El apoyo psicológico, una labor esencial en medio de la tragedia - Ahora
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- Cruz Roja ha prestado atención psicosocial a la población afectada desde el inicio de la emergencia, tanto en los albergues como en los propios domicilios para quienes así lo demandan. Un apoyo que también se dirige a las personas intervinientes. Ayudarles a combatir el miedo, la incertidumbre o la tristeza es parte de su trabajo.
Rocío y su compañera, ambas psicólogas de Cruz Roja, sortean los restos de enseres embarrados que todavía ocupan las calles de Paiporta para visitar a Magdalena. Esta vecina del municipio no ha podido volver a su casa después de que el agua arrasara el pueblo. La planta baja donde vivía quedó anegada y desde entonces vive con su hija. La familia pidió ayuda porque Magdalena, a pesar de encontrarse bien físicamente, tenía el ánimo bastante bajo. Por eso, desde la primera tarde después de la tragedia, Rocío y su compañera le ofrecieron apoyo psicológico. “Esta labor ahora es esencial”, explica Rocío. “Estamos notando cómo el estado de ánimo está bajando muchísimo”, añade. Tanto para Magdalena como para el resto de personas afectadas que están recibiendo este tipo de ayuda para las heridas menos visibles, esas visitas están siendo un apoyo muy importante. “Te llena, te ayuda y te da consuelo”, afirma emocionada esta vecina de Paiporta. “Esa cara de alegría cuando estás dentro de la tragedia es gratificante”, destaca la psicóloga.
Es solo uno de los ejemplos de la labor de intervención psicosocial que Cruz Roja está llevando a cabo desde el inicio de la emergencia y que se ha dividido en varias fases. En la primera, Cruz Roja proporcionó un tipo de intervención inmediata en la que “los equipos nos encargamos de atender las necesidades de esos primeros momentos donde la incertidumbre y el miedo de qué iba a pasar o dónde iban a ir las personas afectadas era lo predominante”, explica Conchi Navarro, psicóloga del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Intervención Psicosocial de Alicante desplazada a Valencia. Esa atención se dio sobre todo en los diferentes albergues donde se alojó a la población afectada y allí se atendieron todas esas necesidades que iban surgiendo en el momento.
Hay una segunda parte con otro escenario en el que Cruz Roja acompaña a la unidad de salud mental del hospital Dr. Peset de Valencia que tiene dificultad para acceder a localidades como Paiporta o Sedaví. “Acompañamos a esta unidad en sus visitas en estas localidades, hablamos con familiares y personas que dependen de este centro”, cuenta la técnica de Cruz Roja. También se ha realizado ese apoyo psicosocial desde uno de los centros establecidos en Paiporta para ayudar a la población. “Nuestra labor es informar, además de normalizar las reacciones que subyacen de un evento tan extraordinario y ofrecer los recursos que tienen a su alcance”, señala Conchi. Por otra parte, los ERIE de psicosocial también están a disposición de las personas que demandan el servicio para atenderlas en los propios domicilios, como en el caso de Magdalena.
Conchi Navarro relata las reacciones que se han encontrado en las últimas semanas: “Nerviosismo, mucha intranquilidad. También enfado por haberse sentido solos, miedo, sentimiento de vulnerabilidad y mucha tristeza por todo lo que han vivido y lo que han perdido. Incluso para las personas que no han perdido a ningún ser querido, existe un duelo por haber perdido sus bienes materiales, todos sus recuerdos, sus casas o sus negocios. Sienten que se les ha desestructurado la vida”. Pero como cuenta Conchi, también se han encontrado con otro tipo de reacciones como la resiliencia de muchas de las personas que han atendido.
Cruz Roja ofrece apoyo psicológico a las personas que están interviniendo en la catástrofe
Esa atención psicológica no se dirige solo a la población afectada directamente por las inundaciones. Desde Cruz Roja, además, ofrecen apoyo psicológico a las personas que están interviniendo en la catástrofe: personal o voluntariado de la propia Cruz Roja, pero también a policías, bomberos o guardia civil, que también necesitan esa ayuda psicológica un poco más especializada.
Este tipo de equipos de psicosocial están formados por una persona psicóloga, una trabajadora social y una socorrista de acompañamiento. Conchi se desplazó desde Cruz Roja en Alicante, pero son decenas las personas que han llegado de todos los rincones del país para apoya esta labor. Desde Cruz Roja son conscientes de que una tragedia como esta va a dejar huella durante mucho tiempo. Por eso, ya se trabaja en un plan a medio y largo plazo de visitas individuales o colectivas con algunas asociaciones, para detectar las necesidades que existen y poder ofrecer una respuesta que perdure en el tiempo.
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