La tarde del jueves 22 de febrero, Valencia gritaba en silencio sumida por el horror del implacable fuego. Tras declararse el incendio, Cruz Roja en València a petición de la Generalitat Valenciana y en coordinación con el Ayuntamiento de València activó todos sus equipos movilizando hasta Campanar tanto vehículos de emergencia como recursos sanitarios de comunicaciones y de respuesta psicosocial. Según pasaban los minutos y viendo la dimensión que cobraba el incendio, Cruz Roja movilizó esa misma tarde recursos de asistencia desde Alicante y alertó a otros desde Castellón. Solo en las primeras horas de aquel fatídico jueves, Cruz Roja ofreció apoyo psicosocial a 35 personas, 11 de ellas bomberos, sobrecogidos por la situación a la que se enfrentaron.  

El principio de Humanidad como guía 

“La coordinación previa con la Generalitat y con el Ayuntamiento de València para saber qué teníamos que hacer y para detectar en qué aportábamos valor como Organización fue esencial para ponernos a trabajar de forma consecuente”, apunta Miguel Ángel Rodríguez, el coordinador autonómico de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana.

Miguel Ángel Rodríguez es la primera persona en asomarse a este último y emotivo Cruz Roja Conecta. Su intervención en este encuentro virtual fue de gran interés para entender cómo fue el plan de actuación de Cruz Roja en esta devastadora emergencia.  

Desde el 22 de febrero hasta el 1 de marzo, Cruz Roja, en coordinación con la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, estuvo presente en distintos escenarios para apoyar a las personas afectadas, no solo en Campanar, sino también en el Centro de Atención a Familiares, el CREAP (Centro Referencia Estatal de Atención Psicosocial), el hotel provisional que se montó, y en las nuevas viviendas de acogida temporal proporcionadas por el Ayuntamiento de València.

"Dimos respaldo sanitario y logístico, pero el grueso de nuestra intervención estuvo en la esencia de Cruz Roja, en la parte humanitaria. Tratamos de ser ese primer auxilio psicológico para toda persona que lo necesitara, y dadas las circunstancias y la demanda mantuvimos el acompañamiento los diez días posteriores al incendio”, explica Miguel Ángel.

El Equipo de Respuesta en Emergencias (ERIE) Psicosocial de Cruz Roja brindó información y orientación a 116 personas, y proporcionó apoyo psicológico a 77 personas damnificadas. Además, Cruz Roja efectuó un traslado sociosanitario. Gran parte de la labor fue gracias a las 31 personas, principalmente voluntarias que forman el ERIE Psicosocial de Cruz Roja procedentes de Valencia, Castellón y Alicante en distintos turnos y ubicaciones. El papel de este equipo formado fundamentalmente por profesionales de la psicólogía, el trabajo social y socorristas de acompañamiento, es brindar apoyo integral a personas afectadas por situaciones críticas para contribuir en su recuperación emocional y social en momentos difíciles, lo que incluye también a profesionales intervinientes.

Cruz Roja desplegó a un total de 65 personas, entre personal laboral y voluntario, y 15 vehículos como ambulancias, Centro Móvil de Operaciones y de apoyo. Este trabajo cercano y atento, trajo consigo, días más tarde, la concesión por parte del Gobierno de la  Medalla de Plata al Mértio de la Protección Civil con distintivo rojo al ERIE Psicosocial de Cruz Roja. “No trabajamos para los reconocimientos, pero a la larga es positivo porque se traduce en una cadena de favores.  Reconocen nuestra labor y, por tanto, confían y aportan recursos para nuestra intervención y al final, es una rueda que lleva 160 años funcionando”, comenta el coordinador de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana.

Una solidaria y coordinada respuesta 

También en este Cruz Roja Conecta tuvo su merecido espacio el Centro de Coordinación de Emergencias a través de Jorge Suárez, subdirector general de emergencias de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias.

La labor del 112 fue esencial para que el resto de agentes, incluida la Cruz Roja, pudieran dar luz verde a sus operaciones. “Fueron unos días muy intensos, una de las fortalezas que tiene el 112 de la Comunidad Valenciana es que tiene una capacidad de recibir desde el primer momento información de la ciudadanía que llama, imágenes y puede ir escalando esa información de manera inmediata a todas las agencias que se fueron activando”, apunta Jorge Suárez.  

