Yasin y Daniela saben perfectamente todo lo que conlleva buscar trabajo. Ambos han participado en el Plan de Empleo de Cruz Roja en Toledo y son conscientes de la dificultad que entraña enfrentarse a un proceso que, en muchos casos, está lleno de incertidumbres. Yasin, tras formarse como camarero en Cruz Roja y trabajar durante un tiempo en un establecimiento, se ha quedado de nuevo desempleado. “Sigo buscando trabajo”, menciona. Pero no lo hace desde la resignación: ya está matriculado en un nuevo curso para seguir aprendiendo. Daniela, por otro lado, acaba de cumplir 4 meses como camarera en un restaurante. “Es algo pesado”, confiesa, “pero interesante”. 

“El primer paso, el salir a repartir un currículum o similar, es lo más difícil”

Aunque sus casos son diferentes, los dos comparten que la motivación y la constancia son clave en el viaje que supone encontrar un empleo. “El primer paso, el salir a repartir un currículum o similar, es lo más difícil”, matiza Yasin. Por eso, tras terminar su contrato, no ha dudado en seguir formándose para mantenerse activo; rendirse y esperar en casa de brazos cruzados no es una opción. Daniela, ya más asentada en el ámbito laboral, tampoco olvida lo mucho que le ha ayudado Cruz Roja en el pasado más reciente. “La ayuda ha sido muy positiva”, valora, tanto en la preparación del currículum como en otros muchos temas. 

Yasin y Daniela son el espejo en el que muchas personas se miran cada día. Buscar un trabajo no es una tarea precisamente sencilla, sino un trabajo en sí mismo que a veces adquiere los tintes de una auténtica odisea. ¿La parte positiva? Que embarcarse en este proceso, tan solitario, delicado y duro, es más sencillo cuando una mano amiga guía, alienta y aconseja desde la profesionalidad.  

Los factores que influyen en la búsqueda de trabajo 

Plantearse la búsqueda de empleo sin tener en cuenta algunos factores como el mercado laboral o las circunstancias personales supone un punto de partida erróneo. Así lo entiende Antonio Hernández, técnico de empleo de Cruz Roja en Jaén, que evidencia que de esta forma se tiende a repetir esquemas ya aprendidos. “No es posible utilizar la misma manera de buscar empleo que hace 30 años porque el mercado no es el mismo”, advierte. 

Buscar trabajo, además, tiene que llevar asociada una actitud ser una vocación impulsada por la activación y la motivación. En el momento en que la persona que busca empleo se convierte en una autómata resignada a entrar en ciertos portales de empleo y entregar su currículum sin ningún interés añadido, se nota. Aunque es normal que a veces pesen las circunstancias. “Hay una serie de aspectos personales (internos o externos) que afectan”, explica Hernández, y pone como ejemplo que una persona soltera y una persona casada, con hijos y con responsabilidades familiares parten desde circunstancias diferentes que “condicionan” el proceso. 

A menudo, la necesidad de encontrar un empleo cuanto antes, acuciados por la situación económica que se vive, también puede lastrar el proceso. “Muchas veces falta marcarse unos objetivos reales a corto y medio plazo”, prosigue Antonio Hernández. En ese sentido, “hay que saber qué aspectos dependen de uno, y cuáles no. Qué podemos cambiar y qué no. Y saber en cada momento por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo: eso es fundamental”, añade. Por eso, precisamente, existen distintos itinerarios que la Organización pone al servicio de la gente interesada, y donde se va realizando un seguimiento individual de cada caso.  

“Muchas veces falta marcarse unos objetivos reales a corto y medio plazo”

Las historias de José Fernando y Mª José, por ejemplo, poco tienen que ver entre ellas. El primero llegó a Cruz Roja porque, pese a tener un buen trabajo como cocinero, quería darle un giro a su carrera profesional motivado por el nacimiento de su hija y los horarios que implicaba su trabajo en hostelería. Tras capacitarse con Cruz Roja en temas logísticos, arrancó sus prácticas laborales en una plataforma logística donde en apenas unos meses obtuvo un contrato indefinido. Para él está claro que “gracias a Cruz Roja, me ha cambiado la vida”.  

Mª José, por otro lado, se vio completamente bloqueada tras el fallecimiento de su madre. Con más de 45 años, y una vida entera dedicada a cuidarla, su estado anímico no era el mejor para enfrentarse a la búsqueda de un empleo. En Cruz Roja supieron que su experiencia como cuidadora podía ser un valioso activo, y por eso le recomendaron que se encaminara hacia la rama sociosanitaria. Actualmente, está trabajando como auxiliar de ayuda a domicilio, algo por lo que no puede estar más agradecida a la Organización.

Los pasos a seguir, las competencias a trabajar 

Para Diego Mecinas, técnico de empleo con jóvenes de Cruz Roja en Tomelloso (Ciudad Real), “buscar trabajo es un viaje de largo recorrido con muchas estaciones”: una carrera de fondo. En su caso, suele atender a muchas personas menores de 30 años que llegan a las oficinas sin tener muy claro lo que quieren. A veces viven con sus padres, en otras ocasiones nunca llegan a acabar los estudios. Pero no son las únicas casuísticas. También reciben a jóvenes con un grado medio o una carrera universitaria que buscan que les echen una mano en alguna cuestión específica. “La forma de trabajar con unos y otros es diferente”, explica.  

