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Consejos para disfrutar de un baño seguro en piscinas, ríos y pantanos
SOCORROS
Consejos para disfrutar de un baño seguro en piscinas, ríos y pantanos
02/08/2021
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
ESCRITO POR:
ENTREVISTA POR:
Cruz Roja
  • Darse un chapuzón es una de las mejores formas de combatir las altas temperaturas. Eso sí: las ganas de disfrutar del verano no son incompatibles con evitar todos los riesgos posibles en estos entornos. 

Llega el verano y automáticamente se piensa en la playa. Y sí: este es uno de los entornos preferidos para disfrutar de la época estival. Pero existen otras muchas opciones para bañarse en verano para aquellas personas que no les gusta el mar. 

Piscinas, ríos o pantanos son algunos de los enclaves a los que podemos acudir para refrescarnos (y buena falta hace ante las últimas olas de calor). Sea cual sea el destino por el que optemos, existe a nuestra disposición una serie de recomendaciones que no podemos olvidar bajo ningún concepto. Y es que la mejor forma de pasar un día inolvidable de verano es disfrutar de un baño tan refrescante como seguro. 

Este año los equipos de salvamento y socorrismo de Cruz Roja están presentes  en más de 250 playas de todo el litoral del país, así como en varias playas interiores. Más de 2.000 profesionales con el objetivo de ofrecer una atención adaptada a la situación, donde además de llevar a cabo las labores de salvamento, también sensibilizan sobre las medidas de seguridad por la COVID-19. 

 

La prevención es el mejor consejo para pasar un día de diez en el río o el pantano 

 

Recomendaciones para un baño seguro 

Las piscinas, los ríos o los pantanos son una forma estupenda de pasar el día. No pierdas de vista los siguientes consejos que ofrecemos desde Cruz Roja para que la experiencia sea totalmente redonda: 

  • Vigila a los niños y niñas en todo momento. Al llegar a uno de estos lugares es lógico que reine la alegría y las ganas de zambullirse, pero siempre hay que controlar a los más pequeños para no perderlos de vista. 
  • Procura bañarte en zonas habilitadas. No todos los ríos o pantanos permiten el baño; es más, en algunos lugares está expresamente prohibido porque puede entrañar numerosos riesgos para la salud, desde ahogamientos, golpes o cortes hasta contacto con virus, bacterias, hongos o parásitos presentes en el agua. Otro consejo es que seas consciente de tus aptitudes para nadar; ante la duda, es mejor quedarse cerca de la orilla que adentrarse. 
  • Respeta las señalizaciones e indicaciones del equipo de socorristas. Los y las profesionales que se encuentran velando por nuestra seguridad en estos lugares saben todo lo necesario sobre prevención de accidentes en instalaciones acuáticas, rescates y primeros auxilios, por lo que conviene hacer caso a su criterio siempre. Tampoco te olvides de prestar atención a las señales de seguridad de la piscina en lo referente a trampolines, palancas y toboganes. 
  • Si estás dentro del agua y no te encuentras bien, sal rápidamente. Puede que, por el motivo que sea, algo no te haya sentado bien, o detectes algún tipo de calambre muscular. Ante la duda, es mejor salir fuera y comprobar que se está bien antes de quedarse inmóvil en el interior de una piscina, río o pantano, especialmente si no tocamos pie. 
  • Evita la exposición solar directa entre las 12 y las 16 horas. La principal causa de la insolación es, precisamente, una exposición prolongada al sol sin los protectores adecuados, ya sea una crema solar o una gorra. Los golpes de calor pueden ocurrir como consecuencia de un exceso de calor o falta de hidratación. En cualquier caso, para evitarlo, conviene beber mucha agua y evitar exponerse al sol en las horas centrales del día. 
  • Evita comidas copiosas para facilitar la digestión. Si queremos pasar un día de diez en la piscina, el río o el pantano, lo mejor es llevarse un tipo de comida refrescante y ligera. Una ensalada de pasta es una opción muy buena, así como algún bocata de jamón serrano o jamón york y queso, que puede gustar entre los niños y niñas, además de ser cómodo de llevar. A la hora de entrar en el agua una vez se ha hecho la digestión conviene hacerlo de forma gradual y poco a poco. 
  • Antes de una zambullida, asegúrate de que el agua tiene suficiente profundidad. En muchas ocasiones, el agua nos puede engañar y podemos considerar que es mucho más profunda de lo que realmente es. Conviene asegurarse de ello antes de lanzarse sin más, ya que podríamos golpearnos con rocas o ramas sumergidas. En la misma línea, si estás en un río o pantano es mejor que entres con calzado habilitado para ello, ya que puede haber rocas o barro y podrías hacerte heridas en los pies. 
  • Comprueba que en la zona hay cobertura telefónica. Nadie quiere que pase nada malo, menos todavía cuando hemos salido a pasar el día a uno de estos entornos, pero, si así fuera, llamar al teléfono de emergencias oportuno sería lo más recomendable. Por eso, siempre es una buena opción asegurarse de si hay cobertura telefónica en el sitio que hemos escogido en el caso de que tuviéramos que llamar de forma urgente. En la misma línea, procura ir siempre en compañía o, en caso contrario, informar a familiares o amistades de tu ubicación.  

 



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