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Hacer voluntariado a miles de kilómetros de casa
VOLUNTARIADO
Hacer voluntariado a miles de kilómetros de casa
24/05/2021
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
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Cruz Roja
  • Bélgica, Italia o Kenia... La distancia no es un obstáculo para seguir realizando voluntariado cuando existe voluntad. 

Bea vive en Padua (Italia), Irene en Bruselas (Bélgica) y Sandra reside y trabaja en Nairobi (Kenia) desde hace pocos meses. Las tres son voluntarias actualmente en Cruz Roja. Los miles de kilómetros que las separan de sus ciudades de origen no son ningún obstáculo para que sigan colaborando con la Organización. El voluntariado que las tres realizaban en España, lo hacen  ahora vía online. Un ordenador, una conexión a internet y unas horas a la semana es lo único que necesitan. Los medios cambian, el objetivo sigue siendo el mismo: ayudar a los demás para construir una sociedad mejor.  

El voluntariado digital no es algo nuevo para Cruz Roja. La Organización lo incorporó por primera vez en 2010 y en la siguiente década lo ha ido fomentando, conscientes de que la tecnología es un aliado para llegar a más personas. Este recorrido de diez años tuvo un punto de inflexión durante el confinamiento decretado el pasado mes de marzo cuando la situación obligó a cancelar toda actividad presencial que no fuese imprescindible como el reparto de alimentos y bienes de primera necesidad por parte del voluntariado.  

“Desde 2012 teníamos proyectos en los que, aunque la actividad pudiera hacerse presencialmente, forzábamos a que se hiciera de manera virtual porque queríamos tener experiencias en el marco del voluntariado digital”, explica Moisés Benítez, director de Voluntariado de Cruz Roja. Ese aprendizaje ha sido clave para continuar con la labor durante la pandemia. “Todas las actividades que podían virtualizarse se han virtualizado, y se han continuado realizando. Lo importante es que hemos podido mantener toda nuestra actividad en pandemia, porque esto nos ha pillado preparados”, dice Moisés. El proyecto de Promoción del Éxito Escolar dirigido ha sido uno de los principales proyectos que se ha trasladado al medio digital y que ha permitido continuar apoyando a miles de niños y niñas de familias vulnerables en sus tareas.  

El proyecto de Promoción del Éxito Escolar ha sido uno de los principales proyectos que se ha trasladado al medio digital y que ha permitido continuar apoyando a miles de niños y niñas

Desde Padua a Bilbao 

Es lo que hace Bea desde Padua. Cada semana se conecta una hora con Sara, una niña de 12 años que vive en Bilbao y le ayuda a repasar las clases de inglés, euskera o matemáticas. “Lo que más les cuesta es concentrarse y estar a una cosa, así que yo le animo a que esa hora estemos las dos sentadas y centradas haciendo los ejercicios, sobre todo las asignaturas que da en euskera y en inglés que son lo que más le cuesta”, afirma la voluntaria que también cuenta que ha visto cómo Sara cada vez se esfuerza más. Bea se mudó a Italia este año para cursar un máster en Derechos Humanos en la Universidad de Padua. Su voluntariado comenzó al decretarse el estado de alarma.  

“Empecé a colaborar con Cruz Roja Juventud durante esos meses comprando y llevando alimentos y bienes de primera necesidad. Esa experiencia me hizo sentir útil en un momento en que teníamos que quedarnos en casa. Me encantó colaborar”, afirma esta bilbaína de 23 años. Una vez en Italia, no dudó en seguir colaborando desde la distancia con Cruz Roja incorporándose al proyecto de Promoción del Éxito Escolar. “Me hace sentirme útil estando fuera de mi ciudad y sigo atada a ese voluntariado que comenzó durante el confinamiento. Quiero devolverle a la sociedad lo que la sociedad me ha dado a mí”, añade.  Dice que lo que más le reconforta es poder ayudar a personas con nombre y apellidos, ponerles caras y ver su progreso. Para ella, el voluntariado digital “es una forma muy sencilla de colaborar con las personas que lo necesitan desde una posición más privilegiada. Todos tenemos una hora a la semana, podemos abrir el ordenador, conectarnos con una persona y dedicarle un ratito. A nosotros no nos cuesta nada y nos va a reportar muchísimo”, concluye.  

Es solo uno de los ejemplos que demuestra que el voluntariado digital ha mejorado el acceso a las diferentes actividades a personas que viven en lugares remotos, tienen problemas de desplazamiento o, por cualquier otra circunstancia, deben acceder a través de medios digitales. “Ha permitido que a través de la pantalla los voluntarios y voluntarias se hagan presentes con la persona usuaria allí donde fueran necesarias. Y gracias a esta experiencia previa en la que ya veníamos trabajando, hemos podido realizar todo ello de forma óptima durante la emergencia”, añade Moisés Benítez.  

"Todos tenemos una hora a la semana, podemos abrir el ordenador, conectarnos con una persona y dedicarle un ratito", señala Beatriz desde Padua

Bruselas y Nairobi no están tan lejos de Madrid 

El área de RSC, Responsabilidad Social Corporativa y Alianzas con empresas, es fundamental para que Cruz Roja Comunidad de Madrid pueda seguir realizando sus proyectos y que estos lleguen a más gente, animando a la colaboración por parte del tejido empresarial de la Comunidad de Madrid. Este equipo está compuesto por 18 personas, de las cuales 3 corresponden a personal técnico y 15 a personal voluntario. Irene y Sandra son dos de las voluntarias de esta área.  

Irene se fue a Bruselas después de recibir una oferta para trabajar en una consultoría que trabaja con la Comisión Europea gestionando temas de proyectos europeos, financiación y fondos de la Unión Europea, proyectos de cooperación internacional al desarrollo y transfronteriza… Sandra  trabaja en la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Nairobi, tras recibir una beca ICEX. Ambas tienen perfiles altamente cualificados, necesarios para gestionar temas de Responsabilidad Social Corporativa que el área demanda. 

“No quería desvincularme de Cruz Roja y de la labor que desempeño allí a pesar de no estar presencialmente en España. Desde que era más pequeña he participado en voluntariados de forma activa, aunque siempre de forma presencial, y al ofrecerme la oportunidad de seguir colaborando con Cruz Roja vía telemática no lo dudé en ningún momento”, cuenta Irene en esta entrevista para Zona CREO. “Cuando me dijeron que me iba a Kenia no dudé en seguir con el voluntariado con Cruz Roja ya que, al ser online, pensé que podía seguir apoyando a la Institución desde la distancia. Y así fue. Aunque ahora no tengo tanto tiempo porque trabajo a jornada completa, puedo sacar algunas horas para seguir estando conectada y apoyar en lo que se necesite”, añade Sandra. 

Compaginar el voluntariado con su vida fuera de España es una tarea sencilla para ambas. La tecnología y la voluntad son los únicos requisitos. “Se puede compaginar perfectamente el voluntariado con vivir fuera de España, siempre se pueden sacar horas. En mi caso, el voluntariado con Cruz Roja siempre ha sido online, así que considero que puede ser muy útil dependiendo de las funciones que se quieran desempeñar. El equipo ha sido siempre muy cercano conmigo, escuchando mis propuestas y me he sentido muy integrada desde el minuto cero, así que recomendaría muchísimo el voluntariado en esta nueva modalidad online”, subraya Sandra.  

El voluntariado digital es solo una de las formas de participar en Cruz Roja. Existen muchas otras y muchas actividades distintas donde colaborar. Si tú también quieres hacer voluntariado, presencial o a distancia, entra aquí. 

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