Julián Andujar: Inteligencia Artificial como Tecnología Humanitaria para un mundo mejor - Ahora
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Actualmente están en pleno desarrollo tecnologías con un gran potencial y de las que llevamos tiempo escuchando en los informativos que van a cambiar el mundo tal y como lo conocemos. Algunas de ellas son la movilidad con vehículos autónomos, las redes de comunicación móviles 5G, asistentes virtuales, robótica social, impresión 3D, realidad virtual, sensores conectados a Internet (IoT), blockchain, etc. Sin embargo, de todas estas tecnologías emergentes, si hubiera que destacar una con capacidad de transformación sin duda que sería la Inteligencia Artificial (IA), ya que es la base y dota de utilidad a multitud de herramientas tecnológicas.
En el caso de las entidades Humanitarias la IA también puede ser de gran utilidad para ayudar en retos como:
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La preparación y respuesta ante emergencias, permitiendo prever los desplazamientos de población ante catástrofes naturales, optimizar la distribución de la ayuda, evaluar las zonas más afectadas con procesamiento de imágenes por satélite o el uso de drones con cámara que incorporan algoritmos de IA para la búsqueda y rescate de personas en zonas de difícil acceso.
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Otro campo de gran impacto humanitario es el de la universalización de la educación, adaptando y personalizando el contenido, ofreciendo una experiencia de aprendizaje más efectiva e inclusiva, especialmente para aquellos países con menos recursos.
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La reducción de la hambruna optimizando la producción agrícola, el manejo de recursos hídricos y la distribución de alimentos. Ofrecer atención médica facilitando información sobre síntomas y enfermedades, sistemas de diagnóstico asistido para analizar imágenes médicas y brindar recomendaciones de tratamiento o el diseño de prótesis ante amputaciones que se fabrican en impresoras3D, son solo algunos de los muchos ejemplos de tecnología humanitaria que son posibles gracias a la IA.
Tenemos que ser conscientes que nos encontramos en un punto de inflexión, porque si bien es cierto que la IA no es algo nuevo y llevamos años escuchando hablar de ella, ha sido recientemente con el lanzamiento de ChatGPT, y lo que se denomina IA generativa, cuando se ha producido una verdadera revolución, ya que hemos podido “tocar” y experimentar para empezar a imaginarnos las posibilidades de la IA tal y como veíamos en las películas de ciencia ficción donde una máquina, a modo de oráculo y ente superior, dialogaba con una persona dando respuesta a cualquier pregunta. Ya a día de hoy se ha superado un límite que pensábamos insalvable en donde la IA quedaba delimitada a ayudarnos, de diferentes maneras, al procesamiento y análisis de grandes volúmenes de información, y las personas conservábamos la exclusividad de tener la capacidad creativa, artística y de razonamiento. Hoy en día cualquier persona desde su móvil puede crear un artículo como este, una novela, una canción, generar un cuadro o recopilar argumentos para debatir sobre un tema. Este potencial de la IA explica la carrera que existe entre empresas, países y gobiernos para tener la supremacía en el desarrollo de esta tecnología. Es aquí donde se puede producir una nueva brecha y aumento de desigualdades entre quienes tienen acceso a ella y quienes no, por lo que las entidades humanitarias tienen un papel clave, una vez más, para defender la equidad, la justicia, un uso ético, no discriminatorio y hacer de altavoz de todas esas causas que denuncien un uso en contra de los derechos humanos.
Parece claro que la IA sí tiene el potencial para cambiar el mundo tal y como lo conocemos y aplicarse a multitud de ámbitos. De todos los ámbitos a los que puede ser aplicada, sin duda que, como Tecnologia Humanitaria es el que permite construir un mundo mejor para todas las personas.