La protección de datos es indispensable para salvar vidas - Ahora
Publicador de contidos
- Las organizaciones humanitarias ya utilizan los datos para responder de la forma más eficaz a catástrofes y conflictos y para rastrear y mantener a salvo a la población de enfermedades de rápida propagación como el cólera, el ébola o la COVID-19.
Sabemos de la importancia que para la sociedad y las empresas tienen los datos. Pueden ser explotados para generar una enorme cantidad de beneficios. En los últimos años se han convertido en herramientas indispensables a la hora de dirigir productos, servicios o mensajes a personas cuyo comportamiento indica que es susceptible de terminar siendo público objetivo. Pero los datos y su uso, van mucho más allá de este concepto mercantilista. Los datos pueden ser utilizados con fines y objetivos muy diferentes. Se pueden emplear para ayudar a tomar decisiones que afectan a muchas personas. Los datos pueden ser usados para predecir catástrofes, pero también sirven de arma en un conflicto bélico.
También para salvar vidas. De hecho, las organizaciones humanitarias ya utilizan los datos para responder de la forma más eficaz a catástrofes y conflictos y para rastrear y mantener a salvo a la población de enfermedades de rápida propagación como el cólera, el ébola o la COVID-19.
Bertrand Rukundo es responsable de protección de datos en la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC): “Cuando hay una emergencia, mientras parte del personal voluntario se encarga de la ayuda más urgente, algunas de estas personas voluntarias están entrenadas para evaluar la situación recopilando información y datos de carácter crítico, que se envían en tiempo real al centro de operaciones de emergencia para que la gente que esté tomando las decisiones lo hagan en base a la mejor información”, explica.
La regulación es la clave
En el mundo global en el que vivimos no existen leyes internacionales vinculantes sobre la recopilación, uso, almacenamiento, venta y protección de datos. Algunos países y regiones tienen leyes de protección de datos, como el Reglamento general de protección de datos de la Unión Europea o el RGPD, pero no existe un mecanismo de protección de datos universal al que deban acogerse todos los países.
Nathaniel Raymond, profesor y experto en derechos humanos del Instituto Jackson de Asuntos Globales de la Universidad de Yale, teme que dado el poder que posee esta herramienta, los datos se empleen indebidamente. “Hasta ahora, no hemos descubierto cómo distinguir y proteger los datos de carácter humanitario y eso significa que el riesgo de que esos datos se conviertan en mercancía o armas es muy alto”, explica.
Por ejemplo, grupos armados o los propios gobiernos de países en conflicto podrían obtener esta información para rastrear a personas que consideran sus enemigos, o los traficantes de personas podrían emplear esta herramienta para identificar posibles objetivos vulnerables.
“Hasta ahora, no hemos descubierto cómo distinguir y proteger los datos de carácter humanitario y eso significa que el riesgo de que esos datos se conviertan en mercancía o armas es muy alto”
Manual sobre la protección de datos en la acción humanitaria
Una de las innovaciones que las organizaciones humanitarias están adoptando en este sentido es el uso de sistemas de banca electrónica para poder entregar efectivo directamente a las personas vulnerables. Además de reducir costes y eliminar los problemas asociados a la importación de cantidades masivas de alimentos o bienes a una zona de crisis, el dinero en efectivo permite a las personas apoyar a los mercados y productores locales mientras toman sus propias decisiones sobre sus necesidades más urgentes. También es más seguro en zonas de conflicto, al evitar que las personas se reúnan en un mismo lugar, limitando así su exposición y visibilidad.
Sin embargo, sigue existiendo el riesgo de que los datos sobre las trasferencias electrónicas puedan ser utilizados indebidamente, ya que, a pesar de los sistemas de encriptación que los bancos utilizan, siguen existiendo metadatos que podrían revelar información sensible. Pese a los inconvenientes, son muchas las voces expertas que coinciden en asegurar que estos riesgos no deben ser un freno para que las organizaciones humanitarias huyan de la tecnología. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha publicado un Manual sobre la protección de datos en la acción humanitaria dirigido, tanto al personal de Cruz Roja como a otras organizaciones, que tiene como objetivo proporcionar a las personas que trabajan en el ámbito humanitario los conocimientos que necesitan para comprender los riesgos que implica el uso de determinadas nuevas tecnologías y la gestión de los datos.
Como afirman en esta serie de artículos publicados bajo el nombre ‘Fiebre del oro Mundial’ en la revista del movimiento de Cruz Roja y la Media Luna Roja, si las personas ven que sus datos están siendo mal utilizados, los trabajadores humanitarios podrían perder su activo más preciado: la confianza de aquellos a quienes es fundamental ayudar. Hay mucho en juego.
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