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De las aulas a las redes: cómo romper el círculo del acoso

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DE LAS AULAS A LAS REDES: CÓMO ROMPER EL CÍRCULO DEL ACOSO

De las aulas a las redes: cómo romper el círculo del acoso
El acoso escolar y el ciberacoso son temas de máxima preocupación para la sociedad. Dos formas de violencia que invaden distintos espacios, pero que pueden causar mucho daño en la salud mental de niños, niñas y jóvenes.

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repor acoso parte 1

La escuela y las redes sociales pueden convertirse en un lugar hostil para niños, niñas y jóvenes. El acoso escolar y el ciberacoso son las principales causas de ello, dos problemas de creciente preocupación en las comunidades educativas y sociedades alrededor de todo el mundo. El acoso escolar se define como una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques de forma negativa e intencionada. La creciente digitalización y uso de las redes sociales, por otro lado, ha exacerbado este problema, haciendo del ciberacoso una extensión peligrosa del acoso tradicional.

“La principal diferencia entre uno y otro es el espacio en el que se realizan. El acoso escolar se da en el espacio de la escuela, de una manera más presencial. El ciberacoso tiene esas mismas características de persecución, de desigualdad, pero con el añadido del anonimato y la constancia; es un tipo de acoso que puede tener lugar 24 horas al día y 7 días a la semana”, expone Francisco Barros, voluntario de Cruz Roja Juventud en Pontevedra y director autonómico en Galicia. En cuanto a las formas de ciberacoso más comunes se encuentran los mensajes ofensivos, la difusión de rumores o contenido falso y la exclusión en redes sociales. 

"El ciberacoso puede tener lugar 24 horas al día y 7 días a la semana"

El acoso escolar y el ciberacoso son los temas que protagonizan este 7 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso; una fecha designada para solucionar las causas profundas de la violencia y promocionar una cultura de respeto de los derechos del alumnado y tolerancia cero con respecto a la violencia. Estas premisas también se refuerzan históricamente mediante el día 2 de mayo, Día Mundial contra el Acoso Escolar o Bullying. 

El profundo vínculo que se crea entre la salud mental y los actos violentos perpetrados en los entornos educativos generan serias preocupaciones. Ciertas experiencias como la violencia, el acoso y la discriminación en el entorno escolar pueden provocar trastornos mentales y afectar al aprendizaje, conllevando un posible incremento en las tasas de absentismo escolar, mientras que el sentimiento de seguridad en la escuela está estrechamente relacionado con una mayor salud mental y un mejor rendimiento educativo.

repor acoso parte 2

Cómo prevenir y detectar el acoso escolar y el ciberacoso

Prevenir y detectar son verbos fundamentales en este contexto. “Cualquier cambio en el comportamiento puede hacer sospechar que pasa algo”, expresa Miguel del Nogal, psicólogo del centro de adicciones de Casa de Campo de Cruz Roja y colaborador de la AEPAE (Asociación Española de Prevención del Acoso Escolar) en un reciente episodio del podcast Entiende tu mente. Preguntar al niño, niña o adolescente si quiere ir al colegio o si se siente a gusto son cuestiones clave. También hay otros indicadores como pesadillas, problemas a la hora de comer, cambios de hábitos o círculo de amistades, o un peor rendimiento académico.

“El problema con cualquier víctima de algo, no solo de acoso, sino de violencia en general, es el proceso de silencio. La víctima se calla y le da vergüenza reconocer que hay un proceso de autoculpabilización, como si ellas hubieran provocado la situación. También se da una normalización”, lamenta Miguel. 

"La educación basada en el respeto y la empatía es fundamental"

Francisco Barros, director autonómico de CRJ en Galicia, se suma a estas declaraciones. “Prevención siempre se puede hacer. Hay un Plan Nacional de Convivencia, y desde el gobierno de España se busca prevenir precisamente estas conductas violentas. La educación basada en el respeto y la empatía también es fundamental. Entender qué es estar bien, qué es hacer daño, qué significa ponerse en la piel de otra persona…”, sostiene. 

Es igual de nocivo golpear a alguien que poner motes o realizar humillaciones constantes. “También hay que saber explicar esas formas de prevenir para evitar que se convierta en algo repetitivo, hay que distinguir entre acto violento puntual y acoso”, puntualiza Francisco. Que el profesorado y las familias tengan recursos y herramientas necesarias y suficientes para identificar estas conductas es otro de los puntos esenciales, especialmente cuando se habla de ciberacoso en casa, en un espacio más íntimo al que no se tiene tanto acceso por parte de organismos e instituciones.

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Cómo ayudar a la víctima de maltrato

Tener una persona adulta de referencia en la que confiar es un aspecto fundamental para que los cauces y procedimientos se pongan en marcha cuando detectamos a una víctima de este tipo de acoso y queremos ayudar. “Si es una situación de violencia inmediata, podemos llamar al 112. El Ministerio de Educación tiene un teléfono contra el acoso (900 018 018) y la Fundación ANAR también (900 20 20 10). Hay recursos como Pantallas Amigas o la AEPAE, o el 017 del INCIBE. Incluso en charlas de CRJ hablamos de Cruz Roja Te Escucha (900 107 917), donde también pueden llamar para saber cómo proceder”, dice Francisco.

