Mientras haya música hay esperanza - Ahora
Publicador de contenidos
- Un violín, además de un instrumento, es una herramienta de integración. Bien lo evidencia la iniciativa puesta en marcha por Cruz Roja en las Palmas junto a Barrios Orquestados y el Centro de Cooperación con África de Cruz Roja Española. Una quincena de niños y niñas se han subido a un escenario para demostrarlo.
Cruz Roja en Las Palmas, Barrios Orquestados y el Centro de Cooperación con África de Cruz Roja Española. Estas tres entidades se han unido recientemente persiguiendo un objetivo: derribar barreras. El cómo ha sido a través de la música, y la experiencia no podría haber resultado más satisfactoria.
El pasado mayo arrancó la interacción con los usuarios migrantes de Cruz Roja Las Palmas dentro del Programa de Atención Humanitaria de la Organización, y con el foco puesto en los niños y niñas mayores de 5 años, los protagonistas de la iniciativa. Barrios Orquestados es un proyecto social y pedagógico con fines artísticos, que crea orquestas y coros en los barrios periféricos con necesidades especiales a nivel social, cultural y económico, donde la cultura llega aletargada o, simplemente, no llega. La suma de ambas organizaciones, junto con las instalaciones que ha ofrecido el Centro de Cooperación con África, ha desembocado en un concierto ofrecido por los pequeños y pequeñas el pasado 8 de julio. Apenas seis clases para ofrecer un recital de violín muy especial. Para ello, ha habido ensayos todos los viernes de los pasados dos meses. Las unidades familiares acudían con los niños y niñas, y para los menores de 5 años, también se ofrecían otras actividades, así como merienda. La primera semana de julio, antes del concierto, se intensificaron los ensayos. “El efecto ha sido muy favorecedor, porque las unidades familiares se han visto comprometidas con la comunidad local”, explica Gara Barroso, psicóloga y parte del Programa de Ayuda Humanitaria a Inmigrantes y Dispositivos de Acogida de Emergencias e Integrales de Cruz Roja en Las Palmas.
"El efecto ha sido muy favorecedor"
Y es que nadie ha querido perderse ningún ensayo. “Una mamá estuvo malita y no había querido ir esta última semana, pero su hijo le insistió tanto que al final hizo de tripas corazón y fue a los ensayos para que no se los perdiera”, cuenta Barroso, que añade que “la gente ha hecho una ruta migratoria difícil y compleja, con continuos sacrificios, y este tipo de gestos evidencia el compromiso adquirido”.
La música se convierte en una herramienta imprescindible en varios sentidos. “Tiene un especial potencial por la evidente barrera lingüística que tienen algunos de los perfiles participantes, y también por la especial conexión con la música, el sonido y el movimiento que tienen las comunidades migrantes con las que solemos trabajar. Para ellas es muy habitual expresarse y comunicarse a través de la música. Esta propuesta, que permite la integración a partir de la música, es fundamental”, aclara Gara Barroso. Como dijo el compositor Shostakovich, “la música ignora las fronteras y no necesita medidas proteccionistas destinadas a aislar una cultura de otra”.
a más gente, compártelo.