Olores, sabores y texturas para activar la mente y reducir la soledad - Ahora
Publicador de contidos
- Poner a prueba los sentidos para estimular el desarrollo cognitivo y fomentar un envejecimiento saludable es una de las actividades complementarias que proponen desde el Taller de Mayores de Cruz Roja en Torremolinos (Málaga).
Cálculo o pasatiempos son algunas de las actividades que realizan cada miércoles las personas de más de 65 años que pertenecen al Taller de Mayores de Cruz Roja en Torremolinos (Málaga) para trabajar su memoria. Pero para salir un poco de la rutina e ir más allá, los voluntarios encargados del taller, José Antonio Andrade y Jaafar Zeggaf, decidieron dar un paso más y ofrecer a los y las usuarias experiencias nuevas de manera ocasional. “Las actividades que realizan todos los miércoles suelen hacerlas en grupo, pero de forma individual. Con esta actividad más práctica, han podido tejer lazos sociales con personas de su entorno y su edad, evitando la soledad”, apunta Jaafar Zeggaf, uno de los voluntarios que imparte el taller.
En esta ocasión, la actividad ha consistido en poner a prueba el olfato, el gusto y el tacto de todos los y las asistentes con el objetivo de pasar un buen rato poniendo, durante unas horas, la participación, la implicación y el entretenimiento en el centro. “Salir de su zona de confort les ha venido muy bien, quieren repetir”, dice el voluntario. Sal, mandarina, goma de borrar, pistacho o suavizante han sido algunos de los alimentos o productos que los y las participantes han tenido que adivinar. Eso sí, con los ojos tapados.
Con esta actividad, diferente a los talleres habituales que realizan cada miércoles, se busca estimular la parte más sensorial de cada uno o una, a la vez que se pretende poner el foco en una mejora de sus relaciones sociales. “Las personas salían muy contentas del taller, hemos recibido muchas felicitaciones y han demostrado un gran interés por activar sus propios sentidos”, comenta Jaafar Zeggaf.
Desde el Taller de Mayores se pretende seguir con actividades complementarias que permitan a las personas descubrirse en otra faceta. “Nos sentimos muy satisfechos de ayudarles a estimular su aprendizaje, atención, memoria, lenguaje, lectura y mucho más. Requiere mucha preparación previa por nuestra parte, pero siempre merece la pena. Ha sido un regalo ver cómo disfrutaban de la actividad”, concluye el voluntario.
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