El agua es un recurso fundamental para la supervivencia y la calidad de vida, y su acceso puede ser un elemento estabilizador y generador de paz. Por eso, este año el lema elegido por Naciones Unidas para conmemorar el Día Mundial del Agua que se celebra este 22 de marzo es ‘Agua para la paz’. La escasez de agua segura puede provocar que surjan o aumenten tensiones entre las personas o las comunidades. Es solo una de las consecuencias producidas por la falta de acceso a uno de los recursos más preciados y vitales que tenemos, el agua.

Desde Cruz Roja Española, bajo el mandato de proteger la salud y el bienestar físico y emocional de las personas en todas las etapas de su vida, se trabaja en diferentes países de África y de Latinoamérica y Caribe realizando acciones para que las personas tengan un acceso seguro y equitativo al suministro de agua y servicios de saneamiento tanto a nivel comunitario como en servicios de salud o de educación (escuelas). Una labor que va dirigida, por una parte a las comunidades, para que dispongan de servicios de salud adecuados y de calidad, incluyendo sistemas adecuados de agua, saneamiento e higiene, creando así comunidades más saludables y resilientes; y por otra a las cruces rojas de cada país, con el objetivo de fortalecer su rol auxiliar de los poderes públicos en materia de salud. “Nuestro objetivo final es fortalecer a las sociedades nacionales (las cruces rojas de cada país) ya que son ellas  las que están mejor posicionadas como actores locales para responder a estos desafíos”, explica Isabel Sidro, responsable de la cooperación de Cruz Roja Española en América. 

Centroamérica

Solo el 65% de la población de América Latina y el Caribe tienen acceso a servicios de agua gestionados de manera segura, según señala la OMS. Además, solo el 22% tiene acceso a servicios de saneamiento gestionados de manera segura. En esta región, Cruz Roja Española trabaja a varios niveles. “Apoyamos a las Cruces Rojas de cada país en sus acciones de mejora de infraestructuras y de construcción rehabilitación de los sistemas de agua y saneamiento a nivel comunitario, contribuyendo a garantizar el derecho al agua. Esto se complemente con un trabajo de fortalecimiento de la cohesión comunitaria, porque todas las infraestructuras llevan asociados grupos comunitarios de gestión del agua, es decir, sistemas comunitarios para el mantenimiento y la gestión del agua. Además, realizamos acciones formativas, tanto con voluntarios y voluntarias de las comunidades, que son los que trabajan en los proyectos, como con las autoridades locales y personal de instituciones públicas, con el objetivo de fortalecer la prevención y promoción de higiene en los hogares y comunidades, de modo que se eviten las enfermedades asociadas a la falta de acceso al agua segura y al saneamiento”, añade Sidro.

Honduras

En uno de esos países, Honduras, 1,6 millones de personas no tienen garantizado el derecho al agua y saneamiento. Allí, Cruz Roja Española enfoca sus acciones en garantizar el acceso seguro y equitativo al agua y el saneamiento. Ejemplo de ello es el proyecto de Fortalecimiento comunitario para la gestión integral del recurso hídrico y saneamiento en comunidades del municipio de Trojes, en el Departamento de El Paraíso dirigido a 128 familias (1.323 personas) que han sido capacitadas y han puesto en práctica hábitos relacionados con el saneamiento, manejo de desechos sólidos, y buenas prácticas higiénicas. En total, tres comunidades han mejorado sus servicios de saneamiento básico y cuentan con servicio de agua potable para consumo y uso doméstico. Tres de los centros de salud de la región cuentan con recursos para la prevención y atención de enfermedades transmitidas por el agua y para la atención primaria.

Con el mismo enfoque y con el fin de proteger la salud de las personas, en Honduras se está implementando una intervención para mejorar el acceso al agua segura y a condiciones de saneamiento básico para 65 familias de comunidades rurales: se está construyendo un sistema de distribución y tratamiento de agua comunitario para estas familias; se está capacitando a la Junta Administradora de Agua para la administración, mantenimiento del sistema y fortalecimiento de sus capacidades de gestión, y se están llevando a cabo formaciones dirigidas a la comunidad y voluntariado de Cruz Roja Hondureña sobre tratamiento del agua y promoción de la higiene.
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Haití

Haití presenta la peor situación en cuanto al acceso del agua y el saneamiento  en la región de Latinoamérica y Caribe. Una cuarta parte de los hogares del país utilizan fuentes de agua no aptas para beber. Además, sólo el 55% de los hogares tienen acceso a servicios básicos de agua potable y el 61% de los hogares no tienen acceso a letrinas en buen estado. Cruz Roja Española tiene presencia en Haití desde hace 20 años con una delegación permanente que trabaja apoyando y en coordinación con la Cruz Roja Haitiana.

