Una ancestral leyenda asiática cuenta que existe un poderoso hilo rojo que mantiene a dos personas unidas pase lo que pase. Los dioses atan un cordón rojo alrededor del tobillo o del dedo meñique de esas personas y por mucho que pase el tiempo y cambien las circunstancias, este nunca –jamás– se rompe. Aunque es cierto que este mito se suele aplicar a aquella gente que está predestinada a conocerse y conectar en algún momento de la vida, también refleja un mensaje de esperanza para las personas que se separan y luchan por reencontrarse. Muchas veces, merece la pena creer que existe un hilo rojo irrompible. 

El restablecimiento de contacto familiar, es decir, la búsqueda entre personas cuyos caminos en un determinado momento se separan por múltiples motivos, no es siempre un proceso sencillo. Al contrario: entraña numerosos retos. Obstáculos que desde Cruz Roja se afrontan con valentía y perseverancia, pues la localización de personas es una actividad inherente al movimiento internacional de la Organización desde hace más de 150 años, cuando surgió, originariamente, debido a los conflictos bélicos donde Cruz Roja cumplía un papel imprescindible a nivel humanitario. 

La localización de personas es una actividad inherente en Cruz Roja 

Desde entonces, todo ha cambiado. O, quizá, no tanto como nos gustaría pensar. Las crisis humanitarias, las catástrofes naturales, los movimientos poblacionales o los desastres humanitarios siguen provocando que, en determinadas circunstancias, dos personas pierdan el contacto. En este contexto, ni siquiera los avances tecnológicos son capaces de resolverlo todo. Enfrentarse a un escenario tan difícil sería prácticamente imposible de forma individual. Afortunadamente, Cruz Roja es un movimiento internacional e imparable. 

Integrado en el movimiento internacional de la Cruz Roja, y a su vez en la Federación Internacional –el estamento que aglutina a todas las sociedades nacionales–, el restablecimiento de contactos familiares sigue las directrices del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), un órgano suizo independiente que garantiza la independencia en estos procesos de búsqueda de personas que perdieron el contacto en algún momento.  

El objetivo principal en este restablecimiento de contacto familiar, precisan desde Cruz Roja, es aliviar el sufrimiento que genera la pérdida de contacto y el no saber el paradero de los seres queridos. En Cruz Roja Española, el equipo destinado a estas cuestiones está integrado por 7 personas, y dispone de una red territorial en todas las provincias y a nivel local, con tal de lograr esta premisa. El servicio, además, es gratuito y por supuesto confidencial. 

Los pasos de la búsqueda: cómo retomar el contacto

Si una persona ha perdido el contacto con parte de su familia, ¿qué debe hacer? ¿Cómo debe proceder? Lo primero que tiene que hacer alguien que está iniciando el proceso de búsqueda es acudir a la asamblea más cercana de Cruz Roja (independientemente del país en el que se encuentre). Tras cumplimentar un formulario con información y datos sobre dicha persona –nombre, apellidos, nacionalidad, fecha de nacimiento, motivo por el que se ha podido romper el vínculo familiar, datos del último lugar de residencia, personas que podrían aportar información útil…–, desde la Organización se valora el caso presentado y se realiza una entrevista personal.  

Cerca del 90% de casos llegan a Cruz Roja Española tienen que ver con migraciones internacionales 

“La información nos puede llegar a través del buzón de búsquedas (busquedas@cruzroja.es) y la página web”, precisa Elena Girón, responsable del servicio de restablecimiento familiar de Cruz Roja en España. Y no solo la búsqueda en sí es el motor que activa el servicio; el acompañamiento de la persona que está en esta fase, y puede atravesar un momento muy complejo a nivel emocional, resulta clave. “Le apoyamos”, relata Girón, que también señala que desde Cruz Roja se está a su lado en cualquier situación que requiera, no solo en temas de atención psicológica, sino también en cuestiones de asesoramiento legal –traducción de documentos, apoyo de gestiones o trámites con administraciones u otras cuestiones que la persona no pueda resolver por sí misma–. 

