¿Cuál fue tu Encrucijada? - Ahora
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- #Encrucijada es nuestra nueva campaña en formato televisivo que relata la historia de varios jóvenes que inician sus andaduras en la acción humanitaria. Ahora, los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja nos cuentan su propia experiencia, su encrucijada.
Hay decisiones que pueden cambiar el mundo. Regalos que, en un determinado momento, una persona hace a la sociedad. Son decisiones que tienen el poder de transformar la vida de otras personas al mismo tiempo que modifican la propia para siempre. Hacer voluntariado es una de ellas. Decisiones como las de Félix, Carlos, Lucía y Rubén, las personas voluntarias de Cruz Roja en las que se basan las historias reales de #Encrucijada, la innovadora campaña puesta en marcha por Cruz Roja hace unos meses en formato serie de televisión. Cada capítulo es una historia real inspirada en la labor de un voluntario o voluntaria de Cruz Roja. A través de los personajes interpretados por actores y actrices de primer nivel como Jaime Blanch, Ruth Díaz, Emilio Buale, Lucía Caraballo, César Mateo o María de Nati, descubrimos quiénes son y cómo son las personas voluntarias de Cruz Roja.
“La #Encrucijada —señala Moisés Benítez, director de voluntariado y desarrollo territorial de Cruz Roja— es esa decisión vital que tenemos que tomar, ese paso adelante que debemos dar para hacer voluntariado y ayudar a los demás”. Esa encrucijada a la que se enfrentan los personajes de la serie es común a las que han vivido Luis Felipe, Antonio, Beatriz, Inés, Javier, Raquel, Aaron o María del Mar. Es el momento en el que estos voluntarios y voluntarias decidieron que querían ayudar y hacer del mundo un lugar mejor y unirse a las más de 250.000 personas voluntarias de Cruz Roja. Ellas, un día, también tuvieron que pararse ante un cruce de caminos y elegir una dirección. Y tomaron la del compromiso con las personas más vulnerables.
Las otras historias de #Encrucijada
“Se cumplen diez años de aquella encrucijada. Fue en unas navidades de 2010, decidí hacerme voluntario de Cruz Roja Juventud. Fue algo maravilloso porque participé en una ludoteca de aquí de Granada y la verdad es que lo pasamos genial jugando con todos los niños y niñas que pasaban por el puesto haciendo talleres, manualidades… la experiencia fue tan buena que diez años después, sigo aquí”, recuerda Luis Felipe Jiménez, un voluntario de Granada que decidió compartir su tiempo con niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Antonio Martín, voluntario de Cruz Roja en Alicante explica qué es lo que le animó tomar la decisión: “Mi encrucijada fue cuando me di cuenta de que dedicaba demasiado tiempo a trabajar y que podía sacar algunas horas para ayudar a los demás. Pregunté en Cruz Roja y encontré un puesto que me encanta, de voluntario en un centro de día para personas sin hogar con adicciones. Desde ese momento vengo un día o dos a la semana, echo una mano, me lo paso bien y creo que hago algo que merece la pena”.
#DesafíoEncrucijada #Encrucijada
— Antonio Martín (@AntonioEfe73) November 20, 2020
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Reto a la valiente Patricia Pérez Pablo!! @patipablo @GVAsalualicante @Carlaverpla @CRAlicante @CruzRojaEsp pic.twitter.com/pyxkJJXEHf
Raquel, una joven voluntaria de Albacete también vivió su propia encrucijada: “Soy voluntaria de Cruz Roja desde 2015, cuando empecé la carrera de enfermería. Todo comenzó porque la madre de una amiga nos comentó que en esta institución ayudaban a la gente y que nos podría interesar. Mi compañera y yo empezamos en Socorros y Emergencias y, desde entonces, estoy muy contenta de haber seguido porque he conocido gente maravillosa y nos ha servido para trabajar y servir a las personas que lo necesitaban”, afirma. Una historia parecida a la de María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja en Andalucía y médico de profesión. “Mi encrucijada sucedió hace muchos años, recién terminada mi carrera, haciendo mi primera sustitución como médico. Allí en el ambulatorio preguntaron si había alguna persona que quería ser voluntaria en un campamento para niños con diabetes que se desarrollaba en aquel momento. Yo di un paso al frente y estuve durante 15 días en esos campamentos. Allí conocí a personas absolutamente maravillosas, con un compromiso inmenso, con un único objetivo: mejorar la vida de aquellos niños y niñas. Cuando acabó aquel campamento yo no quería que terminara, quería que siguiera y, de hecho, ha continuado. Sigo de voluntaria en Cruz Roja”, explica.