"El acoso escolar implica a toda la comunidad educativa"

“El acoso escolar no depende de una sola persona, implica a toda la comunidad educativa, y hay que estar presente”, reivindica. CRJ así lo hace a través de distintos talleres sobre acoso escolar y ciberacoso, e incluso indirectamente a través otros proyectos de la organización como el de ‘Promoción del Éxito Escolar’. “A veces algún participante se ha animado a hablar, y nosotros le hemos ofrecido nuestro espacio y le hemos derivado al equipo técnico”, menciona.   

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Chicas de entre 15 y 19 años, el perfil que más sufre acoso

Los datos avalan que el acoso escolar y el ciberacoso son realidades. Según un estudio del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud de 2019, casi la mitad de personas encuestadas (47,7%) reconocían haber presenciado actos violentos de este tipo; un 42,8% declaraba no haber sido testigos; y un importante 9,1% prefería no pronunciarse al respecto. Quienes en mayor medida afirmaban encontrarse en estas situaciones eran chicas con edades comprendidas entre los 15 y 19 años. El tipo de acoso sufrido con mayor frecuencia, por último, era el escolar, seguido por el ciberacoso, y el realizado por el grupo de amigos. 

Otro estudio de la Fundación ANAR y Mutua Madrileña de 2023, basado en las respuestas de alumnado entre 11 y 14 años, evidencia que el acoso escolar y el ciberacoso son temas de rabiosa actualidad aunque los datos varíen ligeramente de un año a otro. Este informe estima que uno de cada diez alumnos/as (11,8%) cree que en su clase hay compañeros/as que sufren acoso escolar, frente al 24,4% en el curso escolar anterior, lo que supone una reducción del más del 50%. La percepción sobre el ciberbullying también baja, pero más moderadamente, disminuyendo un 0,8% respecto al curso escolar anterior, y situándose en un 7,4%. El informe correspondiente a 2024 tiene conclusiones tan relevantes como que un 47% de los alumnos no actúa cuando un compañero es víctima de acoso escolar.

El ciberacoso, según el Informe Anual del Teléfono ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) de 2023, representa el 22% de casos de acoso escolar registrados Un informe del Ministerio de Educación y Formación Profesional en 2022, por último, reveló que un 17% de los estudiantes entre 12 y 16 años ha sido víctima de ciberacoso en algún momento. El perfil de las víctimas de ciberacoso suele ser más común entre las niñas que entre los niños, y el acoso es más prevalente en las edades de 13 a 15 años. Las niñas son también más propensas a sufrir ciberacoso a través de la difusión de rumores o contenido privado sin su consentimiento, un aspecto que incluye el estudio sobre acoso escolar y ciberacoso en España en la infancia y en la adolescencia de la Universidad Complutense de Madrid con Fundación Colacao.  

repor acoso parte 5

Actuaciones desde Cruz Roja Juventud

Hasta la fecha, Cruz Roja Juventud (CRJ) desarrollaba una campaña el 2 de mayo para combatir el acoso escolar y el ciberacoso, pero a partir de este 2024 lo hará el primer jueves de noviembre por ser la fecha que se ha designado desde la UNESCO en 2019. 

En los años 2022 y 2023, y bajo el marco del proyecto ‘Generando convivencia frente al acoso escolar’, desde CRJ se han llevado a cabo más de 300 actividades entre las que se encuentran actuaciones de calle y charlas en centros educativos, y han participado más de 8.000 niños, niñas y jóvenes. Además de las actividades presenciales, se han realizado más de 490 publicaciones sobre la materia, llegando a más de 55.400 personas. 

"Hay que pararlo a tiempo"

Entre las actividades que propone CRJ destacan las colaborativas, donde se procura ponerse en los zapatos de la otra persona a través del juego para luego extrapolarlo a la vida real. Dependiendo de las edades se llevan a cabo algunos juegos u otros, pero además de reforzar una mayor empatía y confianza en el grupo, se busca fomentar la autoestima. “Si una persona se valora, está empoderada con respecto a quién es y cómo es, luego es capaz de hacer frente de una mejor manera a los problemas que pueden ir sucediendo. Y es uno de los puntos del acoso escolar, ese desequilibrio de que una persona se siente superior a otra; si la otra no se deja sentirse inferior por lo general es difícil el acoso, porque no se cumple esa característica”, indica Francisco Barros al respecto. 

Al final, “todos podemos acabar siendo foco de acoso, aunque hay personas más proclives por tener intereses diferentes, no encajar dentro de lo normotípico o tener rasgos diferentes. Y hay que pararlo a tiempo. Ser capaces de poner límites. Es una necesidad básica del ser humano, queremos que nos quieran, pero ¿a qué precio”, precisa Miguel del Nogal. 

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