Biggie, un reflejo de ayuda y un ejemplo - Ahora
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- Con estas palabras describe el equipo de Cruz Roja en Alcoy (Alicante) a Biggie, migrante que llegó a España desde Ghana y ahora forma parte del voluntariado de la Organización. El protagonista de esta historia demuestra que la diversidad es una ventaja para el desarrollo social, cultural y económico del país que lo acoge. Porque hay algo que sabemos: las personas migrantes aportan y suman a nuestra sociedad.
Ayudar a las personas que pasaron por lo mismo que él y devolver lo que en su día le brindó de la Organización son los motivos por los que Biggie decidió hacerse voluntario de Cruz Roja en Alcoy. “Completé la escuela en Kumasi llamada Kumasi Technical University, tenía una tienda que reparaba computadoras y teléfonos en Ghana y mis padres siempre me impulsaron a seguir mis sueños”, recuerda Biggie.
Biggie tiene 34 años, es el último hijo de su extensa familia, su hermano mayor vive en Estados Unidos y su hermana en Londres con sus tres hijos, el resto viven en Ghana. “La vida en Ghana estaba aparentemente bien, pero por un grave suceso que, 11 años después, todavía me duele, tuve que dejar todo atrás y abandonar mi país, tomé este peligroso viaje sin darme cuenta de lo aterrador que era”, se sincera el, ahora, voluntario.
Como describe Biggie “gracias a Dios sobreviví”. Pasó tres largos años viviendo en las montañas de Marruecos, en Nador, hasta que finalmente llegó a España. No conocía el idioma y todo era nuevo para él. Biggie llegó a Cruz Roja donde, durante un año en el albergue, pudo iniciar su camino, recibiendo clases de castellano, talleres de inclusión, así como clases explicativas sobre la ley de extranjería y protección internacional. Cruz Roja dispone de una red de centros de acogida de atención humanitaria en los que se cubren necesidades de higiene, alojamiento y se trabaja en la integración de las personas migrantes.
Todo este impulso y acompañamiento por parte de la Organización hizo que Biggie, con el tiempo, pudiera obtener su pasaporte, sus papeles y conseguir un trabajo en Alcoy (Alicante). Ahora, Biggie lleva dos años como voluntario en Cruz Roja ayudando a personas que como él, en un momento dado, necesitó que alguien le tendiera la mano y le animase a seguir, a pesar de la mochila que cargara detrás.
El perfil más frecuente de personas migrantes que hacen voluntariado en Cruz Roja es el de mujeres de nacionalidad colombiana, de 35 años, con estudios de bachillerato. Además, se observa que las personas migrantes representan el 8,45% del total del voluntariado de la Organización y el 83,27% de ellas también son personas usuarias.
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