Publicador de contenidos

Ser voluntaria, una forma de cerrar el círculo
INCLUSION SOCIAL
Ser voluntaria, una forma de cerrar el círculo
30/04/2024
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
  • La historia de Patricia Ozavize es una de esas que dan sentido a lo que se hace desde la Organización. Llegó a Cruz Roja por necesidad y ahora pretende devolver la ayuda que recibió. 

“Quiero devolver la ayuda que me ha prestado Cruz Roja”. Este es el testimonio de Patricia Ozavize Komofale, mujer de 47 años procedente de Nigeria. Sin saber el idioma y junto a su marido y sus dos hijos llegó a Madrid, más concretamente, a Carabanchel Alto para recibir asesoramiento y ayuda para cubrir las necesidades básicas. Tiempo después, se trasladaron a Burgos hasta finalmente acabar en Donostia donde residen desde 2014.  

El pequeño de sus hijos (7 años) vino al mundo en el Hospital Donostia y la mayor (10 años) nació en Miranda de Ebro. “Son dos niños que están creciendo sanos gracias a la ayuda que hemos recibido, y sentía la necesidad de corresponder de alguna manera”, confiesa Patricia. Lleva un mes como voluntaria de Cruz Roja en Captación realizando llamadas a los socios y las socias, se preocupa de cómo están y agradece su colaboración, ya que gracias a sus aportaciones la Organización puede seguir trabajando y ayudando a personas como Patricia, es una manera cerrar el círculo. Durante esas llamadas de gratitud muestra su preocupación por la situación en la que se encuentran los socios y socias. “Hay personas que se encuentran solas, y que aprovechan esos momentos al teléfono para contarte sus circunstancias de vida”, expone la nigeriana. Además, ahora Patricia se ha decidido a colaborar realizando voluntariado en la venta de boletos del Sorteo de Oro.

Actualmente, ni ella ni su marido tienen el permiso de trabajo por lo que no pueden trabajar. Este es el objetivo de ambos a corto plazo. Por el momento, cuentan con la ayuda de Cruz Roja y están recibiendo asesoría jurídica para regularizar su situación, así como la nacionalidad de los niños.

 La protagonista se entristece y prefiere no hablar de cómo se encuentra su país natal. Ahora trata de mirar hacia delante rodeada de personas, gran parte de ellas de la Organización, que un día le tendieron la mano.  

Humanidad



Botones Donaciones

Banner Home

LEE LO QUE TE INTERESA
Suscríbete a nuestra newsletter y descubre un millón de pequeñas historias