De España a Centroamérica: el trabajo de Cruz Roja frente a los huracanes - Ahora
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- Millones de personas se han visto damnificadas a causa de las inundaciones
Cerca de siete millones de personas se han visto afectadas por las consecuencias de los huracanes que han azotado Centroamérica. Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras llevan meses sufriendo los daños que las tormentas tropicales han dejado a su paso. Un récord de ciclones nunca visto hasta ahora.
Han sido dos huracanes, Eta e Iota, los que han azotado a los países de Centroamérica desde noviembre. Con un margen de dos semanas, estos fenómenos han provocado muchas secuelas todavía presentes en estos países y una consecuencia que sigue coleando: millones de personas damnificadas desde entonces a causa de las inundaciones.
Ante esta emergencia, y como respuesta de ayuda hacia estos países, la Federación Internacional de Cruz Roja (IFRC en sus siglas en inglés) ha coordinado todo el operativo, desde la movilización hasta los recursos, teniendo en cuenta las necesidades de cada país, según explica Óscar Velasco, delegado de comunicación en emergencias de la Federación Internacional de la Cruz Roja y le Media Luna Roja. Entre las diversas formas de dar respuesta a estos ciclones, la primera de ellas fue hacer una aportación inmediata de 20.000€ del Fondo de Emergencias de Cruz Roja Española, para apoyar las primeras acciones y contribuir de manera directa con cada una de las Sociedades Nacionales de Cruz Roja en los países afectados.
Cerca de siete millones de personas se han visto afectadas por las consecuencias de los huracanes que han azotado Centroamérica.
Además, con el objetivo de reforzar el operativo de la IFRC, se han desplazado especialistas en gestión de emergencias a las diferentes delegaciones de los países afectados por la catástrofe. Honduras ha sido el país al que Cruz Roja Española ha enviado voluntarios.
Así ha respondido Cruz Roja Española a las catástrofes naturales
Según los datos de la IFRC, en Honduras serían cuatro millones de personas las que se han visto afectadas. De ese total estimado, 200.000 se encuentran desplazadas y 75.000 albergadas en ubicaciones alternativas, además de todas las personas que han sido reubicadas en domicilios familiares.
Con este balance, Cruz Roja Española ha movilizado a varios de sus delegados internacionales para integrarse en las Unidades de Respuesta en Emergencias (ERU, por sus siglas en inglés) coordinadas por tres cooperantes de Navarra divididos en el equipo de Telecomunicaciones, liderado por Raúl Ecay e Itziar Berruezo, cuyo fin es establecer redes de comunicaciones locales y garantizar la fluidez de la información en la respuesta a los desastres; y la de Saneamiento masivo, con Miguel Acebrón a la cabeza, cuyo objetivo se centra en crear instalaciones adecuadas de duchas, letrinas y lavamanos, además de generar actividades de promoción a la higiene y la gestión de residuos. Además, Cruz Roja Española ha participado en la ERU de Logística desplegada en Honduras por Cruz Roja Suiza.
Es en ese segundo equipo donde Miguel Acebrón está a la cabeza de la Unidad de Saneamiento Masivo. “A causa de las inundaciones, muchas personas han perdido sus casas y están viviendo en edificios públicos como institutos o colegios. Instalaciones que no están preparadas ni para la cantidad de personas que acogen ni para que vivan personas”, explica sobre su labor humanitaria en el país ayudando a gestionar un espacio en el conviven ahora mismo más de 600 personas.
"A causa de las inundaciones, muchas personas han perdido sus casas y están viviendo en edificios públicos como institutos o colegios"
“Los puntos de ducha, inodoros y puntos de lavado no son suficientes. El agua residual estancada es el mejor caldo de cultivo para la aparición de zancudos, los mosquitos que pueden transmitir el dengue y el zika”, explica Miguel. Para hacer frente a este problema se están preparando áreas secas del instituto, donde no se puedan producir charcos, así como zonas de lavado y duchas con extracción de aguas con el fin de permitirles poder lavar la ropa sin el riesgo que supone que aparezcan espacios de agua estancada. “La forma más rápida de atajar el problema es fumigar, pero para tener una solución a medio plazo tenemos que retirar el agua estancada de los patios y establecer unas instalaciones más seguras”. Unas labores que Cruz Roja Española ya está llevando a cabo sobre el terreno.
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