te haga conectar con la persona que precisa la ayuda, aunque sea con una sonrisa. A veces, no se necesita mucho más. “Tratamos de ser muy respetuosos con las personas sin hogar, en muchas ocasiones no conversamos si vemos que no quieren. Al final el objetivo es ayudar, el voluntariado podemos ofrecer poco, pero tratamos de aportar algo, un gesto, algo que no cueste nada, pero que para la persona que lo recibe pueda significar mucho”, se sincera el voluntario.  

El poder de un equipo especializado y comprometido 

La Unidad Móvil de Emergencia Social (UES) es el dispositivo del que forma parte el voluntario Juan Oliete, en este caso, desde Zaragoza. Esta unidad está dirigida a la atención social de personas o grupos, que se encuentren en situación de calle, las cuales exigen intervención inmediata a fin de prevenir situaciones de mayor gravedad y evitar con ello procesos de vulnerabilidad o de exclusión. Las épocas de mayor frío o calor agravan los problemas que sufren las personas más vulnerables. Por ejemplo, en el caso de Melilla, debido a las necesidades de la zona, el proyecto lleva en marcha desde el año 2013.  

La UES está orientada a detectar situaciones de sinhogarismo, para así realizar una intervención orientada a la disminución de riesgos que sufren en la calle estas personas, además de realizar un reparto de kits higiénicos, alimentos, etc. “Les ofrecemos cena, comida, café, un rato de charla, aunque también hay casos de personas que prefieren no saber nada”, dice el voluntario.  

Para el equipo de la UES no hay descanso ya que las personas que viven en esta situación no entienden de fiestas, de celebraciones o de regalos… A ellos y a ellas les falta lo más importante; la compañía, la familia, la alegría y el hogar. “Sean fiestas o no, las preocupaciones de las personas sin hogar siguen siendo las mismas: un saco de dormir que aísle del frío o una manta y algo que poder llevarse a la boca. Ni mis compañeros ni yo percibimos ninguna sensación diferente a causa de las fechas que eran”, afirma el voluntario de Cruz Roja en Zaragoza tras la ruta el 26 de diciembre.  

Unos regalos muy especiales 

Aunque el proyecto orientado a las personas sin hogar más conocido de la Organización es el trabajo realizado por las Unidades de Emergencia Social, cabe destacar un proyecto de atención a personas sin hogar, en el que se realizan diversas actividades de ocio que van desde talleres, arteterapia, cineforums, etc. 

El jueves 4 de enero, el voluntariado de la Organización desde Cruz Roja en Cádiz va a realizar un reparto especial por la mañana, para hacer llegar a algunas de las personas en situación de calle, a las que habitualmente atienden, unos regalos muy especiales. Los regalos se tratan de diversos productos que han llegado a Cruz Roja gracias a donaciones de grandes empresas, como ropa, mochilas, aparatos de radio, kits de maquillaje… 

Estos regalos irán acompañados de unas felicitaciones navideñas que ha facilitado la empresa GAWO DESIGN, que las ha preparado con un fin solidario con la técnica del collage con ayuda y colaboración del alumnado de diversos colegios de Cádiz y de Oviedo. “Las personas sin hogar también se merecen ese calor que podemos sentir muchas personas durante estas fiestas por parte de nuestra familia, amigos o personas cercanas”, concluye el voluntario Juan Oliete.