La realidad es que cada vez es más difícil la conciliación familiar debido a la falta de estabilidad económica que hoy día sufre la juventud (inestabilidad laboral, acceso tardío al mercado laboral, sueldos bajos y un largo etcétera) y la falta de tiempo por las largas jornadas laborales.
Gracias a la nueva normalidad del teletrabajo, hay ciertos sectores que sí han encontrado más fácil la conciliación.
Sin embargo, ¿quién tiene en cuenta los sectores donde no es posible teletrabajar?
En estos puestos se realizan jornadas en diferentes horarios, incluso se trabaja fines de semana y festivos. Añadiendo la peculiaridad de que algunos puestos requieren una jornada de turnos rotativos.
Podemos ver que, con estas condiciones, la conciliación se hace cada vez más difícil, a pesar del derecho que toda persona trabajadora tiene de conciliar la vida personal y familiar con el trabajo.
Los que hayan sido padres y madres recientemente, ya cuentan con una pequeña ventaja frente a otras generaciones gracias a la duración por igual de las bajas por maternidad y paternidad, medida muy necesaria para favorecer la corresponsabilidad.
Esta medida, por sí sola no es suficiente, cuando la baja finaliza sucede que, en la mayoría de los casos, son las mujeres las que toman la decisión de abandonar su puesto de trabajo o reducir la jornada laboral para encargarse de los cuidados del menor.
Para evitar que esto suceda y la brecha de género siga alimentándose por la necesidad de cuidar a los hijos e hijas, la corresponsabilidad es una medida indispensable que debe adoptar toda la sociedad.
Las compañías comenzarán a tomar medidas más aptas para la conciliación para todos cuando vean que tanto hombres como mujeres se comprometen por igual en el cuidado del hogar y la familia.
Así que, además de ser un cambio para mejor en la vida personal de las familias, también es un acto de llamada de atención a las empresas y el sistema laboral que está establecido.
Toda la sociedad se beneficia de la corresponsabilidad porque:
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Se reducen las desigualdades por género a la hora de contratar a las mujeres para cargos de mayor responsabilidad.
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Los hombres se implican en la crianza de sus hijos e hijas avanzando en un modelo de masculinidad positiva.
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Los hijos y las hijas crecen en un ambiente colaborativo, aprendiendo a colaborar en la familia bajo un modelo igualitario. Es la oportunidad de crear una sociedad más solidaria, cooperativa e igualitaria.
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Además, permitir que ambas figuras participen por igual en la crianza, elimina cargas de estrés dentro del círculo familiar. Esto favorece una mejor salud y gestión emocional y un reparto del tiempo más equitativo para mujeres y hombres.
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Las empresas aumentan su productividad, reducen el absentismo y retienen el talento en su plantilla.
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Repercute en la sociedad en general por su impacto en la igualdad de género (todavía hay muchos obstáculos a los que se enfrentan las mujeres que quieren volver a tiempo completo después de la crianza), en la justicia social (que beneficia a todas las personas) y la mejora de la economía.
Como vemos, los beneficios por adoptar medidas de conciliación corresponsable son evidentes y deseados por todo el mundo. Es posible lograr una sociedad que conviva desde el respeto criando a las nuevas generaciones en la igualdad de oportunidad para hombres y mujeres.
En conclusión, podemos ver que la brecha de género es un problema complejo causado por los más variados factores. Dicho esto, apostamos por que la corresponsabilidad sea una de las claves para resolver el problema.
Debemos tener todas las mismas oportunidades de desarrollar plenamente nuestro potencial profesional. Corresponde a las mujeres, a los hombres, a las empresas y a la sociedad en su conjunto reconocer y fomentar una conciencia para este cambio.
Es necesario que participemos, ya que no solo interesa a nuestras familias, sino también a la sociedad y a las empresas.