Una cuarta parte de los hogares del país utilizan fuentes de agua no aptas para beber

Actualmente, se desarrollan acciones encaminadas a mejorar el acceso a agua segura en Jacmel. Gracias a la financiación de la Comunidad Autónoma de Madrid, la Organización tiene previsto llegar a 3.000 personas, incrementando el conocimiento y facilitando recursos comunitarios para disponer de agua segura a través de métodos de potabilización domiciliaria de agua y promoción de la higiene en escuelas, y también aumentando las capacidades de las instituciones responsables de la gestión del agua para aplicar programas de tratamiento domiciliario de agua. 

África

Las cifras en el continente africano son estremecedoras. 500 millones de personas viven en 19 países de África con inseguridad hídrica. Entre 5,7 y 8,4 millones de personas mueren cada año por deficiencias en los centros de salud. Una grave vulneración de un derecho que no solo tiene consecuencias sobre la salud, sino que también provoca desplazamientos internos forzados por catástrofes en el continente africano. Solo en 2022 fueron 7,5 millones las personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares por consecuencia de catástrofes naturales en el continente. Además, se estima que durante 2023 hasta 105 millones de personas se convirtieron en migrantes internos solo en África por causas derivadas del cambio climático, según señala el Informe Groundswell de 2021 elaborado por el Banco Mundial.

Tanzania

En Tanzania se calcula que cada año se producen 31.000 muertes debido a unos servicios de agua, saneamiento e higiene inadecuados. Esto representa más del 10% de las muertes evitables en Tanzania, y cuestan a la economía del país más de 2.400 millones de dólares al año en costes médicos excesivos y pérdida de productividad.

Allí, Cruz Roja Española está llevando a cabo en la actualidad una intervención con el título 'Garantizando el derecho a la salud y a la atención de calidad para las mujeres y los recién nacidos en el distrito de Kakonko (Kigoma, Tanzania)' que está previsto que llegue a 1.900 mujeres y menores de cinco años.

“La intervención aborda la falta de servicios de calidad en el distrito de Kakonko, beneficiando mayormente mujeres y niñas. El objetivo es garantizar servicios de salud sexual y reproductiva adaptados al género y edad, culturalmente pertinentes, sin discriminación. Se busca fortalecer instalaciones y servicios de salud materno-infantil, capacitar al personal médico, promover hábitos saludables y proporcionar información precisa para mejorar el derecho a la salud en la comunidad de Kakonko, Tanzania”, explica la delegada en terreno, Anna Albiol.  Esta intervención, dotada con 260.000 euros, está financiada en gran parte por la Junta de Castilla y León. 

Cruz Roja Española, comenzó a trabajar en la región de Kigoma junto a la Cruz Roja Tanzana en 2001. Desde entonces han llevado a cabo más de 20 acciones conjuntas entre las que destacan las realizadas en torno al acceso al agua, saneamiento e higiene.

Burkina Faso 

En Burkina Faso, sólo el 34% de la población urbana tiene acceso a instalaciones sanitarias que cumplan las normas mínimas. El 60% de la población padece enfermedades diarreicas y trastornos carenciales como consecuencia de la mala calidad del agua. “En Burkina Faso el derecho humano al acceso al agua y saneamiento es todavía uno de los grandes retos que tiene como consecuencia una elevada tasa de enfermedades de transmisión hídrica, malnutrición infantil y la tasa de mortalidad relacionadas con el agua potable”, señala una de las tres personas delegadas de Cruz Roja Española, Marina Liébana.

En el país africano, Cruz Roja Española trabaja con la intervención ‘Garantizar el derecho humano al agua potable y al saneamiento básico de los/as alumnos/as y de los usuarios/as de los centros de salud de la comuna de Komki Ipala (II fase)’. “El objetivo específico es mejorar el acceso al agua potable y del saneamiento básico de forma sostenible de 777 alumnos/797 alumnas de 5 escuelas y 7.046 usuarios/as de 2 centros de salud, dando continuidad al proyecto iniciado en 2021 en la comuna de Komki Ipala, provincia Kadiogo, región Centro, garantizando las siguientes dimensiones: 1) El acceso equitativo tanto físico como social al agua, sus instalaciones y saneamiento, garantizando la no discriminación por cuestiones de edad, origen étnico, discapacidad o distancia, y con una atención especial al acceso y necesidades de las mujeres embarazadas y la infancia, 2) Apoyando las acciones destinadas a mejorar la potabilidad y salubridad del agua accesible, 3) Promoviendo la sostenibilidad ambiental de los recursos hídricos, desde las buenas prácticas individuales y comunitarias y con especial atención al Derecho Humano al agua potable y saneamiento, fomentando la disponibilidad de agua potable suficiente y continúa que garantice el consumo, saneamiento e higiene”, subrayan. 

Financiada en su mayoría por la Junta de Castilla y León, esta intervención que finalizará en abril de este año, está previsto que llegue en total a 20.000 personas.

Todas estas intervenciones que desarrolla Cruz Roja Española, tanto en Centroamérica como en África, están alineadas con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6, cuya meta es proporcionar acceso universal y equitativo a agua potable salubre y asequible. 
Porque la salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua. Porque la mejora del abastecimiento, el saneamiento y de la gestión de los recursos hídricos puede impulsar el crecimiento económico de los países y contribuir a reducir la pobreza.