Los deberes escolares cumplen un principal propósito: revisar lo aprendido en clase. Son esenciales para todo el alumnado; también para el que tiene más dificultades a la hora de realizarlos. Por eso la misión del proyecto de Promoción del Éxito Escolar de Cruz Roja Juventud (CRJ) es tan importante, ya que ayuda a que niños, niñas y adolescentes con dificultades en el proceso de enseñanza-aprendizaje continúen adquiriendo sus competencias académicas. Pero no son las únicas actividades que se enmarcan bajo esta iniciativa.

“Factores como el bienestar personal, las relaciones positivas, la responsabilidad, la autoestima, la resiliencia o la motivación, entre otros, contribuyen a conseguir el éxito escolar”, menciona Desiree Cervera, referente técnica estatal del área de educación de Cruz Roja Juventud. Por eso, además del apoyo académico, desde la Organización se ofrecen espacios para desarrollar otras habilidades; espacios donde se fomentan aspectos fundamentales para el desarrollo integral del o de la joven, donde surgen contextos más estimulantes y motivantes y donde se pueden vivir experiencias de aprendizaje más enriquecedoras.

Los beneficios se traducen en una mayor adaptabilidad, una mejora de las relaciones interpersonales, un liderazgo efectivo, una resolución de conflictos más constructiva o una mayor creatividad e innovación, entre otros beneficios. En 2023, se han atendido a 14.051 niños, niñas y adolescentes de entre 6 a 18 años, y se han ofrecido 780.000 respuestas para cubrir sus necesidades educativas y ofrecer una igualdad de oportunidades en el acceso a la educación. El proyecto, además, se ha desarrollado en 50 provincias en 430 centros. Los siguientes ejemplos, que recorren distintos puntos de nuestra geografía, evidencian que aprender es un verbo con muchas conjugaciones y posibilidades. 

Lo que enseña un perro guía

Odri es una perra, pero no una perra cualquiera: es uno de los 1.000 canes de la Fundación ONCE que se encargan de asistir a una persona ciega en su día a día para hacerle la vida un poco más fácil. Además de la importante función que cumple, su mera presencia puede servir como un recurso estupendo para que niños y niñas sean conscientes de otras realidades y entiendan la diversidad y pluralidad que nos rodea. 

“No todos somos iguales ni perfectos, pero hay que respetar lo distinto a nosotros”, apunta Trini Herrero, presidenta de Cruz Roja en Requena (Valencia), y una de las impulsoras de la actividad que se ha llevado a cabo bajo el proyecto de Éxito Escolar de la localidad. Niños y niñas de primaria que han participado en esta iniciativa han podido conocer más de cerca la labor de los perros guía, así como ahondar en la importancia del braille a través de distintos materiales, participar en una actividad con antifaces en los ojos y formular preguntas sobre la ceguera. 

“Les encantó la experiencia, se fueron con una sensación muy positiva”, expone Herrero. Y es que, aunque los niños y niñas sabían de la existencia de los perros guía, ver en acción a Odri fue todo un acontecimiento: “La perra solo había entrado una vez en la sede y, aun así, fue capaz de salir sin ningún problema ante una petición de la persona que acompañaba. Son perros muy adiestrados; es increíble todo lo que pueden hacer”, indica la presidenta de Cruz Roja en Requena. Una experiencia inclusiva que abre los ojos a otras realidades y que educa en lo diferente.

Un huerto para cambiar conciencias

La alimentación saludable es otra de las patas del proyecto de Promoción del Éxito Escolar, donde la promoción de este tipo de hábitos resulta fundamental. En Ceuta, y bajo el marco de esta iniciativa decidieron incluir una actividad en el huerto de la sede para incidir en la importancia de una alimentación saludable basada en productos naturales. 

“Ya habíamos hecho talleres sobre legumbres, proteínas… pero pensamos que, mediante el huerto, podíamos hacer una actividad que perdurara más y les llamara la atención”, explica Carmen Hernand desde Cruz Roja Juventud en Ceuta. Cuidar del huerto ha generado todo un cambio en los y las peques, que ven con ojos renovados las frutas y verduras que consumen. Desde el proyecto intentamos transmitir la importancia de una alimentación equilibrada y sana. Con la entrega de meriendas, incentivamos espacios de distensión donde garantizamos que al menos una de las comidas que realizan los niños y niñas durante el día sea saludable. 

Cuidar del huerto ha generado todo un cambio en los y las peques, que ven con ojos renovados las frutas y verduras que consumen

La actividad, que suele tener lugar todos los jueves, les motiva, además, durante toda la semana: “Los martes ya van preguntando si el jueves iremos al huerto, y cuando llega ese día vienen con los guantes que les dimos la primera vez con mucha ilusión”, agrega Carmen Hernand. Sembrar se ha convertido en una forma de acercar a niños y niñas a una mejor alimentación; y es que, ya se ve, también repercute positivamente en el éxito escolar.

Cómo gestionar mejor las emociones 

El reconocimiento y la identificación de las emociones es una inquietud común y transversal en todo el proyecto de Promoción del Éxito Escolar, y en Cantabria una de las últimas actividades que han realizado la han dedicado, precisamente, a este ámbito. “Trajimos a una psiquiatra infantojuvenil que les dio un taller a los peques y también a sus familias”, expone Marina Pinedo, referente de Promoción del Éxito Escolar en Cantabria. 

A veces son los comportamientos que tienen lugar en el aula lo que traza la dirección a seguir, e invita a Cruz Roja Juventud a programar unas actividades u otras más allá del pilar puramente académico: “Por ejemplo, si vemos alguna conducta racista, realizamos talleres sobre ese tema, para gestionarlo y lidiar con ello”. El ocio y el tiempo libre son pilares fundamentales en el desarrollo integral de las personas, por ello, también se han realizado actividades intergeneracionales con personas mayores y se han llevado a cabo talleres de ocio, donde se utilizan juegos de mesa y se prescinde de los dispositivos electrónicos. “Tanto a las familias como al voluntariado se lo decimos: no es un proyecto solo educativo, sino de trabajo y desarrollo de valores”, concluye Marina Pinedo.