Cruz Roja ya ha atendido a más de 11.500 personas en los incendios forestales de este verano - Ahora
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- Pese a que las lluvias de las últimas horas conceden una tregua, la situación en buena parte de España continúa siendo dramática. Las altas temperaturas han provocado una oleada de incendios en uno de los veranos más preocupantes que se recuerdan.
España continúa ardiendo. Las altas temperaturas que están asolando nuestro territorio durante este verano dejan un rastro calcinado tras de sí. Por el momento, los incendios más preocupantes están localizados en Vall d’Ebo (Alicante) y Bejís (Castellón). Afortunadamente, las lluvias y tormentas de las últimas horas parece que conceden una tregua en ambos fuegos.
En la Comunidad Valenciana, y según datos recientes, Cruz Roja ha dispuesto 5 albergues provisionales en Viver, Alcublas, Segorbe, Muro de Alcoy y Pego. De las 398 plazas, 122 ya están ocupadas por personas afectadas. Muchas de las personas desalojadas optan por acudir a otras viviendas, propias o familiares. Además, se han movilizado 23 personas y se están utilizando 7 vehículos. También la Organización se activó ayer para atender un incendio en Sierra del Caballo en la localidad de Petrer (Alicante).Por otro lado, el incendio en Añón de Moncayo (Zaragoza) se encuentra ya controlado, lo que ha permitido reducir la presencia de efectivos en las tareas de extinción. Datos recientes de Cruz Roja confirman que un equipo de voluntariado, compuesto por más de 40 personas, ha prestado apoyo en los últimos días, desde el montaje de albergues hasta la atención psicológica pasando por preventivos sanitarios para brigadistas, traslados o necesidades básicas de las personas desalojadas.
Actuación de Cruz Roja en el territorio nacional
Hasta el 16 de agosto, se han atendido a 11.528 personas y se ha movilizado a 982 personal de Cruz Roja dentro del dispositivo de incendios forestales desplegado por la Organización. En cuanto a alojamiento, se han desplegado 37 albergues en total con 2.864 plazas disponibles. Por lo que respecta a la entrega de bienes, se han repartido 12.133 raciones de comida en 57 puntos de distribución y entrega. Se han movilizado distintos recursos para atender a las necesidades que se han detectado en los distintos territorios. Así, se han producido 136 activaciones de equipos: 40 de albergues de logística, 56 de ERBES, 12 de salud, 24 de psicosocial y 2 de comunicaciones. También 2 ESIE (Equipos de Sensibilización e Información en Emergencias), desplegados por Cruz Roja Juventud, para la atención de niños y niñas y proporcionarles escucha, atención y actividades de ocio para, dentro de lo posible, hacer lo más llevadera posible la situación. También se han provisto de 500 vehículos de logística y sanitarios, y hay en estos momentos 17 puestos de coordinación.
Por todo ello, también se han activado los convenios con la Dirección general de Protección Civil y Emergencias, Carrefour, y ANEABE (Asociación de Aguas Minerales de España). Según el Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS), ya se han calcinado cerca de más de 270.000 hectáreas en los casi 400 incendios que ha registrado España desde el inicio de 2022, en lo se considera la peor temporada de incendios de todo el siglo. Con todo, España se mantiene en riesgo extremo por incendios en prácticamente todo el territorio nacional por las altas temperaturas.
Cuando el fuego no entiende de fronteras
En los últimos diez años, las catástrofes relacionadas con el clima y el tiempo han provocado la muerte de más de 400.000 personas, han afectado a otros 1.700 millones y han desplazado a una media de 25 millones de personas cada año. El cambio climático es ya una emergencia humanitaria que hace que las olas de calor sean más frecuentes, más largas, más calientes y más mortales especialmente en zonas urbanas. Europa, además, se enfrenta a algunos de los peores fenómenos meteorológicos extremos registrados en el último año, con inundaciones repentinas, sequías, olas de calor e incendios forestales que han devastado la vida de muchas personas.
Pese a todo ello, las amenazas que representan se pueden prevenir si las ciudades y la sociedad están preparadas para el calor extremo y toman medidas para salvar vidas. Cuando las ciudades y las comunidades están mejor preparadas, el clima extremo no tiene por qué convertirse en un desastre o una tragedia. La mayoría de las olas de calor se pronostican con días o semanas de antelación, lo que da tiempo de sobra para actuar a tiempo e informar y proteger a los más vulnerables.
Las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están en primera línea para ayudar a las comunidades a prepararse, responder y recuperarse de los desastres relacionados con el clima, y también desempeñan un papel fundamental en la prevención de riesgos como las inundaciones y las olas de calor para que no se conviertan en catástrofes. Para conseguirlo, toda la sociedad, gobiernos y expertos en clima deben ser ‘climáticamente inteligentes’, lo que significa no solo escuchar lo que la ciencia nos dice sobre los próximos riesgos, sino también actuar en consecuencia.
Cruz Roja, por ello, pide aumentar la inversión para la reducción del riesgo de desastres y desarrollo de resiliencia, para estar a la altura del nuevo nivel de amenaza y apoyar mejor los enfoques anticipatorios, como el financiamiento basado en pronósticos, para que muchas más personas puedan recibir asistencia antes de los impactos predecibles.
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