Sostenible y verde: así es la apuesta de Cruz Roja en su flota terrestre - Ahora

• Cruz Roja lleva a cabo un ambicioso plan para hacer su flota terrestre más sostenible. La salud de las personas, y el cuidado del medio ambiente, han sido clave para apostar por este cambio. 

La Semana de la Movilidad, una iniciativa que surgió en Europa en el año 1999, se celebra cada año entre el 16 y 22 de septiembre con un principal objetivo: promover la movilidad sostenible y fomentar el desarrollo de buenas prácticas y medidas permanentes. Una semana, sin embargo, no es suficiente. Bien lo saben en Cruz Roja. Desde hace un par de años la Organización decidió apostar por un plan de renovación de su flota terrestre que, en este septiembre de 2023, va más que bien encaminado. 

 Jaime Bará, responsable de Movilidad Sostenible en Cruz Roja, recuerda que la Unión Europea ya ha alertado de las 400.000 muertes que se producen en Europa debido a la contaminación atmosférica (si bien, eso sí, no todas son atribuibles al vehículo). Según un informe del año 2020 de la Agencia Europea del Medio Ambiente, la contaminación del aire fue la causante de 1 de cada 8 muertes prematuras en Europa.  

España no se queda atrás. “Aquí hay un cálculo de unas 24.000 personas que fallecen cada año por aspectos relacionados con la contaminación ambiental”, expresa. La Unión Europea ya ha prohibido la fabricación de vehículos de combustión a partir de 2035, por un lado por su peligro para la salud de las personas y, por otro, por su daño al medio ambiente, bajo unos propósitos alineados con la Agenda 2030. Pero, ¿qué hacer con los coches que ya están circulando?  

Cruz Roja cuenta con, aproximadamente, 3.500 vehículos, uno de los principales recursos para el desarrollo y gestión de su actividad, de los que un 15% ya poseen etiqueta cero y eco. Desde hace un par de años, los que tienen emisiones más contaminantes se han ido sustituyendo por otros modelos de híbridos de gas, híbridos eléctricos y totalmente eléctricos, en un esfuerzo que Bará califica “por encima de la media nacional, que no llega al 4%”. La finalidad, además, es alcanzar la descarbonización de la flota hasta el año 2030, para lo que también se está en contacto directo con todos los territorios para ir gestionando este cambio de enfoque. 

Cabe tener en cuenta que la antigüedad media de la flota de Cruz Roja es de 9 años y medio (el parque español ronda los 13 años y medio). El 30,09% de la flota de Cruz Roja tiene entre 11 y 15 años, y un 16,7% tiene una antigüedad mayor de 15 años. Por otro lado, se estima que el kilometraje recorrido es de 13.300 km de media por vehículo/año, siendo los vehículos nuevos los más utilizados.  

Respecto a la recarga (clave en este tipo de vehículos), Jaime Bará menciona que en muchas sedes de Cruz Roja ya hay puntos habilitados, incluso se está utilizando la energía solar para ello, “una energía limpia totalmente”. Aunque “sigue habiendo ciertos problemas para expandir una red completa”, señala, “ya hay gasolineras, centros comerciales y parkings que cuentan con cargadores”. Solo hace falta mirar a nuestro alrededor para saber que esta es la dirección. “Europa ha invertido más de 250.000 millones en producir vehículos eléctricos”, menciona. El futuro, por tanto, está claro. “No hay marcha atrás”, puntualiza.  

Además de la renovación de la flota, Cruz Roja también está reduciendo su flota (los vehículos de mayor antigüedad se eliminan sin necesidad de ser sustituidos), reorganizando la redistribución y el uso de la flota (por ejemplo, fomentando el uso compartido), explorando nuevas formas de movilidad (como el transporte público, la bicicleta…), reaprovechando componentes de sus vehículos retirados (algo clave en la economía circular), sensibilizando y formando al personal y personas voluntarias e impulsando la digitalización de tecnologías que permitan optimizar la flota.