Teresa Romagosa es una de esas personas que no sólo creen en un mundo mejor, sino que trabajan incansablemente para hacerlo realidad. Con 79 años, continúa liderando proyectos clave en la asamblea local de Cruz Roja Cornellà, convirtiéndose en un referente en educación en derechos humanos, infancia e igualdad.

Forma parte de la familia de Cruz Roja desde el año 2016, y desde entonces, su implicación ha sido constante y transformadora. Es la responsable de los proyectos de Educación en Derechos Humanos y Derechos de la Infancia, así como de las campañas de sensibilización, y representa la asamblea en el Consejo Municipal de la Mujer. Además, forma parte del Comité de la Asamblea Local, un espacio clave para la toma de decisiones y la vida interna de la entidad.

Actualmente, impulsa tres actividades educativas con escuelas e institutos de la ciudad: La Princesa Paz, La Ciudad 10 y La Casa del Feminismo. En estas propuestas, el alumnado aprende sobre solidaridad, no violencia, cooperación, igualdad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a través de dinámicas vivenciales y reflexivas. La Teresa se encarga de todo: contacta con los centros, organiza los calendarios y coordina el voluntariado que participa. Su liderazgo y capacidad organizativa son esenciales para el buen funcionamiento de estas iniciativas.

También ha colaborado en la organización de todas las actividades relacionadas con el 8 de Marzo, así como en jornadas como El Juguete Educativo, Coeducación y Educación No Sexista o La Diversidad, nuestra mejor opción, siempre con el firme propósito de hacer pedagogía y promover los valores de Cruz Roja.

Formada como dinamizadora de equipos, la Teresa es también la referente de los proyectos de cooperación de la asamblea. Su trayectoria profesional y personal, especialmente en el ámbito de los derechos de las mujeres y la infancia, la convierten en una figura inspiradora y estimada.

Pero si algo define a Teresa, es su visión: hacer que su voluntariado sea útil y transformador para la comunidad, especialmente para la gente joven, que considera el motor del futuro. Y, desde esta humildad, nos deja claro que lo que más le importa es el impacto social que pueda tener su compromiso.