• Hoy, 22 de mayo, ha salido del Centro Humanitario de Sant Martí de Tous (Anoia) un envío de artículos de primera necesidad estandarizados para grandes catástrofes.

• Este cargamento se ha añadido al material humanitario llegado al Port de Barcelona desde los almacenes que la organización tiene en Madrid, Valencia y Córdoba. En total, se trata de un envío conjunto de 27.400 kilos de ayuda que permitirá apoyar a 5.000 personas.

En coordinación con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), la Cruz Roja ha realizado hoy, jueves 22 de mayo, desde el Centro Humanitario de Sant Martí de Tous (Anoia), un envío de 5.000 kilos de ayuda humanitaria para apoyar a las personas afectadas por el terremoto que se produjo en Myanmar el 28 de marzo pasado. 

Concretamente, se trata de 450 lonas, 1.200 bidones de agua de 20 litros y 630 kits de cocina. Este material se ha añadido a los artículos de primera necesidad que ya han llegado al Port de Barcelona desde los almacenes que la organización tiene en Madrid, Valencia y Córdoba.

En total, Cruz Roja Española hace un envío conjunto hacia Myanmar de 27.400 kilos de material que incluye 3.010 lonas, que proporcionan protección frente a las inclemencias del tiempo; 2.410 bidones de agua de 20 litros y 1.794 bidones de agua de 10 litros; 4.980 mantas; 3.032 mosquiteras, para prevenir enfermedades como la malaria y el dengue, y 1.633 kits de cocina para preparar los alimentos de forma segura. 

"El terremoto ha agravado la compleja situación humanitaria que vive el país a raíz del conflicto, la inestabilidad y la especial vulnerabilidad a fenómenos climáticos extremos como inundaciones y fuertes olas de calor", ha afirmado Alexandra Gabarró, responsable de Cooperación Internacional de la Cruz Roja en Catalunya. En este contexto, el envío conjunto permitirá apoyar a 5.000 personas.

El material humanitario que se envía, ya preposicionado, responde a estándares que establece la FICR en grandes emergencias. 
Este envío ha contado con la financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación (AACID), el Ayuntamiento de Valladolid, la Diputación de Valladolid y la Junta de Castilla y León (JCYL).