25 años creando oportunidades laborales para quienes más lo necesitan - Ahora

• Veinticinco años después de su puesta en marcha, el Plan de Empleo de Cruz Roja llega a Zaragoza para celebrar un cuarto de siglo impulsando oportunidades donde antes solo había barreras. En un mercado laboral que ha cambiado tanto como las vidas a las que acompaña, la organización hace balance de su recorrido: millones de horas de trabajo, alianzas decisivas y un objetivo que permanece intacto: abrir caminos para quienes lo tienen más difícil.

Cruz Roja cierra un año clave para su Plan de Empleo, un programa que lleva 25 años creando oportunidades laborales para personas en situación de vulnerabilidad. Para celebrarlo y compartir aprendizajes, Zaragoza ha sido la ciudad escogida para el Congreso nacional del Plan de Empleo, un encuentro que reúne a profesionales, entidades públicas, empresas y especialistas de distintos ámbitos para debatir sobre los desafíos del presente y el futuro del trabajo inclusivo.

Desde su inicio, el Plan de Empleo ha apostado por la igualdad de oportunidades, independientemente del origen, la edad, el género o la situación económica de cada persona. Su labor ha sido posible gracias a una red de colaboración estable con administraciones públicas, miles de empresas y el apoyo constante del Fondo Social Europeo y el Ministerio de Trabajo.

Una red que ha cambiado vidas

A lo largo de estos 25 años, más de 552.000 personas han accedido a una oportunidad laboral a través de Cruz Roja. A ello se suman 7.125 proyectos de autoempleo que han visto la luz y se han consolidado. Cerca de 1,5 millones de personas han recibido activación laboral, la mayoría mujeres, en más de 660 puntos de atención repartidos por todo el país. La formación también ha sido clave: 833.000 personas han pasado por procesos de capacitación que han impulsado su empleabilidad. Todo ello ha ocurrido gracias a más de 113.000 empresas y administraciones que han permitido forjar 317.000 alianzas por la inclusión.

El perfil de las personas que acuden al Plan ha evolucionado en estos 25 años. Si en el año 2000 la atención se centraba exclusivamente en población migrante, hoy el 40% de quienes participan son personas autóctonas. Las mujeres siguen siendo mayoría —del 61% entonces al 65% actual— y la edad también ha cambiado: las personas mayores de 45 años ya representan el 35% del total atendido.

Persisten además otros rasgos: la baja cualificación continúa siendo frecuente, así como las situaciones de desempleo o inactividad, que afectan a la amplia mayoría. En los últimos años, también se han acercado personas que, aun teniendo un empleo, no logran cubrir sus necesidades básicas.

Hitos de un recorrido transformador
 

Durante estos 25 años, el Plan de Empleo ha ido adaptándose a cada contexto:

• Año 2000: inicio de la colaboración con el Fondo Social Europeo, poniendo en contacto a personas que buscan trabajo con empresas que necesitan contratar.
• Año 2008: la crisis económica obliga a ampliar la atención a nuevos colectivos que nunca antes habían necesitado apoyo.
• Primera década de los 2000: se lanzan iniciativas específicas para jóvenes, mujeres afectadas por brechas de género y personas mayores de 45 años.
• Años 2018 - 2020: se pone en marcha el Servicio Multicanal de Orientación para el Empleo, clave durante la pandemia para garantizar atención digital y telefónica.
• Desde el año 2022: las nuevas herramientas digitales permiten una atención más personalizada y eficaz.

La mirada puesta en el futuro

Los próximos años traerán retos complejos: un mercado laboral en transformación, el envejecimiento de la población, la precariedad que persiste incluso entre quienes tienen un empleo y una brecha territorial que deja atrás a zonas rurales y barrios segregados. Todo ello afecta con mayor intensidad a quienes ya están en desventaja, desde jóvenes sin cualificación hasta personas migrantes, mayores de 45 años, mujeres en situación de especial vulnerabilidad o personas LGTBIQ+ que sufren discriminación.

Para Maika Sánchez, directora del Área de Empleo de Cruz Roja, la clave está en seguir generando oportunidades reales: “necesitamos avanzar hacia la igualdad en el acceso a los derechos, promoviendo un empleo decente que permita construir proyectos vitales sostenibles”. Y para ello, subraya, es esencial el compromiso de las administraciones públicas en todos los niveles, el respaldo continuado del Fondo Social Europeo y la implicación del tejido empresarial.