Tejiendo lazos de ruta por Valladolid - Ahora

• Cruz Roja en Valladolid concluye la X edición de ‘Un verano conociendo tu ciudad’. Un proyecto en el que las personas mayores realizan rutas o visitan algunos de los edificios y museos más representativos de la localidad y provincia para escapar de la soledad no deseada. 

Juan José tiene 72 años. Nunchi, 71. Ninguno de los dos son naturales de Valladolid, pero residen en la ciudad desde hace años. Para Juan José, este verano es el primero que ha podido descubrir algunos de los secretos que guarda la urbe gracias a la iniciativa ‘Un verano conociendo tu ciudad’ que promueve Cruz Roja dentro del proyecto Promoción de la red social y del envejecimiento saludable. Por su parte, Nunchi lleva seis años participando en diferentes talleres impulsados desde de la Organización: literatura, informática, actividades para mejorar la memoria…Tampoco se pierde ninguna de las salidas enmarcadas en esta iniciativa en la que las personas mayores realizan rutas o visitan algunos de los edificios y museos más representativos de la localidad y provincia. Incluso en invierno. “Llueva, truena, haga frío o calor, yo me apunto a todas porque siempre aprendes algo”, señala.  

Hoy Juan José y Nunchi, junto a otra veintena de personas visitaban el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español, para contemplar la exposición temporal ‘Derivaciones. Fotografía en España entre los 50 y los 80’ que supone una mirada panorámica de estas tres décadas de fotografía; pero a lo largo de los dos últimos meses los y las participantes han conocido un poco más de cerca lugares emblemáticos como la Casa del Sol, la torre de la Catedral y el Museo Diocesano y Catedralicio o el Museo Nacional de Escultura. También han formado parte de la Ruta del hereje teatralizada en la que se recorren los lugares por los que transcurre la novela de Miguel Delibes, El Hereje; y  han paseado por el Campo Grande acompañados por varios miembros de la asociación Poetas de la Pérgola que iban recitando algunos poemas de temática variada.

“Esta actividad que llevamos haciendo desde hace diez años busca sobre todo que las personas mayores se relacionen, que socialicen. A través de la cultura y los recursos que nos ofrece la ciudad, buscamos a personas con diferente perfil para que salgan de casa”, explica Óscar Esteban Argüello, técnico responsable del programa personas mayores y coordinador de la rutas.  Porque para una persona joven es fácil conocer a gente nueva, pero no sucede lo mismo con las personas mayores. 

“Son personas mayores de 65 años de muy distintos perfiles. Personas que de pronto ven cómo su vida social se ha desmoronado; o que por una enfermedad han tenido que dejar de hacer las cosas que antes hacían; personas que se quedan viudas o incluso una mala adaptación a la jubilación puede desembocar en una situación de soledad no deseada”, añade Óscar. Muchas de las personas que participan en verano son también participantes de los talleres a lo largo del año. 

“Llueva, truena, haga frío o calor, yo me apunto a todas porque siempre aprendes algo”.  

Cada martes y cada viernes de julio y agosto las personas participantes del proyecto han podido disfrutar de estas rutas, guiadas por profesionales y voluntariado.  En las rutas participan muchas personas voluntarias, muchos son periodistas, historiadores o médicos jubilados, además de los técnicos que se encargan del proyecto. Las rutas no solo tienen lugar en verano, sino que desde la pandemia se realizan también durante el resto del año. 

Juan José, que ya ha participado en varias, no tiene claro con cual quedarse. “Me gustan todas. Cada una es diferente y te enseña unas cosas. Incluso algunas visitamos el mismo edificio pero contado desde otro punto de vista, lo que enriquece mucho. Además, la convivencia entre todos es estupenda”, apunta. “Son ya años participando por lo que conoces personas que acaban siendo amigos. Es gente muy maja”, añade Nunchi. En cada actividad participan de 25 a 30 personas. Es decir, a final del verano más de 400 personas pasan por el proyecto. 

“Una de las características de estas actividades es que desde Cruz Roja hacemos un seguimiento. Si dejan de venir, les llamamos y nos interesamos por los motivos. Les animamos a que lo retomen”, afirma Óscar. ¿Se consigue el objetivo de crear esas redes sociales de apoyo?  “Totalmente. A raíz de esta actividad, son muchas las personas mayores que comienzan a crear redes y tejer lazos. Personas que se hacen amigas, otras que rehacen su vida sentimental, o personas que a partir de aquí entran en asociaciones como Ama Pisuerga o se apuntan al coro. A veces es tan sencillo como que dos de las personas que vienen sean vecinas y vengan juntas andando. De ahí se generan unas relaciones que tienen el poder de cambiar la vida de las personas” concluye Óscar. 

Las personas mayores participan de manera gratuita en todas estas actividades ya que este proyecto está subvencionado por la Junta de Castilla y León - Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y que está financiado con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas para la realización de Programas de Interés General.