La soledad no deseada también afecta a la juventud - Ahora
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- Cruz Roja Cataluña presenta su primer informe sobre ‘Soledad no deseada’. Entre las conclusiones alcanzadas, llama la atención el caso de la juventud: solo el 20% de las personas encuestadas en esta franja consideran que no están solas.
La soledad no deseada no es una problemática que afecte únicamente a personas mayores, pese a que la mayoría de estudios y los recursos para paliarla se hayan centrado en este colectivo. Esta es una de las conclusiones que se extraen del primer estudio sobre ‘Soledad no deseada’ presentado recientemente por Cruz Roja Cataluña, que a través de 1.511 encuestas realizadas de febrero a mayo de este año, arroja importantes datos sobre esta temática.
Así, el 22,83% de las personas encuestadas se definen como “no solas”, mientras que 8 de cada 10 (77,17%) experimentan algún tipo de soledad. Más de la mitad presentan una soledad moderada, y un 21,77% padecen soledad grave o muy grave. Curiosamente, los indicadores más altos de ausencia de soledad, así como los más bajos de soledad grave o muy grave corresponden a las personas mayores; por el contrario, los indicadores más graves de soledad se dan entre el grupo de edad más joven (18-29 años), donde solo un 20,25% se definen como “no solos/as”.
Algunos otros aspectos que se deslizan del estudio es que existe una relación directa entre soledad y vulnerabilidad, que impacta especialmente en colectivos que padecen pobreza, exclusión o marginación social. El entorno también es un patrón a tener en cuenta; las personas que viven en un entorno rural (13,43%) presentan unos indicadores de soledad significativamente más bajos que las que viven en ciudades o municipios grandes.
En cuanto a la forma de relacionarse, 7 de cada 10 personas consideran que tienen suficiente relación con su familia y amistades. La mayor conformidad se da entre la gente que conforma el grupo de mayor edad. Las formas más habituales son presencial (65,52%), seguida de telefónica (28,92%) y virtual (5,57%) con importantes variaciones de los porcentajes entre las diferentes franjas de edad.
Aunque el sentimiento de soledad se suele asociar también con personas que viven solas, no siempre es así, puesto que depende fundamentalmente de si esta opción ha sido escogida o impuesta por las circunstancias. Más de la mitad de las personas consideran que vivir solo/a no es bueno o tiene más inconvenientes que ventajas mientras que el 44,5% lo valoran de manera positiva.
La tecnología se postula como una opción para combatir, en parte, la soledad no deseada ya que ofrece respuestas instrumentales en forma de servicios y amplía las posibilidades de interactuar con otras personas. Según el informe, 8 de cada 10 personas tienen servicio de Internet, aunque en la franja de más edad la proporción disminuye drásticamente hasta poco más del 35%.
Más de la mitad de las personas con acceso a Internet, por otro lado, consideran que utilizan mucho o bastante las nuevas tecnologías, aunque solo 3 de cada 10 estiman que estas pueden contribuir a mejorar su calidad de vida. Con todo, las personas que utilizan mucho o bastante las nuevas tecnologías presentan unos indicadores de soledad más bajos que las que las usan poco o de forma ocasional. Unas 7 de cada 10, además, las usan a diario para relacionarse con otras personas.
Todos los datos del primer estudio sobre ‘Soledad no deseada' se pueden consultar en esta página web.
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