En primera línea desde Pakistán - Ahora
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- La situación en Pakistán es inabarcable. El país ha registrado unas lluvias monzónicas sin precedentes que han afectado a más de 33 millones de personas. Miguel Acebrón, delegado navarro de Cruz Roja Española, lleva allí desde octubre y nos cuenta cómo se está materializando la ayuda humanitaria.
Unas lluvias monzónicas sin precedentes, casi tres veces superiores a la media de los últimos 30 años. Este es el diagnóstico de la actual situación que se está viviendo en Pakistán, un país que ha registrado inundaciones y corrimientos de tierra generalizados que han afectado a más de 33 millones de personas, según estima la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). Más de 1.000 personas (entre ellas alrededor de 300 niños y niñas) han fallecido desde junio debido a las inundaciones. La Media Luna Roja de Pakistán, respaldada por la FICR, está prestando asistencia humanitaria inmediata a las personas afectadas para que reconstruyan sus vidas y medios de subsistencia.
Miguel Acebrón, delegado navarro de Cruz Roja Española desplazado por la FICR a Pakistán, llegó a mediados de octubre al país. Lo que más le llamó la atención en un primer momento fue la gran cantidad de zonas inundadas considerando que las inundaciones habían empezado en julio. “Todavía hay zonas inaccesibles y pueblos cubiertos por el agua. De hecho, la erosión constante del agua está afectando a ciertas carreteras y algunas comunidades pronto estarán incomunicadas”, explica desde Pakistán.
Miguel Acebrón, delegado navarro de Cruz Roja Española desplazado por la FICR a Pakistán, llegó a mediados de octubre al país
El impacto, califica, es “inabarcable”. “En el momento de mayor extensión se generó un mar interior de 38.500 km2. Esto equivale a las superficies de Navarra, La Rioja, País Vasco, Cantabria y Asturias juntas. Además, 1,7 millones de casas han sido dañadas o destruidas, generando decenas de millones de desplazados. La Media Luna Roja Pakistaní, a quién apoyamos, va a alcanzar 40.000 familias mediante el programa de alojamiento”, señala Acebrón. A ello se suma una dificultad añadida: la situación de inestabilidad que viven algunas zonas de Pakistán causada por los grupos armados. Como resultado de ello, la población muestra incertidumbre sobre su futuro más inmediato. “Cuando bajarán las aguas, cómo se encontrarán las casas y los campos... La mayoría de las personas afectadas se dedican a la agricultura y la ganadería con recursos muy bajos y han perdido sus medios de vida”, indica el delegado navarro de Cruz Roja Española. En algunas zonas, el estado de las tierras impedirá también plantar una próxima cosecha, e incluso algunos campos presentan en estos momentos una capa de sal emanada durante la inundación que también ha perjudicado al entorno. Supone una “gran incertidumbre alimentaria”, evidencia Acebrón.
Apoyando en el programa de alojamiento
Como coordinador de alojamiento, Miguel Acebrón está prestando ayuda a la Media Luna Roja Pakistaní, que ha dividido la ayuda en tres fases: una primera respuesta a las familias desplazadas, que se traduce en la entrega de tiendas de campaña y artículos básicos (mosquiteras, mantas, láminas impermeables, depósitos de agua y utensilios de cocina); el apoyo a las familias que están volviendo a sus casas (tanto a nivel de entrega de herramientas, materiales y artículos básicos como con pequeñas formaciones en reconstrucción segura para fomentar edificios más resistentes a futuras inundaciones); y la reconstrucción de viviendas, acompañada por procesos participativos comunitarios para la concientización sobre el alojamiento seguro.
“Como coordinador estoy involucrado a todos los niveles, desde la definición estratégica nacional establecida desde la sede en Islamabad, a la gestión operativa y formativa a nivel provincial y local. Las personas voluntarias son la base de todo lo que hacemos, así que es nuestra prioridad facilitarles una implementación adecuada de sus actividades, al tiempo que garantizamos la trazabilidad a los donantes”, añade Acebrón.
Una preocupación para todo el Movimiento
Según cuenta el delegado navarro de Cruz Roja, las principales líneas de trabajo más allá del programa de alojamiento y distribuciones son salud, promoción de la higiene, agua y saneamiento. También se están desplegando Unidades de Respuesta ante Emergencias (ERU) para establecer plantas de tratamiento de agua en distintos puntos del país.
Las unidades móviles de salud, que se trasladan por los distintos pueblos y campamentos para tratar a las personas, realizan una evaluación para detectar posibles brotes de cólera. “Por suerte, no se confirmaron”, dice Miguel Acebrón, “aunque hay una prevalencia de enfermedades gastrointestinales debido a la insalubridad vivida actualmente”. Otras enfermedades como la malaria se han expandido debido a la proliferación de mosquitos en el agua estancada.
Las inundaciones son cada década más fuertes y frecuentes
Las inundaciones son cada década más fuertes y frecuentes, por lo que resulta imprescindible plantear soluciones resilientes. “Pakistán está entre los 5 países del mundo más vulnerables al cambio climático. El deshielo de los glaciares de la Cordillera del Karakórum (donde se encuentra el K2) y las cada vez más frecuentes lluvias torrenciales aumentan la escala de las inundaciones”, recuerda el delegado navarro.
Junto a las pequeñas píldoras formativas en reconstrucción segura (sobre cómo adaptar, por ejemplo, la arquitectura tradicional a un nuevo escenario de cambio climático), Cruz Roja Española también está implementando un programa de tratamiento domiciliario de agua y almacenaje seguro donde se enseña a las familias a purificar el agua y mantenerla segura para su consumo. “Este cambio de hábitos les da herramientas para afrontar futuras inundaciones o situaciones donde el agua accesible esté contaminada”, concluye Acebrón.
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