Lo primero que hacen, y que suele ser común en todos los casos, es tomar una foto fija del pasado y del presente: se analiza la trayectoria y se establece el camino que se quiere seguir a partir de ese momento teniendo en cuenta los recursos con los que se cuenta, los objetivos y el punto de partida de cada uno. “Les decimos que siempre tienen que ofrecer algo que a las empresas les interese porque, si les interesan, los contratarán. También vamos dándoles una serie de tips y un conjunto de hábitos. No todo vale”, señala Mecinas. 

Buscar trabajo es una carrera de fondo

En primer lugar, puede ser muy útil hacerse con una agenda para poder apuntar los siguientes pasos. “A lo largo de esta semana o de este mes, voy a hacer las siguientes cosas: voy a contactar o a buscar estas empresas, voy a mandar el currículum a ciertos sitios, o me voy a inscribir en ciertos portales de empleo…”, enumera Diego Mecinas. “A nivel de formación, no hace falta hacer cursos de 800 horas, pero conviene ir haciendo, aunque sea de 15 o 20 horas. Hay muchas plataformas que los ofrecen de forma gratuita y online, y aportan mucho conocimiento”, agrega, y recuerda que la formación continua es un valor para toda la vida.  

Cuidar los contactos y hacer networking también son buenas estrategias, así como trabajar las competencias personales, tales como el trabajo en equipo o la comunicación, especialmente en la atención de cara al público. “Y cuidar la marca personal”, puntualiza. Por ejemplo, teniendo muy en cuenta qué se publica en redes sociales, o siendo consciente de la huella profesional que se deja en el trabajo.  

No siempre todo el mundo abraza con el mismo entusiasmo estos consejos, pero las historias de éxito con las que cuentan en la asamblea de Tomelloso (Ciudad Real) demuestran que sirven. Sin ir más lejos, la de Elena. Cuando llegó a Cruz Roja, apenas se atrevía a levantar la mirada, y no albergaba motivación alguna por nada de lo que había a su alrededor. Tras hablar con ella en diversas ocasiones, se percataron de que lo que realmente despertaba en ella cierta ilusión era trabajar con niños y niñas. El cambio, a partir de ahí, fue espectacular. Se hizo voluntaria de Cruz Roja, y en la actualidad está colaborando con el ayuntamiento de la localidad en actividades infantiles. No ha perdido la vinculación con Cruz Roja, y sigue teniendo contacto con Diego Mecinas y la Organización. 

Clara Gutiérrez, técnica de empleo en el proyecto Reto Social Empresarial de Cruz Roja en Córdoba, recoge el testigo de lo dicho hasta el momento para ahondar en la importancia de trabajar en las competencias, por ejemplo, en una entrevista laboral. “A lo mejor nos frustra hacer entrevistas y que no nos cojan, pero es que puede que no estemos acertando con cómo lo estamos haciendo. Por eso es importante ofrecer herramientas para hacer que esa inversión de tiempo y esfuerzo que hacemos en la búsqueda de trabajo sea efectiva”, resuelve. Las competencias digitales, en la misma línea, son cada vez más determinantes en este proceso. 

Sonia, participante del Plan de Empleo en Córdoba, tenía pocas destrezas en el ámbito digital: se consideraba incapaz incluso de encender el ordenador. Sin embargo, el primer día que asistió a un taller de la Organización, y se creó su LinkedIn se encontró con una inesperada sorpresa: en la primera oferta en la que se inscribió, haciendo el propio taller, la llamaron y la contrataron. A veces hace falta desmontar las creencias limitantes para poder volver a construir sobre el autoconocimiento. No es poco.  

Lidiar con la frustración y la desmotivación 

El trabajo de encontrar trabajo puede alargarse mucho en el tiempo y es normal, en cierto punto, acusar la frustración con poca energía combativa. “A nivel psicológico, muchas veces ya sirve el estar a su lado para evitar que se frustren”, apunta Antonio Hernández desde Cruz Roja Jaén. “Pongamos por caso que hay una persona que tiene que cuidar de menores o mayores, le sale un empleo, pero tiene que renunciar a él porque no es compatible con su situación. Eso genera frustración, y la manera más sana de no caer ahí es aceptar desde el punto en el que se está partiendo”, recuerda.  

También se realizan intervenciones a nivel grupal, donde el grupo, precisamente, se convierte en una fuente de apoyo. En los casos más específicos, desde la Organización se deriva hacia otras áreas, ya sea de apoyo psicológico o ventilación emocional, para atender la situación si es preciso. “En Cruz Roja trabajamos de manera integral, y el empleo no puede estar limitado a sólo unos aspectos. Si también percibimos una necesidad económica, intentamos abordarla desde otros proyectos”, dice Hernández. 

“En Cruz Roja trabajamos de manera integral, y el empleo no puede estar limitado a sólo unos aspectos"

La falta de empoderamiento y confianza también influye en el trabajo de buscar trabajo. Clara Gutiérrez, técnica de empleo en Cruz Roja Córdoba, habla con conocimiento de causa: “Recuerdo el caso de María, una mujer víctima de violencia de género con una desmotivación impresionante. Los talleres de confianza, empoderamiento, de ocio, y todo el tema de las redes de apoyo le hizo sentirse mejor en esa búsqueda de empleo. Le puso muchas ganas y ya está trabajando”, expone Gutiérrez. “Trabajamos mucho con las personas para que vean cuáles son sus puntos fuertes”, añade.  

El trabajo de buscar trabajo no es un camino de rosas. Pero con ayuda, asesoramiento,  acompañamiento profesional, paciencia y muchas ganas es cuestión de tiempo que aparezca una oportunidad. Y ahí, precisamente ahí, habrá que hacer todo lo posible para aprovecharla.