Entregar mantas, dar bocadillos, ofrecer cobijo o brindar unas palabras de aliento. Las personas que se encuentran en situación de sinhogarismo reciben una ayuda inestimable por parte de Cruz Roja. Pero no solo sus necesidades más básicas, las más inmediatas, son atendidas por la Organización: las actividades de ocio, tan importantes para todas las personas, también ocupan parte de la atención que lleva adelante Cruz Roja. Y qué importantes son. 

Los espacios de ocio y tiempo libre son indispensables para que las personas sin hogar puedan alejarse (al menos parcialmente) de las calles. Disfrutar de opciones culturales tan aparentemente cotidianas como el cine, el turismo o la gastronomía, a las que a menudo no tienen acceso, supone una válvula de escape de una realidad muy compleja y dura. “Cosas muy sencillas que nosotros tenemos al alcance de nuestra mano, y que a ellos, por su casuística, les resulta casi imposible de hacer”, evidencia Marcial Gómez, educador social y técnico del proyecto de Atención Integral de Personas sin Hogar de Cruz Roja en Sevilla. 

"Cualquiera de nosotros necesitamos socializar y divertirnos"

Más allá de ese tiempo libre, de evasión y diversión, los beneficios que entrañan estas actividades de ocio para ambas partes son notables. “Hemos comprobado que, a través de las actividades de ocio, se crea un espacio de normalización que no conseguíamos a diario con otras acciones. Aquí no hay diferenciación entre voluntariado, personal técnico o personas usuarias: todas hacemos lo mismo”, incide Gómez.  

Este tipo de actividades también ayuda a que las personas sin hogar socialicen y se relacionen con otras personas de una manera más directa: de tú a tú. “Se crea un espacio distendido en el que se abren más que cuando vienen a la oficina”, añade Gómez, que también remarca lo gratificante y motivador que supone para las personas en situación de sinhogarismo tener la posibilidad de participar en estas actividades. 

“Cualquiera de nosotros necesitamos socializar y divertirnos, por eso, además de darles un poco de sopa o una manta, procuramos aportarles algo más”, indica, por otro lado, Silvina Carrillo, referente de Personas Sin Hogar de Cruz Roja en Ibiza. “Cuando salimos por la noche todas las noches nos sentamos a hablar con ellos, pero a veces no tenemos mucho tiempo; con estas actividades es más fácil crear ese vínculo. A veces solo necesitan hablar”, reflexiona.  

Conociendo Sevilla desde otra perspectiva 

Una de las últimas actividades que ha realizado Cruz Roja bajo este marco es una visita turística de Sevilla. Las personas usuarias del proyecto de personas sin hogar han conocido la ciudad desde otra perspectiva: concretamente, desde la altura de un autobús turístico, actividad que se ha podido llevar adelante gracias a la colaboración de la empresa City Sightseen.  

“Es una actividad que no pueden realizar en su día a día. A menudo las personas sin hogar cargan con todas sus pertenencias a diario, la rutina les atrapa en ese círculo del que siempre hablamos, tienen tareas muy marcadas… y esto también les ayuda a organizarse de otra forma”, sostiene Marcial Gómez.  En febrero de 2023 se realizó la experiencia piloto, y el éxito fue tal que en noviembre del mismo año, coincidiendo con el Día de las Personas Sin hogar, se repitió. “La primera vez acudieron unas 14 personas; después, 42. Nos dieron el autobús entero, nos acompañaron desde la empresa y hasta nos dieron un desayuno que se repartió en el bus. Íbamos con nuestros cascos, conociendo las partes de Sevilla por donde íbamos”, explica el técnico de Cruz Roja. Cualquier persona externa que se hubiera encontrado con el vehículo no hubiera identificado las condiciones de cada uno, y eso, señala Gómez, también es importante para “normalizar y quitar los estigmas”. 

Durante el trayecto no faltaron las fotos ni los selfies. Y es que, aunque algunas de las personas en situación de sinhogarismo son de Sevilla, muchas otras tienen un perfil itinerante y tienen distintos orígenes. Además de repetir esta actividad en noviembre de nuevo, desde Cruz Roja también se programan de forma habitual otras actividades de ocio y tiempo libre como visitas guiadas al Alcázar o al barrio de Santa Cruz, así como tardes de cine, o talleres de pintura, risoterapia o musicoterapia. 

“Todas las actividades tienen mucho éxito y, a pesar de la dificultad que tienen muchas veces para venir, responden muy bien”, concluye Marcial Gómez, que también resalta el papel de todas las entidades sociales involucradas y el ayuntamiento en que este y otros proyectos salgan adelante.  

Food trucks para todo el mundo 

En Cruz Roja en Ibiza querían hacer algo especial con las personas en situación de sinhogarismo durante las pasadas fiestas y, hablando con el Consell Insular d’Eivissa, organismo que subvenciona el proyecto de personas sin hogar, surgió la idea: food trucks. “Queríamos hacer algo diferente”, explica Silvina Carrillo, referente de Personas Sin Hogar de Cruz Roja en Ibiza, “y la verdad es que lo disfrutaron mogollón”, agrega. En total asistieron 40 personas que recibieron un plato de comida caliente de las food trucks junto con el reparto habitual que realiza el furgón de Cruz Roja. Además de lo anterior, y con motivo también de las fiestas, se hizo un regalito y se repartieron productos de higiene “más especiales”. 

No es lo único que hacen en Cruz Roja en Ibiza. “Dentro de poco haremos un taller de bricomanía y reciclaje, y ya hemos hecho uno de jardín de autoriego. También hemos ido al cine”, cuenta Carrillo. “Mucha gente vive en un asentamiento, o en su tienda de campaña, con su plantita y sus cosas, y disfruta mucho de estos talleres. También es un momento en que se pueden reír con otra gente”, menciona. 

"Cuando los vemos disfrutar, disfrutamos nosotros"

Ir al cine, sin ir más lejos, puede convertirse en todo un acontecimiento. “Recuerdo que había un chico que no había ido nunca, ni siquiera sabía dónde estaba. Otro hacía 7 años que no pisaba una sala. Fuimos a ver una película de comedia y se lo pasaron genial. También hemos ido en kayak y hemos estado en un circuito de karts”, alega la referente de Cruz Roja en Ibiza.  

Uno de los participantes, un chico en silla de ruedas exmilitar que había acabado en la calle por distintos motivos, fue uno de los que más disfrutó de la experiencia. “Siempre se apunta a todo. El año pasado le pusieron una prótesis y le comentaron que tardaría un par de meses en empezar a dar pasos; pues a los dos meses ya estaba caminando. Y no veas cómo conducía el kart… se lo pasó en grande”, cuenta Silvina Carrillo.