El riesgo de trata ante las movilizaciones masivas de población - Ahora

• En contextos donde muchas personas se desplazan de un lugar a otro existe un mayor riesgo de sufrir una situación de trata. Desde Cruz Roja dan claves para combatir esta problemática. 

Desde que empezó el conflicto de Ucrania, Cruz Roja ha atendido a más de 35.500 personas en España. Estas se han desplazado desde su país de origen hasta el nuestro haciendo un viaje, en muchos casos, plagado de desafíos. Y es que, cuando se dan movimientos en los que muchas familias se desplazan de forma brusca de sus contextos de seguridad y origen aparece el riesgo de las situaciones de trata, es decir, de redes y personas que se aprovechen de la incertidumbre e inseguridad que sufren esas personas desplazadas.  

En Cruz Roja son conscientes de esta realidad. La situación de trata no es algo nuevo para la Organización, que lleva más de 25 años acompañando a mujeres y familias en estas situaciones. Gracias a ello, precisamente, tienen suficiente bagaje y conocimientos para identificar, detectar y alertar ante cualquier indicio de ello. Rosa Flores, referente de la Unidad de Trata de Cruz Roja, expone que, aunque afortunadamente no se ha materializado en ningún caso señales de esta explotación, sí existen “indicadores de riesgo” en la recepción de mujeres y familias que están llegando a España desde Ucrania. 

 
Cruz Roja lleva más de 25 años combatiendo la trata de seres humanos 
 

“Estamos alerta a cualquier posible señal que nos haga pensar que pueda haber una situación de trata detrás. En esos casos, activamos nuestros procedimientos de protección a las personas y comunicación interna, alertando a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, en caso necesario”, cuenta Flores.

Los teléfonos oficiales son, ante cualquier duda, el lugar a donde hay que recurrir. Por supuesto, el de Cruz Roja (900 22 11 22), pero también el de cita previa para la tramitación de la documentación (+34 91 047 44 44); el de víctimas de violencia de género, trata y explotación sexual (016, y en WhatsApp 600000016); o el de Fundación La Caixa (900 67 09 09) para canalizar el ofrecimiento de familias que quieren participar en el programa de acogida de refugiados ucranianos.  

Rosa Flores también advierte de otros mensajes clave para las personas recién llegadas a nuestro país: 

• Informarles de que el Estado ha previsto espacios seguros donde podrán alojarse, con cobertura de necesidades básicas y asesoramiento profesional (social, legal, psicológico; acceso a recursos educativos, sanitarios, prelaborales y laborales). 
• Ofrecerles asesoramiento sobre los derechos que les corresponden. 
• Reiterarles la importancia de mantener su documentación identificativa con ellas. 
• Alertarles sobre riesgos potenciales en las ofertas de acceso a vivienda, transporte, empleo o documentación, invitando a que los verifiquen sin prisa y con profesionales del sistema de acogida (conviene aplicar el sentido común y huir de aquello que resulte “demasiado bueno para ser verdad”).  

Cruz Roja también está entregando dípticos de sensibilización tanto en castellano como en ucraniano mencionando los riesgos a los que se pueden exponer las personas que llegan, así como los derechos con los que cuentan. También se está trabajando en distintos materiales enfocados a detectar señales de alerta tanto en centros de acogida, en trabajos, o en ofrecimientos que puedan suponer un riesgo para estas personas. 

Y es que, aunque al hablar de situaciones de trata, se suele pensar generalmente en el tema sexual, no siempre es así; una situación laboral o doméstica también puede desembocar en una situación de explotación que hay que combatir. Frente a todo ello, la coordinación resulta crucial. “La mejor manera de prevenir todo esto es ofrecer seguridad a las personas que están llegando a nuestro país. Mientras más organizadas estemos y más trabajemos de forma colaborativa y coordinada, más reduciremos el margen de maniobra que tienen las redes y personas que hay detrás de la trata y que intentan engañar a mujeres, niños o niñas que están llegando”, asegura Rosa Flores.