María del Mar no es la única persona que se ha quedado en Cruz Roja tras años de voluntaria desarrollando un cargo de responsabilidad. La Organización está llena de nombres propios que empezaron haciendo voluntariado y terminaron trabajando en Cruz Roja. Es el caso de nuestro presidente, Javier Senent. “Inicié mi actividad en Guadalajara atendiendo la solicitud de un amigo de mi familia que me pedía que le ayudase, estaba en un momento de transformación de Cruz Roja en esa ciudad. Empecé en una primavera del año 72 y al final es cierto lo que dicen muchas personas que pertenecemos a esta Organización, de que la Cruz Roja engancha. A lo largo del tiempo y sin darte cuenta, ves que la necesitas”, señala.
Otras personas siguen siendo voluntarias muchos años después de haber dado el paso, como Aaron Rodríguez, que forma parte del voluntariado de Cruz Roja en Bizkaia. “Desde bien pequeñito siempre me gustaron las ambulancias, después, al llegar a la adolescencia iba observando las múltiples áreas en las que Cruz Roja intervenía en la sociedad. Es una cosa que siempre me llamó la atención. Cuando crecí, tuve la suerte de tener un profesor que ya era voluntario de Cruz Roja en la unidad de montaña, me picó más el gusanillo y entré cuando se hundió el Prestige para informar de la entrada de chapapote y petróleo en las costas de Bizkaia. A día de hoy, sigo siendo voluntario de Cruz Roja, grabando vídeos, con Cruz Roja Responde y allá donde Cruz Roja me necesita. Aquí me siento como si fuera mi segunda casa”, explica este joven, que se encarga, además, de gestionar la cuenta de TikTok en Bizkaia, que tiene más de 124.000 seguidores.
“Ahora, más que nunca, Cruz Roja necesita de esas miles de encrucijadas que contribuyen a crear una sociedad mejor”
La #Encrucijada que dejó en el camino la pandemia
Son muchas las historias de voluntariado que la irrupción de la pandemia del COVID-19 ha dejado tras de sí. Forman parte de esas 66.000 personas voluntarias que han dedicado su tiempo a ayudar a los que más lo necesitan en este último año a través del Plan Cruz Roja RESPONDE. Beatriz, voluntaria en Cruz Roja en Sevilla, es una de ellas. “Mi Encrucijada sucedió cuando la pandemia paró mi carrera: me dedico a la música y al cerrar los teatros ya no podía llegar al público, entonces busqué otra manera de aportar algo al mundo y acudí a Cruz Roja. Desde entonces soy voluntaria de Cruz Roja Juventud”, apunta. También Inés, de Toledo, decidió sumarse al voluntariado en mitad de la pandemia. “Mi Encrucijada fue en la pandemia. Yo llevaba un tiempo queriendo meterme en un voluntariado, fue a partir de la pandemia, hablé con mi novia y decidimos hacer ambas algo para ayudar a la gente. Aunque nosotras teníamos una situación desfavorecida, había mucha más gente que no tenía las mismas facilidades y oportunidades que nosotras”, explica.
En un momento especialmente difícil, el trabajo de los miles de voluntarias y voluntarias ha sido fundamental para hacer frente a la crisis sanitaria, económica y social que estamos viviendo. Ahora, más que nunca, Cruz Roja necesita de esas miles de encrucijadas que contribuyen a crear una sociedad mejor.
Hoy existen miles de formas de participar en Cruz Roja y muchas actividades distintas donde colaborar. El voluntariado ha cambiado y se ha adaptado a las necesidades de la sociedad. Si tú también te planteas tu Encrucijada y quieres ayudar, entra aquí.