Sentirte parte del lugar en el que habitas - Ahora
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- Enriquecerse de otras culturas llena el alma y favorece la integración. Por eso, con motivo de las fiestas de Vitoria-Gasteiz, la Organización ha puesto en marcha unas actividades para acercar la festividad a personas del programa de Asilo y Refugiados de Cruz Roja en Álava.
El 4 de agosto empiezan las fiestas en Vitoria y más allá de la festividad, el poder de la cultura es su capacidad de emocionar, crear lazos y conectar con otras personas. Este espíritu es el que han querido despertar desde Cruz Roja en Álava con la iniciativa ‘Acercamiento al Euskera y a la cultura vasca’, enmarcado dentro del programa de Asilo y Refugiados. “Nos hemos dado cuenta que para que las personas se integren se han de sentir parte de nuestra cultura. Vimos que muchos niños y niñas en la escuela cuando se acercaban días importantes en Vitoria tenían que llevar o realizar ciertas manualidades y el no saber de dónde venían las tradiciones, les generaba a ellos y a sus familias un distanciamiento importante”, explica Blanca Esther Tejedor, referente de Asilo de Cruz Roja en Álava.
De ese interés por ofrecer una integración nace esta iniciativa que comenzó el pasado 16 de julio. “Empezamos con un taller en el que se les explicó la bajada de Celedón (personaje típico de la festividad), lo que se canta, se les dio un pañuelo de fiestas, se les enseñó algunas palabras en euskera y finalmente, se hizo un paseo visitando diferentes localizaciones de la ciudad”, cuenta la referente. Al primer encuentro asistieron alrededor de unas treinta personas de diferentes países como Perú, Gambia, Senegal, Ucrania, Armenia, entre otras, y fue todo un éxito. “Desde pequeña mis padres me contaban que en una parte del mundo existía una cultura y lengua tan única, preciosa y antigua como en Armenia, refiriéndose a la vasca. Tenemos mucho en común, desde las fiestas, hasta la comida y la lengua. Hay muchas palabras iguales como, por ejemplo: on, egun, zuri, arachalde, kayc, etc. Y ahora estoy teniendo la oportunidad de conocer más sobre esta”, cuenta Nrane Aghajanyan, refugiada política, participante del taller e integrante del programa de Asilo y Refugiados de Cruz Roja en Álava.
Las personas que se ven obligadas a emigrar traen consigo un gran número de dificultades por el simple hecho de desplazarse a un nuevo lugar, pero además el sentirse lejos de sus tradiciones y, en definitiva, de su cultura suele ser una carga emocional añadida. De ahí la importancia de sentirte parte del lugar en el que habitas. “En mi país hay un dicho que es: «vive un siglo, aprende un siglo». Cada día es una oportunidad nueva para aprender y yo estoy más que agradecida a Cruz Roja por la oportunidad que me está dando en todos los sentidos”, comparte Nrane.
Teniendo en cuenta la buena respuesta por parte de las personas participantes, las actividades no van a dejar de crecer, y tanto es así que ya esperan con ilusión el próximo 7 de agosto para un nuevo encuentro en plenas fiestas de Vitoria.
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