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“Gracias a que estábamos allí, pudimos atenderle a tiempo”
SOCORS
“Gracias a que estábamos allí, pudimos atenderle a tiempo”
18/03/2025
ESCRIT PER:
ENTREVISTA PER:
Cruz Roja
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Cruz Roja
  • El pasado domingo 19 de enero la localidad ciudadrealeña de Puerto Lápice puso fin a las fiestas de su patrón, San Antonio Abad, con las célebres carretillas de San Antoncillo, un acontecimiento que consiste en la quema de cohetes rastreros o buscapiés. Como cada año, el equipo de Preventivos de Cruz Roja en Alcázar de San Juan, municipio próximo, se desplazó hasta allí para estar cerca de las personas. Y menos mal que así fue. 

Todo avanzaba con normalidad durante las fiestas de Puerto Lápice. “El último día se celebran las carretillas de San Antoncillo donde tiran los típicos petardos que se desplazan por el suelo. El equipo preventivo de Cruz Roja nos acercamos para atender a la población en caso de quemaduras o asistencias leves, ya que suele ser bastante común. Esta vez, por desgracia, ocurrió algo más que nos hizo actuar muy rápido”, explica María Del Prado Álvarez Marcos de León, voluntaria de Socorros e Intervención Social de Cruz Roja en Alcázar de San Juan que se encontraba en el servicio preventivo.  

En plena celebración un chico se acercó al puesto preventivo, donde estaba el equipo de Cruz Roja, avisando de que un señor no se encontraba bien. “Cuando llegamos allí, vimos que no tenía buen aspecto y que debíamos actuar cuanto antes. Casualmente había una enfermera por allí que nos ofreció apoyo, subimos al paciente a nuestra ambulancia y en coordinación con el 112 le dimos asistencia”, cuenta la voluntaria. Durante el camino hasta llegar al hospital más cercano en Alcázar de San Juan, el hombre fue empeorando y tardaba cada vez más en responder al personal. “Su nivel de consciencia cayó de golpe, y al llegar al hospital, el médico de la UVI comentó que estaba entrando en parada. Tuvo un infarto y más tarde otro. Finalmente, lo terminaron trasladando al hospital de Ciudad Real. “Puerto Lápice no cuenta con un centro hospitalario ni con servicios de urgencias, su hospital más cercano está a 30 minutos en coche…Si no llega a estar allí Cruz Roja no sé qué hubiera pasado. El tiempo en estos casos es decisivo”, asegura acongojada la voluntaria del equipo preventivo de Cruz Roja.   

Desde el primer momento, María Del Prado, la voluntaria de socorros al frente del servicio preventivo de Cruz Roja aquel día, estuvo en contacto con la familia de la persona afectada para informarles de cualquier imprevisto. “Hicimos todo lo que estaba en nuestra mano y estamos muy agradecidos de que todo saliera bien y se resolviera a tiempo. En estos momentos, los equipos de socorros debemos ser fuertes para estar centrados en la víctima, el dolor lo llevamos por dentro. Más tarde pude desahogarme con mi equipo. Es necesario soltar para poder seguir con nuestra actividad cada día”, se sincera.  

Una semana después del incidente, el vecino afectado de Puerto Lápice de 62 años, que durante las fiestas se encontraba en el bar preparando la comida para toda la localidad, regresó del hospital a casa y actualmente, se encuentra estable. “Ha vuelto a nacer, si esto le ocurre en casa no sobrevive. A raíz de este susto se le ha detectado arritmia y ahora cuenta con un marcapasos y está controlado y mucho mejor”, expresan miembros de la familia.  

Este hecho que, en esta ocasión, tuvo lugar durante las fiestas de Puerto Lápice es un ejemplo más de la labor de Cruz Roja: estar cerca de las personas para aliviar el sufrimiento y, en ocasiones, salvar vidas.  

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