Cerca del 90% de casos llegan a Cruz Roja Española tienen que ver con migraciones internacionales. Alguien que sale de un lugar y no llega jamás a su destino. En esas situaciones, los familiares “se preocupan y contactan, porque no tienen noticias de qué ha podido pasar con esa persona”, explica Elena Girón. En la propia web de Family Links hay una sección de ‘búsqueda en línea’ orientada, precisamente, a ayudar a personas separadas a ponerse en contacto. 

A continuación, y dependiendo del lugar o país donde se haya perdido el contacto, se procede de una forma u otra, ya que resulta especialmente peliagudo si la persona ha salido de un país con un régimen dictatorial o de una zona de conflicto bélico; algo que podría provocar que estuviera perseguida y hubiera que ser especialmente cuidadoso en su proceso de búsqueda. Por ese mismo motivo, a veces la información resulta difícil de conseguir, y resulta muy limitada. Incluso puede suceder que una persona, por muchos motivos, no quiera ser encontrada y no sea posible desvelar información que no se autorice expresamente a contar, lo que dificulta todavía más todo este proceso de búsqueda. 

La difícil travesía que supone el Mediterráneo 

Una de las situaciones más dramáticas se da en el mar Mediterráneo, donde la posibilidad de verificación de la identidad de las personas es especialmente compleja, según confirman desde el servicio de restablecimiento del contacto familiar de Cruz Roja. No hay que olvidar que el hecho de subirse a una patera o un cayuco es una actividad ilegal y, en muchas ocasiones, son las mafias quienes tratan de asegurarse de que no se conozca quiénes se subieron a las mismas.  

Casos sobre restablecimiento del contacto familiar hay muchos, pero Elena Girón, responsable del servicio de restablecimiento familiar de Cruz Roja en España, recuerda uno en especial. Fue hace tres años, en Málaga, cuando se logró reagrupar después de 7 meses a una madre y una niña de 11 años que habían llegado en diferentes pateras. Fue un proceso de reagrupación especialmente complejo, puesto que, cuando los niños o niñas son menores de edad y llegan a la costa sin un referente adulto con el que se pueda demostrar la afiliación, “se complica todo mucho”, indica Girón, e incluso se requieren pruebas de ADN que demuestren el parentesco.  

“Hay búsquedas muy complejas”, incide Girón y habla concretamente de los movimientos migratorios: “En algunos casos no sabemos qué ha podido pasar; si un día se subieron a la patera y no llegaron al lugar de destino por algo; si hubo un naufragio…”, añade.  

“Hay búsquedas muy complejas” 

Respecto a las causas por las que una persona sale de un país, responden a muchas circunstancias. “Personas solicitantes de protección internacional que han salido por conflictos bélicos; por temas económicos; en busca de una vida mejor… de hecho, en determinados países la situación derivada por la COVID-19 también ha provocado que algunas personas hayan migrado y dejado sus países”, expresa la responsable del servicio de restablecimiento familiar de Cruz Roja. “Desde septiembre del año pasado se ha incrementado mucho la llegada de pateras a Canarias y también ha aumentado considerablemente el número de casos de solicitudes de búsqueda derivadas de las salidas en patera”, agrega.  

Con la reciente crisis humanitaria desatada en Afganistán, el servicio de restablecimiento familiar también ha recibido un aumento de solicitudes que se están coordinando junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores. «Es un volumen importante», concluye Girón.  

De dentro para fuera, de fuera para dentro  

El proceso de restablecimiento de contacto parte, en muchos casos, del ámbito internacional, donde la mediación entre las 192 diferentes Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional) resulta clave. En este sentido, el engranaje que conforman las distintas Sociedades Nacionales y la Federación Internacional, regidas a su vez por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), facilita retomar el contacto cuando la petición de encontrar a un o una familiar supera las fronteras del territorio nacional.  

Para ello, los medios son muchos: fuentes primarias, fuentes secundarias, bases de datos de Cruz Roja… La enorme capilaridad de Cruz Roja y el hecho de que sea un movimiento internacional que atiende a un elevado volumen de la población hace que todo este proceso sea posible. Además de todas las sociedades nacionales de Cruz Roja, la Organización en España también trabaja estrechamente con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Todos los recursos son pocos cuando se trata de mantener a dos personas unidas. El hilo rojo nunca se rompe.