¿Qué hacer ante la aparición de una medusa? - Ahora

• Las medusas suelen generar mucho pánico. Sin embargo, la mejor forma de enfrentarse a ellas es mantener la calma y avisar a las autoridades pertinentes de su aparición. 
   

Medusas en el mar. Es uno de los miedos más comunes cuando se acerca el verano y se llenan las playas, pero no debería ser así. No en vano, recuerda José Cacho, técnico de Medio Ambiente de Cruz Roja en Cantabria, viven en el océano: es su hábitat natural. Ante la aparición de una medusa solo hay que conservar la calma y la prudencia, especialmente ante la aparición de especies más dañinas como la ‘carabela portuguesa’. 

Especímenes de esta última se han paseado durante los pasados días por las costas de País Vasco y Cantabria, aunque Cacho alega que no sería correcto hablar de “plaga”. Tampoco que llamemos “medusa” a la ‘carabela portuguesa’ (en realidad es un hidrozoo). En todo caso, esta ser puede ser especialmente peligroso debido a sus toxinas, y puede provocar “daños más allá de la típica picadura”, tales como mareos, vómitos o convulsiones. La parte positiva, eso sí, es que su morfología es fácilmente identificable: “No está bajo la superficie, tiene una parte aérea o vela (de ahí su nombre), y sus tentáculos son azules, rosas y rojos, pudiendo llegar a medir 10 metros o más”. 

La tipología de medusa, además, varía dependiendo de la zona donde nos encontremos. “La aguamala, las avispas de mar, las medusas clavel, las medusas compás, las comunes…”, enumera el técnico de Medio Ambiente de Cruz Roja. Es falsa la creencia, por otro lado, de que “pican”. En realidad, disparan una especie de arpón (denominados cnidocitos) que, al entrar en contacto con la piel, sí causa la urticaria (en diferentes grados). “Hay desde picaduras muy sencillas, como la que podría producir una ortiga, hasta cosas mucho más serias”, expone.  

Con el cambio climático, será cada vez más habitual ver medusas en el mar debido a las nuevas condiciones meteorológicas y climáticas

Respecto a lo que hacer cuando vemos a una medusa, “no hay que alarmar: sí informar”, expone José Cacho, que también recuerda que lo habitual es que no se den casos fatales para la salud. A ello se suma que, con el cambio climático, será cada vez más habitual ver medusas en el mar debido a las nuevas condiciones meteorológicas y climáticas (como el aumento de temperatura del agua, el descenso de depredadores, etc.).

Con todo, si nos encontramos con una medusa, “hay que llamar o avisar al personal, o al socorrista más cercano. Incluso cuando las vemos en la orilla, aplastadas, porque es difícil saber si son inocuas o no. En caso de que no haya socorristas, se puede llamar también al 112”. Además, es importante no acercarse ni tocar, guardar un perímetro de seguridad y dejar actuar a los profesionales.