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Zainkintza, del euskera “cuidado”
SALUT
Zainkintza, del euskera “cuidado”
11/12/2025
ESCRIT PER:
ENTREVISTA PER:
Cruz Roja
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  • La salud mental es una preocupación creciente en nuestra sociedad, y cada vez son más las personas que buscan espacios donde poder expresar sus emociones y sentirse escuchadas. En Vitoria - Gasteiz un grupo de personas se reúne cada semana con el objetivo de reforzar su bienestar emocional y crear comunidad.

Zainkintza (del euskera “cuidado” o “atención” ) es el nombre que recibe este pequeño refugio comunitario que busca reforzar la salud emocional de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad o malestar psicológico. “Tras la pandemia vimos un incremento enorme de casos de ansiedad y depresión, y las peticiones de ayuda por ideación suicida crecieron más de un 60%. Además, los servicios públicos están saturados. Ante esta situación, decidimos dar un paso adelante y ofrecer un recurso gratuito, personalizado y complementario que llegase a quienes más lo necesitan”, explica Yaiza Palacios, coordinadora del programa Zainkintza de Cruz Roja en Vitoria. 

Este espacio comunitario nació en abril como una respuesta accesible y gratuita, basada en la cercanía y la continuidad. El programa se estructura en sesiones individuales, donde se realiza una valoración inicial, se acompaña con dos encuentros de seguimiento y se cierra con una evaluación final; talleres grupales, con dinámicas participativas sobre autoestima, manejo de la ansiedad, comunicación asertiva, duelo o resiliencia, además de actividades como escritura emocional, relajación o visualizaciones guiadas. Desde su puesta en marcha en abril, cerca de 50 personas han participado en los grupos, formados por alrededor de diez asistentes cada uno para garantizar un acompañamiento más personalizado donde las personas puedan expresarse y aprender herramientas prácticas para gestionar sus emociones.

Ese enfoque comunitario, unido a la perspectiva de género e interseccionalidad, permite entender que detrás de cada malestar hay experiencias muy distintas, marcadas por contextos sociales, culturales y personales únicos.

Principalmente acompañan a personas en situación de vulnerabilidad: personas migrantes, víctimas de violencia de género, personas desempleadas o en pobreza extrema, y familias en riesgo de exclusión social, pero también se atiende a población general con problemáticas relacionadas con salud mental. “También se ha trabajado con personas cuidadoras y personas con patologías propias. Son personas que, además de afrontar dificultades personales, suelen cargar con un gran peso emocional que no siempre encuentran dónde aliviar”, detalla la responsable del programa. 

Para muchas de las personas usuarias, este espacio ha supuesto un antes y un después. “Fui a mi médica en busca de una psicóloga y me hablaron de este programa. La verdad es que estoy contenta. Siempre espero con ansias que llegue el día”, cuenta Celeste, quien asegura haber encontrado herramientas para controlar mejor las emociones y encarar situaciones del día a día. “El grupo aporta diferentes puntos de vista que te ayudan a ampliar respuestas. Al principio tenía dudas de las sesiones grupales, pero luego me sentí a gusto”, remarca. 

Esther, otra de las participantes del programa, llegó derivada desde el servicio de enfermería de psiquiatría y en Zainkintza ha comprendido que lo que le ocurre a ella no es algo aislado, sino que, en muchas ocasiones, es un malestar compartido. “Me gusta este servicio que ofrece Cruz Roja. Ayuda mucho hablar con gente que sufre y siente lo mismo que tú. Yaiza, que nos acompaña en este proceso, es una crack. Nos hace ver cosas de las que no somos conscientes de una manera muy sencilla y fácil. La parte difícil está en nuestro tejado, que es poner lo aprendido en práctica, pero ella nos ayuda mucho”

Y es que Zainkintza no solo persigue reducir la sintomatología emocional, sino también tejer redes de apoyo entre las personas usuarias. “No es solo un servicio asistencial, buscamos crear comunidad. Lo más bonito es ver cómo las personas recuperan la confianza en sí mismas y cómo pasan de llegar con ansiedad o tristeza a participar activamente, compartiendo sus experiencias y ayudando a otras. Esa conexión humana es el corazón del programa”, concluye Yaiza Palacios. 

Desde sus inicios en abril de este mismo año, Zainkintza ha demostrado ser un recurso esencial, un lugar donde la salud mental cuenta, donde compartir alivia y donde el cuidado se construye en comunidad. 

Si necesitas hablar, Cruz Roja Te Escucha (900 107 917)

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