¿Cómo es el voluntariado joven en Ceuta? - Ahora
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Dicen que el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán al otro lado del mundo. Todo acto, sin duda, tiene consecuencias. Es un principio que aplican con maestría en Cruz Roja Ceuta, donde la Organización anima a las personas participantes de sus talleres a sumarse al voluntariado. Porque cada pequeño acto puede generar grandes e inesperadas recompensas y, mediante este círculo, en efecto, se consigue.
Sucede, por ejemplo, en el programa de éxito escolar para niños y niñas de entre 7 y 14 años, que depende del área de juventud de Cruz Roja y que se lleva a cabo en muchos otros territorios. “Son los propios niños y niñas que han estado en dichos talleres los que orientan a los nuevos y las nuevas integrantes”, cuenta Yasmina El Haddad, técnica de Cruz Roja Juventud en Ceuta.
El tipo de voluntariado de Ceuta suele recorrer este camino. “Ven que hay necesidades que no están cubiertas y, las propias personas que participan en los proyectos, acaban haciéndose voluntarios y voluntarias”, indica Yasmina.
La mayoría del voluntariado de Cruz Roja Ceuta son personas que han participado antes en talleres de la Organización
A Ramses Mohamed Azumik, sin embargo, la llamada del voluntariado le llegó por Yasmina, que le animó a apuntarse. “Me dijo ‘vente’, y al principio dije que no. Pero luego me quedé”, confiesa Ramses Mohamed. Este joven de 21 años, que se encuentra en estos momentos acabando el grado de Educación Social, se acerca a Cruz Roja prácticamente todos los días por la mañana y, por la tarde, cuando los talleres lo requieren.
“De Cruz Roja, me gustó el espíritu que se transmitía: las relaciones de igualdad que se creaban, cómo se adquirían valores y conocimientos que en la escuela no se dan, menos todavía con la pandemia”, destaca Ramses Mohamed.
A título personal, este joven voluntario también se queda con el aprendizaje continuo que le supone estar en Cruz Roja. Como personas voluntarias, afirma, tratan de integrar la realidad de los niños y niñas y que se olviden de sus problemas al tiempo que se divierten y aprenden. “Nos da la sensación de que desde la educación muchas veces no se consigue la transversalidad, porque los ratios de las clases son elevados o porque la situación no lo permite… Desde Cruz Roja apoyamos esos vacíos”, relata.
Por todo ello, los temas que se tratan en los talleres no solo pasan por la promoción del éxito escolar, sino por la prevención de conductas violentas, la coeducación o el medio ambiente, entre otros. Tan importante es el impacto de Cruz Roja sobre estos pequeños y pequeñas, que Ramses Mohamed recuerda una anécdota: “Una niña dijo que ella, de mayor, quería ser voluntaria. Que quería ayudar a los demás”, explica. “Eso me hizo sentir muy bien”, concluye.
La multicultural y enriquecedora Ceuta
Como todos los lugares, Ceuta cuenta con sus peculiaridades. “Ceuta, en sí misma, es una particularidad”, confirma Ramses Mohamed. “Es un sitio culturalmente diverso, muy rico. Por eso creo que se necesitan espacios interculturales e interdisciplinares donde se ponga todo eso en valor”, añade.
Una particularidad de Ceuta es el “dariya”, el dialecto de la ciudad
Una de las principales diferencias con otras comunidades o regiones es el dariya, “el dialecto de Ceuta”, en palabras de Yasmina El Haddad. El dariya (también conocido como árabe dialectal marroquí) es una lengua que se habla en parte de la ciudad y, el motivo por el que, desde Cruz Roja, tienen que traducir algunas de sus formaciones para ajustarse a ello.
La proximidad con Marruecos, por otro lado, hace que en Ceuta haya niños y niñas que procedan del país africano. “Generalmente, dominan poco el castellano, y por eso intentamos dotarles de herramientas mediante otros proyectos, a veces no propios de Cruz Roja Juventud, pero sí relacionados. Es otra forma de integración”, cuenta Yasmina.
Los centros de menores son otros de los lugares donde Cruz Roja actúa en Ceuta. “El nivel de un niño o una niña de un instituto de Ceuta no es el mismo que el que tiene un niño o niña en un centro de menores. Baja muchísimo, por lo que tenemos que adaptarnos”, cuenta Yasmina. No obstante, hay motivos para la esperanza. “La clave es conseguir pequeños objetivos. Poco a poco”, explica. Porque, como dicen, todo pequeño acto tiene sus consecuencias. Aquí está la prueba.
Si eres una persona joven y quieres formar parte del voluntariado de Cruz Roja, aquí encontrarás toda la información.
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