Centroamérica tras los huracanes de 2020 - Ahora
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- La temporada de huracanes del Atlántico de 2020 fue la más activa de la historia y más de 7,5 millones de personas se vieron afectadas por su intensidad. Las Sociedades Nacionales de Cruz Roja se coordinaron para apoyar en tareas de evacuación y rescate, y ayudar a paliar los efectos de estos temibles sistemas meteorológicos.
Doce días. Ese fue el intervalo entre el huracán Eta e Iota, que azotaron parte de Centroamérica hace, en estas fechas, un año. El primero tocó tierra en Nicaragua el día 3 de noviembre como un huracán de categoría 4, es decir, extremadamente peligroso. Las lluvias de Eta provocaron inundaciones, deslizamientos de tierra, daños a la infraestructura, viviendas y cultivos en todos los países de Centroamérica, con importantes daños concretamente en Nicaragua, Honduras y Guatemala. Cinco días después, el 8 de noviembre, llegó a Cuba con vientos sostenidos de 100 km y lluvias que también afectaron a Bahamas y Jamaica. La tormenta tropical Eta tocó tierra en Florida y las fuertes lluvias provocaron apagones y daños a la infraestructura, incluidos sitios de pruebas de COVID-19.
Por lo que respecta a Iota, tocó tierra también en Nicaragua, y en la región de Gracias a Dios en Honduras, donde lo hizo ya como un huracán peligroso de categoría 5. Las inundaciones y los deslizamientos de tierra en Honduras, Nicaragua y Guatemala se vieron agravados por los efectos recientes del huracán Eta en esos países. Con todo, Iota se convirtió de esta forma en la trigésima tormenta con nombre de la temporada huracanes del Atlántico de 2020, rompiendo el récord de 2005, cuando hubo 28 tormentas con nombre.
Más de 7,5 millones de personas se vieron afectadas por estos sistemas meteorológicos en todos los países de Centroamérica, una situación especialmente grave en Nicaragua, Honduras y Guatemala, donde más de 6 millones de personas sufrieron los efectos de las fuertes lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra. El perfil de las personas afectadas estuvo compuesto especialmente por mujeres, niños y niñas; además, Eta también afectó fuertemente a las comunidades indígenas, afro y miskitas.
Iota se ha convertido en la trigésima tormenta con nombre de la temporada huracanes del Atlántico de 2020, rompiendo el récord de 2005
Desde el primer momento, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja se coordinaron con las autoridades para brindar preparación, evacuación, servicios de rescate, apoyo a personas refugiadas, atención prehospitalaria, difusión de medidas de prevención, apoyo psicosocial y evaluación de daños y necesidades. Para ello, las respuestas humanitarias de Cruz Roja se lanzaron simultáneamente en Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia, incluido un llamamiento de emergencia por 20 millones de francos suizos para apoyar a 75.000 personas en Honduras, Nicaragua y Guatemala durante 18 meses.
La temporada de huracanes del Atlántico de 2020 se considera la más activa de la historia. También es la quinta consecutiva en presentar una actividad superior al promedio, con 30 tormentas tropicales con nombre, de las cuales 13 se convirtieron en huracanes.
La respuesta de Cruz Roja, clave para paliar los efectos de los huracanes
Doce meses después del paso de los huracanes Eta e Iota, 620.559 personas afectadas han sido apoyadas por la Cruz Roja en Guatemala, Honduras y Nicaragua, con el apoyo de la Federación Internacional y su red global, en lo que se ha convertido en uno de los desastres más desafiantes al que se ha enfrentado Centroamérica en la historia reciente.
Los servicios de primeros auxilios y/o ambulancias han brindado apoyo a 43.790 personas en Guatemala, Honduras y Nicaragua. También se brindaron citas de salud o servicios médicos a 18.354 personas en Guatemala, Honduras y Nicaragua; y más de 45.384 han sido beneficiados con actividades de salud mental y apoyo psicosocial. Por otro lado, 14.705 personas han recibido kits de higiene, 39.719 personas han participado en actividades de promoción de la higiene y otras 8.294 han recibido apoyo mediante mosquiteros o campañas de control de vectores.
Con todo, los huracanes Eta e Iota han exacerbado una combinación ya ruinosa de COVID-19, pobreza y desigualdad en la región. Estas crisis superpuestas han hecho de la operación llevada a cabo por la Federación Internacional y su red global una de las más complejas que jamás hayan montado.
Doce meses después del inicio de la operación, la principal prioridad para la Cruz Roja sigue siendo apoyar la recuperación de los huracanes protegiendo los medios de vida de las personas, previniendo las enfermedades relacionadas con el agua y los vectores y abordando el impacto social y económico de los huracanes, que han afectado gravemente migrantes, desplazados y mujeres.
28 de los 35 países de las Américas tienen un riesgo medio, alto o muy alto de enfrentar desastres relacionados con el clima. Guatemala, Honduras y Nicaragua están clasificados como países de alto riesgo y, al mismo tiempo, están en el grupo de países que carecen de inversión para financiar los esfuerzos de preparación y adaptación climática.
La Federación Internacional y las Sociedades de la Cruz Roja en Guatemala, Honduras y Nicaragua continuarán creando conciencia sobre los múltiples peligros en las comunidades afectadas, fomentando la organización comunitaria y poniendo en marcha planes de preparación y medidas de adaptación al cambio climático que fomenten la resiliencia comunitaria y salven vidas, así como minimicen el impacto de futuros desastres.
Si quieres contribuir y aportar tu granito de arena al trabajo realizado por la Federación Internacional y las Sociedades de Cruz Roja en Centroamérica, puedes hacerlo aquí.
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