Combatir la soledad no deseada con acento andaluz - Ahora

• El potencial de las viñetas es indiscutible. Logran transmitir mensajes complejos de forma sencilla. Para prueba, la colaboración (enmarcada bajo el Proyecto CRECE) entre Cruz Roja en Cádiz y la ilustradora Claudia GR Moneo.

Visibilizar una problemática social como la soledad no deseada no siempre es sencillo. Las viñetas, en este sentido, no solo sensibilizan, sino que también motivan a las personas a actuar y tomar medidas: son una herramienta estupenda para transmitir mensajes poderosos de una manera visual y accesible, fomentando la empatía y el apoyo mutuo. Es lo que ha sucedido con una serie de ilustraciones que se han realizado en Cruz Roja en Cádiz bajo el marco del Proyecto CRECE (finalizado en diciembre de 2024) y que ha contado con el afilado lápiz de la ilustradora Claudia GR Moneo.

“Ya conocíamos el trabajo en redes de Dominga Habla Sola”, cuenta Cristina Rubiales, técnica de Cruz Roja en Cádiz, aludiendo a las viñetas que se habían realizado para el proyecto CRECE a nivel nacional donde participaron Elisabeth Justicia (creadora de Dominga) y Moderna de Pueblo. “La soledad no deseada tiene muchos condicionantes, uno de ellos es el territorio”, puntualiza; fue ese el principal motivo por el que decidieron encargar una serie de viñetas que, aunque compartieran la esencia de combatir la soledad no deseada, también tuvieran guiños, expresiones y referencias a la cultura andaluza. 

“Aquí contamos con muchas horas de sol, se vive mucho en la calle, y eso marca mucho también la soledad. El acento andaluz, además, tiene mucho de acogida, de calor, de cariñito”, cuenta Cristina. Tras conocer el trabajo de Claudia GR Moneo, que se centra en gran parte en el feminismo andaluz y el empoderamiento de las personas mayores, no dudaron en encargarle esta serie de diez viñetas. “Era la aliada perfecta para el Proyecto CRECE, ya que aquí el proyecto se ha centrado mucho en personas mayores y mujeres en dificultad social”, expresa Cristina.

Cuando a Claudia le comentaron que estaba, a su manera, formando parte del Proyecto CRECE, se dio cuenta de que era verdad: “Comparto muchas ilustraciones de temática feminista, personas mayores, denuncia, reflexión… A partir de ahí, empezamos con el proyecto de las viñetas”, cuenta. Claudia, que además de su faceta como ilustradora también imparte charlas, tiene una ponencia titulada ‘Qué aprendo de mi abuela’ y otra con el título de ‘Sigo viva gracias a mis amigas’. 

En sus viñetas no aparecen rasgos: solo siluetas. “Quiero que sirva de espejo para que la gente se vea reflejada”, remarca y pone el foco en la importancia de la comunidad para luchar contra la soledad no deseada: “Mi abuela me ha enseñado que lo importante de la vida es el contacto, la convivencia, la comunidad, el estar vinculada a la tierra y a la gente”, declara. 

Las viñetas, gracias a su potencial de ser entendibles y memorables, no solo se han compartido en redes sociales, sino que se han utilizado para otros fines. “La décima viñeta la hizo en una actividad comunitaria in situ, a mano alzada. Además, hemos hecho una exposición itinerante, acciones de sensibilización, material de merchandising como abanicos con las ilustraciones…”, añade Cristina Rubiales.  

Viñetas que, en última instancia, también contribuyen a construir una sociedad más compasiva y solidaria.