Convertirse en los ojos de quien no puede ver - Ahora
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- La innovación nos demuestra, cada día más, que puede mejorar la vida de las personas. El último ejemplo de ello es By My Eyes, una aplicación que conecta a personas ciegas o con visión reducida con personas voluntarias que pueden ayudarles en su vida cotidiana.
Los teléfonos inteligentes no solo sirven para navegar por Internet, curiosear en redes sociales o leer interesantes artículos. Gracias a la aplicación Be My Eyes, los dispositivos móviles adquieren una nueva dimensión: también pueden convertirse en la herramienta perfecta para mejorar la vida cotidiana de las personas ciegas.
By My Eyes es una aplicación gratuita para teléfono que conecta a personas con ceguera o con visión reducida con personas voluntarias que les pueden ayudar en su día a día. El cómo: a través de la cámara del teléfono móvil. Para ello, las personas con ceguera o con visión reducida se ponen en contacto con una persona voluntaria mediante la aplicación y según el idioma que hablen. La persona voluntaria, a continuación, puede acceder tanto a la cámara frontal como a la trasera para asistir de la mejor manera posible a la persona necesitada en lo que requiera.
De esta forma, la persona voluntaria puede prestar ayuda en un sinfín de temas que resultan muy difíciles para las personas con ceguera o visión reducida: revisar la fecha de caducidad de sus alimentos, combinar o distinguir colores, leer algo específico, buscar objetos perdidos, distinguir productos, o investigar algún terreno desconocido. Cerca de un 90% de las llamadas duran menos de dos minutos, por lo que es una manera fácil y rápida de ofrecer ayuda a alguien que lo necesita en tiempo récord. La llamada, además, llega a varias personas voluntarias a la vez, por lo que si en ese momento no podemos atenderla, habrá alguien que seguramente sí pueda hacerlo.
La comunidad By My Eyes actualmente está formada por más de 350.000 personas usuarias ciegas
Be My Eyes fue fundada en 2012 por Hans Jorgen Wiberg, quien también sufre problemas de visión. Mediante su trabajo para la Asociación Danish para la ceguera, Wiberg conoció a varias personas que utilizaban el servicio de videollamadas para ponerse en contacto con familiares y amistades que les pudieran ayudar con asistencia virtual. Impresionado por este uso de la tecnología, el fundador de By My Eyes solo detectó un error: siempre se tenía que elegir a alguien específico en la llamada. Pero, ¿y si fuera posible ponerse en contacto con un grupo de voluntarios y voluntarias que pudieran brindar apoyo visual? Y así empezó todo.
La comunidad By My Eyes está formada actualmente por más de 350.000 personas usuarias ciegas, y más de 5 millones de voluntarios y voluntarias en todo el mundo. La aplicación también cuenta con el respaldo de prestigiosas compañías como Google, Microsoft, Spotify o LinkedIn. Es, además, uno de los proyectos incluidos en Red Social Innovation, el centro internacional de recursos destinado a la innovación social con el apoyo de la Cruz Roja Española y la Cruz Roja Francesa.
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