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Criar con sentido, educar con corazón
EDUCACION
Criar con sentido, educar con corazón
04/03/2025
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
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  • Cruz Roja Juventud en Lleida lleva a cabo talleres de parentalidad positiva. En el proyecto, que se realiza junto con las familias de los menores, se abordan cuestiones como la comunicación asertiva, la responsabilidad afectiva o la autoestima. 

Se considera un barrio de alta complejidad aquel que presenta factores de vulnerabilidad que pueden afectar a la calidad de vida de sus habitantes. Habitantes que muchas veces son menores de edad, un colectivo especialmente sensible con el que Cruz Roja trabaja a menudo. Es uno de los motivos por los que Cruz Roja Juventud en Lleida ha puesto en marcha este año talleres de parentalidad positiva en el Barrio de La Mariola, uno de estos barrios de alta complejidad, para fomentar la práctica de una crianza en positivo que se base en el respeto y en los derechos de la infancia y adolescencia. 

“Existe la infancia y la adolescencia en riesgo social. Desde nuestro proyecto apoyamos a esas personas, facilitando estrategias para mejorar la educación de sus hijos e hijas, y priorizamos el bienestar de ellos/as”, explica Elisenda Mo, coordinadora provincial de Cruz Roja Juventud en Lleida. Esta iniciativa, que tiene un carácter experimental, se lleva a cabo a través de intervenciones que se realizan con las familias de forma presencial dos miércoles al mes en las oficinas provinciales de Cruz Roja en Lleida. Enmarcada bajo el proyecto “Creixem junts”, incluye también otras líneas de trabajo como refuerzo escolar, promoción de la alimentación saludable, educación en el tiempo de ocio y actividades deportivas. 

 

"Trabajamos la comunicación asertiva, establecer límites claros, la responsabilidad afectiva..."

 

En cuanto a la parentalidad positiva, “el consejo principal es coordinarse y comunicarse con el círculo del menor: asistir las necesidades y características del menor o adolescente; y trabajar las competencias parentales, marentales o con los tutores y el contexto psicosocial del menor”, cuenta Elisenda Mo. “Trabajamos diversos temas de la parentalidad positiva, como, por ejemplo, la comunicación asertiva, establecer límites claros, la responsabilidad afectiva, las diversas conductas de los menores, la autoestima y la autonomía”, agrega. 

En la actualidad acuden un total de 8 participantes referentes de los niños y las niñas: “Madres, padres, tías, tíos, hermanas, hermanos, abuelas, abuelos; personas importantes y sentimentales de los menores”, expresa Elisenda. El objetivo último también pasa por crear espacios seguros donde dichos adultos de referencia “se sientan emocionalmente tranquilos para poder prosperar y alcanzar un gran potencial en la educación de sus hijos e hijas en la rutina diaria”. “Tratamos temas comunes de la parentalidad positiva y reflexionamos sobre situaciones habituales que se encuentran con los menores”, puntualiza.  

Lo mejor de todo el proceso es el momento en que “la persona pierde la vergüenza”. “Es entonces donde creas un vínculo de confianza para trabajar de la mano, de manera conjunta, para el bienestar de sus hijos e hijas”, concluye Elisenda Mo.  

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