Cuando cada persona suma - Ahora
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Cuando cada persona suma
CUANDO CADA PERSONA SUMA
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parte 1 migrantes que suman
El 18 de diciembre de 1990 Naciones Unidas proclamó esta fecha como el Día Internacional del Migrante para reconocer el valor de todas esas personas que dejan su hogar detrás y se embarcan en una nueva aventura, muchas veces con diversos y desafiantes retos por delante. En 2024, y según datos del INE, España cuenta con 6.491.502 personas de nacionalidad extranjera entre sus fronteras, siendo Colombia, Venezuela y Marruecos las nacionalidades que lideran los flujos migratorios hacia España en los últimos años.
Las personas en movimiento son agentes impulsores muy poderosos para el desarrollo, tanto en los países de origen como en los de tránsito o destino. Las personas migrantes traen consigo la capacidad de ayudar, de transformar y de aportar a la sociedad en la que conviven. Como muestra, las siguientes historias.
parte 2 migrantes que suman
Sumando en una catástrofe natural
Gina Fabiola Rubio llegó a España poco antes de que estallara la pandemia. Aquí ya residía su familia, por lo que se instaló con sus seres queridos en Girona. Fue entonces cuando, tras mucho tiempo queriendo hacerse voluntaria, se sumó al voluntariado de Cruz Roja. “Me acuerdo de lo fuerte que fue el COVID. La gente no podía salir a la calle, habilitamos un espacio para gente que vivía en la calle… Ahora, con la perspectiva, te das cuenta de todo lo que significó”, explica. Después llegaron las vacunas. Gina recuerda las llamadas posteriores para continuar al lado de las personas más vulnerables y campañas como la ola de frío, que ahora, precisamente, vuelve a ser uno de los temas centrales de la actuación de Cruz Roja. “Estoy muy contenta con las labores que hago en la organización, de poder ayudar cuando se necesita”, alega Gina Fabiola. Ella también ha sido una de las personas voluntarias que se han desplazado sin dudar hasta Valencia para ayudar durante la DANA, tanto atendiendo a personas con movilidad reducida como repartiendo ayuda en casas. “Estoy muy orgullosa de la gente de Valencia, el recibimiento ha sido espectacular aun pasando todo lo que ha pasado allí”, menciona con emoción.
Micaela, joven de 30 años procedente de Bolivia, no solo forma parte del proyecto TándEM de formación y empleo de Cruz Roja, sino que también es voluntaria de la organización. Aldaia es su hogar desde hace 23 años y una de las localidades afectadas por la DANA. “En mi familia solo hemos sufrido daños materiales. Era imposible no hacer nada aquí, y hemos estado ayudando como hemos podido”, cuenta Micaela, que ayuda habitualmente con adolescentes, familias recién llegadas o atendiendo a personas en situación de vulnerabilidad en su actividad voluntaria.
El tiempo es uno de los bienes más preciados que tenemos y dedicarlo a ayudar desinteresadamente a otras personas siempre suma, aporta e inspira.
parte 3 migrantes que suman
Sumando con un negocio local
A veces los sueños se cumplen. Es el caso de Ahmed Akko, quien llegó a Toledo hace 6 años. Con 18 años recién cumplidos vino con un programa de reasentamiento desde Turquía, donde había estado refugiado durante 5 años y trabajando en una fábrica textil en pésimas condiciones. Desde su llegada a Barajas, recuerda a Cruz Roja: “Nos acogió a mi familia y a mí”, dice.
De la mano de Cruz Roja, Ahmed empezó a aprender el idioma e hizo un curso de peluquería. “Para colaborar, me hice voluntario como intérprete para la acogida de familias provenientes de Yemen y Palestina”, cuenta. Tenía claro que quería abrir su propio negocio y estuvo durante 3 años trabajando en una frutería para ahorrar. Desde abril de 2024 ‘El león de oro’, su barbería, es una realidad.
“Decidí ser autónomo y una barbería me permitía poder abrir mi negocio sin préstamo, ya que he podido ahorrar mientras trabajaba en la frutería. Hasta el momento está funcionando bien, tengo citas todos los días y mi intención es ampliar”, explica Ahmed.
Crear un negocio desde cero y contribuir a la economía sin duda supone una de las formas más claras de aportar al país que se convierte en casa. “Con nuestro esfuerzo y trabajo, todo el mundo sumamos”, añade.
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parte 4 migrantes que suman
Sumando con ganas de aprender
Mustafa Youseeff Hassan Abakr tiene 25 años y llegó a España desde Sudán en el año 2023. De la mano de Cruz Roja ha residido en Ceuta, Valencia y Ourense, donde se encuentra en la actualidad. Tras estar 10 meses en el centro de acogida Sobrado do Bispo, desde agosto se encuentra en fase de autonomía y pese a seguir necesitando ayuda, Mustafa Youseeff tiene su vida mucho más encaminada y sus objetivos muy definidos.
“Cuando llegué ni siquiera sabía qué quería decir ‘hola’. Pronto empecé a aprender español para mejorar mi idioma y poder hablar con la gente. Me han ayudado mucho”, admite Mustafa Youseeff, que lanza un mensaje positivo: “No hay vida fácil, pero tienes que intentar mejorarla. No digas que ‘no puedes’: siempre puedes. Nacimos sin saber nada. La paciencia es la llave”, expone.
"La paciencia es la llave"
Y lo demuestra: estudia por la mañana para encontrar un trabajo relacionado con la calefacción y la fontanería, y por la tarde continúa aprendiendo español. Si puede, hace deporte el fin de semana o por la noche. Es el perfecto ejemplo de constancia y voluntad. “Primero hay que saber cosas para luego trabajar. Pero siempre tengo ganas de aprender y conocer más de lo que me rodea”, concluye.
El aporte de las personas migrantes en la DANA de Valencia no solo se mide en kilos de barro retirados o litros de agua drenados, sino en los lazos creados y en las barreras derribadas. Esto mismo es aplicable a otras situaciones de dificultad. La interculturalidad no es solo una riqueza cultural, es también una fuerza capaz de unir y transformar. En definitiva, refleja el poder de la humanidad.