Una reanimación cardiorrespiratoria con final feliz - Ahora

• Una llamada puede ser la diferencia entre permanecer y actuar; quedarse, o salir corriendo. Es lo que sucedió hace unos días en Granada, donde la unidad de Soporte Vital Básico de guardia de Cruz Roja tuvo que enfrentarse a una parada cardiorrespiratoria. 

Nada hacía prever que la noche del pasado 31 de octubre fuera diferente a otra. Laura, técnica de emergencias sanitarias de profesión, y voluntaria de vocación, estaba junto a sus compañeros y compañeras de la unidad de Soporte Vital Básico de Cruz Roja Granada cuando llegó una llamada en torno a las 20 horas. “Nos dijeron que una persona se había mareado en un centro deportivo, así que salimos para allá”, cuenta Laura. Antes de llegar, les notificaron que había dejado de respirar. 

El hombre, en efecto, estaba en parada cardiorrespiratoria cuando llegaron. Desplegaron todo el equipo para atender la emergencia: “Empezamos con las maniobras de RCP mientras mi compañero Javi lo monitorizaba. Continuamos con RCP, con oxigenoterapia y el desfibrilador semiautomático (DESA) nos indicó que debíamos dar descarga. Empezamos con ello, continuamos con RCP, y me relevó mi compañera Lucía, que dio masaje mientras yo iba apuntando todo”, explica Laura. Tras la primera descarga y el ciclo de RCP, el hombre recuperó la circulación espontánea. De forma paralela, Álvaro, otro compañero de la unidad, estaba gestionando el recurso medicalizado, que llegó al cabo de pocos minutos.  

Afortunadamente, todo quedó en un susto. “Dio la casualidad de que un conocido me escribió después y me dijo que el hombre era su padre. Y que ya estaba bien”, añade Laura. Uno de los mayores premios es ayudar a salvar una vida, como en este caso. "Nos echamos a llorar", cuenta Laura recordando lo ocurrido. Laura y su compañera Lucía se fundieron en un abrazo después de salvar la vida del hombre.  Por ese mismo motivo, la palabra “gratificante” surge en los labios de Laura al instante al recordar lo sucedido: “No hay una satisfacción mayor. Ha sido superemocionante”, concluye.