Más allá de la calle - Ahora
Publicador de contidos
- Las personas que viven en la calle se enfrentan a una situación especialmente difícil durante el otoño y el invierno. El perfil cambia, pero la problemática continúa. Cruz Roja lleva a cabo distintas acciones para ayudar a estas personas vulnerables.
Las personas que viven en situación de calle se enfrentan día a día a una realidad compleja y llena de aristas. Los datos que difunde el INE evidencian que continúa siendo una problemática a la que prestar atención. El 76,7% de personas que viven en la calle son hombres, y el 23,3% mujeres, aunque se aprecia un aumento progresivo de estas. Casi la mitad son personas de nacionalidad española, y la otra mitad procede de África, América y Europa.
El 75% pernocta en albergues, pisos de acogida temporal y hostales y el 25% restante lo hace en espacios públicos (como parques y calle) u otros espacios (portales, cajeros, coche…). El 40,5% lleva más de tres años en situación de sinhogarismo, el 27% de uno a tres años y el 32,5% menos de un año. Por último, pero no menos importante, los principales motivos que llevan al sinhogarismo son comenzar desde cero en otro país (26%), la pérdida de trabajo (27%), el desahucio de una vivienda (16%), la falta de recursos para pago de vivienda (14%) y la separación de pareja (14%).
Cruz Roja atiende a 20.000 personas sin hogar cada año. También cuenta con 88 unidades móviles de emergencia social, y dispone de 732 plazas de alojamiento temporal y 30 centros.
Un puente para encontrar otra vida
En Aragón, duermen actualmente más de 1.000 personas en la calle. En Zaragoza, se estima que hay más de 500 personas que no tienen un hogar y, aunque la mayoría están en recursos públicos o entidades sociales, son más de 160 las que duermen a cielo raso, según informaciones de la televisión autonómica de Aragón.
Lucía Conde es trabajadora social de Atención Integral a Personas sin Hogar en Cruz Roja en Zaragoza, y habla sobre esta problemática. “Desde Cruz Roja en Zaragoza atendemos a personas sin hogar de la ciudad desde el año 2005 de manera ininterrumpida”, explica. A través de la Unidad de Emergencia Social (UES), formada por un equipo de personas voluntarias y personal técnico, se realizan rutas por la ciudad para llegar a todas las personas que duermen a la intemperie o bajas estructuras, coches, etc. de la ciudad.
El proyecto, dirigido a detectar situaciones de sinhogarismo y ofrecer una atención integral, directa e inmediata a las personas sin hogar, está orientado principalmente a la reducción de daños y la adecuada gestión de riesgos que enfrentan diariamente estas personas; “servir de puente para el acceso de las personas a otros recursos, y como fin último, colaborar al restablecimiento de los proyectos de vida de estas personas”, puntualiza Lucía.
Cada persona tiene una historia de vida personal, “una mochila que soportan de manera individualizada y no podemos generalizar”, expone Lucía. El perfil, eso sí, va variando. “Cada vez nos encontramos más mujeres, lo cual nos preocupa, porque la mujer se enfrenta a una doble vulnerabilidad, estar en situación de calle y ser mujer. La mayoría de ellas han sido víctimas de violencia de género o familiar y/o tienen un problema de salud asociado. Su situación es más delicada si lo comparas con los hombres”, argumenta. También son cada vez más jóvenes, “personas que acaban de llegar o que acaban de salir del sistema de protección”.
Aunque todas las épocas son complicadas para las personas que duermen a la intemperie, “la época de otoño-invierno es especialmente dura”, menciona Lucía. El frío empeora problemas de salud y complica todavía más la situación de calle, por eso “reforzamos el servicio cuando las temperaturas descienden ofreciendo bebidas y comidas calientes, ropa de abrigo, sacos de dormir, mantas, gorros, guantes… pero sobre todo insistimos en el uso de los recursos de alojamiento para que accedan a ellos y puedan pasar este periodo resguardados. Además, esto sirve para que comiencen procesos y puedan salir de esta situación de calle”, concluye.
Si estás leyendo estás líneas y quieres brindar tu apoyo a colectivos tan vulnerables como las personas sin hogar puedes acercarte a las oficinas de Cruz Roja, aportar tu granito de arena o sumarte como voluntario o voluntaria.
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