Escribiendo un futuro lleno de oportunidades - Ahora

• Alejandra, Paula y Ruth. Tres nombres y una historia compartida. Las de las primeras, porque buscaban trabajo; la de la última, porque se lo brindó. Hoy son un equipo, como ellas mismas definen. 

El reconocimiento El bolígrafo que escribe el futuro supone una forma de premiar a las empresas que dan un paso al frente y apuestan por incorporar a talento joven. Es el caso del Restaurante el Horno, en Zamora, capitaneado por Ruth Rodríguez. Ella misma cuenta cómo recurrió a Cruz Roja para encontrar a un par de personas que pudieran echarle una mano. A través del Plan de Empleo de la Organización, y la iniciativa ‘Puentes hacia el empleo’, lo consiguió. Fue así cómo conoció a Alejandra Flavia y Paula. 

La primera, participante del Plan de Empleo de Cruz Roja y de ‘Puentes hacia el empleo’, se había formado en un curso de cocina y, cuando supo que en la Organización admitían currículums y ayudaban a encontrar un trabajo, no dudó en acercarse. “Me explicaron cómo funcionaba la iniciativa de ‘Puentes hacia el empleo’ y me dijeron que una empresa se pondría en contacto si cumplía los requisitos. Un día estaba paseando por la calle y me llamaron del restaurante: necesitaban camareras”, explica Alejandra Flavia.  

“Me explicaron cómo funcionaba la iniciativa de ‘Puentes hacia el empleo’ y me dijeron que una empresa se pondría en contacto si cumplía los requisitos” 

“Llevo ya cuatro meses. Nunca pensé que fuera a trabajar a mis 19 años… pero ha ido todo muy bien”, cuenta la joven. De la experiencia, hasta la fecha, se queda con “los puntos de vista”, que explica de la siguiente manera: “Trabajando de camarera entiendes cómo estar más con las personas, comprendes sus situaciones, te enseña a ser más tolerante. Además, hay mucho compañerismo. Estoy muy a gusto”, concluye. 

Paula, por otro lado, había acudido a Cruz Roja hacía un par de años. Ya tenía ciertos contactos, y no se lo pensó cuando vio que había salido un curso que le interesaba. De ahí pasó al Plan de Empleo, y pronto también al restaurante. “En Cruz Roja me dieron muchas herramientas. Me mandan ofertas de trabajo al mail, y me ayudaron también con la presentación del currículum”, expone. Por su parte, se queda con “la relación que tengo con Ruth, la jefa, y con mis compañeras”. 

La propia Ruth no podría estar más satisfecha con la experiencia. “Estas dos niñas son muy buena gente. Cruz Roja les ayuda mucho en este sentido, porque a veces no saben cómo encontrar trabajo, o quién les puede ayudar”, menciona. “Son muy dispuestas. El otro día lo hablábamos: lo contentas que estábamos todas por el equipo, por cómo funcionábamos. A veces me preguntan qué tal lo hacen, cómo lo hacen, y yo siempre les digo que estoy contenta porque dan todo lo que pueden”, sonríe Ruth. Por ese mismo motivo, no duda en hacer un llamamiento y anima a otras empresas a colaborar con Cruz Roja.