Esa capacidad de movilizar y coordinar mediante un sistema único es lo que permitió una respuesta rápida y eficaz, teniendo en cuenta la dimensión de las llamas. Además, el alejarse de bulos y tratar de cuidar siempre a las personas afectadas es el modus operandi del 112. “Se trabaja siendo muy transparentes, las noticias falsas nos hacen mucho daño a las emergencias, pero nuestra respuesta es siempre seguir fuentes oficiales y dar prioridad a las familias y personas afectadas a la hora de comunicar cualquier información”, explica durante el Cruz Roja Conecta el subdirector general del 112 en la Comunidad Valenciana.

Si algo tuvo de destacable esta actuación fue la ola de solidaridad que ejercieron todos los agentes implicados, esa red de ayuda interminable estaba presente en cualquier rincón de la ciudad. Pilar Ballester, jefa de Servicio que estuvo al frente del Punto Único de Atención habilitado en Tabacalera por parte del Ayuntamiento de Valencia, fue otra de las personas en participar en el streaming de #CruzRojaCONECTA para contar cómo actuaron durante aquellos días.

El Ayuntamiento de Valencia creó un punto único de atención para brindar apoyo a las familias afectadas y facilitar trámites administrativos. “El día siguiente al incendio se creó un punto de atención, a través de la junta de gobierno local, para atender, recibir e informar a todas las personas afectadas por el incendio. Desde el primer momento se preparó una solicitud en la que los y las afectadas se podían registrar para conocer sus necesidades (alojamiento, ropa, medicación, asistencia, documentos perdidos)…”, comenta Pilar Ballester.

Otra de las tareas clave gestionadas por el ayuntamiento fue el realojo de las personas que habían perdido sus hogares. El ayuntamiento había adquirido, recientemente, un edificio de alquiler social al que faltaba dotar de agua, luz y enseres. Más de 100 personas voluntarias del ayuntamiento estuvieron colaborando, sobre todo en la delegación de vivienda y urbanismo para acondicionar los pisos, tomar los datos y tratar de alojar a las personas afectadas cuanto antes.

Cabe destacar también, que los funcionarios del ayuntamiento de Valencia se ofrecieron a ayudar y se habilitaron turnos de mañana y tarde para atender y orientar a las personas afectadas por el incendio en diversos temas como orientación en trámites con el seguro, etc… 

ERIE Psicosocial: empatía y fortaleza a partes iguales  

Este fatídico e inesperado incendio acabó con la vida diez personas, un centenar de mascotas y la pérdida del hogar para 138 familias. Ahí, la labor psicosocial de la Organización fue esencial y prioritaria.  

María Esteve, psicóloga voluntaria y referente de los ERIE Psicosocial de Cruz Roja fue la última persona en hablar en la charla, pero sus palabras sinceras llegaron a lo más profundo. “Llevamos mucho tiempo atendiendo a personas, pero el incendio fue algo que no habíamos vivido nunca”.  

En un primer momento los ERIE Psicosocial se dedicaron a observar y detectar las necesidades. “No sé supo lo que había ocurrido hasta horas después, vivir algo así produce un shock emocional muy fuerte”, explica María Esteve. Asistieron a los bomberos y más tarde junto a los psicólogos y psicólogas del ayuntamiento trataron de acompañar e informar a los familiares.

“Nunca había estado en una emergencia donde el fuego fuera el responsable del dolor. A nivel emocional lo sufrí mucho, el fuego se lo llevaba todo. Es algo que no me podía quitar de la cabeza y nosotros también tuvimos que hacer una evaluación posterior para descargar todas las emociones”, se sincera la psicóloga.

A través de las palabras de María Esteve y de este Cruz Roja Conecta, se ha podido entender un poquito más la labor de los diferentes agentes implicados y, sobre todo, ver la humanidad y la solidaridad de cada una de las personas que intervinieron en aquellos días y siguen interviniendo a día de hoy.